15.6.12

Espectáculos

PAUL McCARTNEY CUMPLE 70 AÑOS
El 18 de junio de 1942 nació Paul McCartney en Liverpool, Gran Bretaña. Fue integrante de los Beatles, junto a George Harrison, Ringo Starr y John Lennon, con quien compuso las canciones más famosas del grupo. Tras la separación de la banda formó Wings y luego continuó con su carrera solista. En 1993 visitó nuestro país y entonces fue entrevistado por La Nación. Fragmentos de “Creo en el poder de la gente”, entrevista de Verónica Chiaravalli publicada el 14 de diciembre de 1993.




“El domingo llueve. En River, Paul McCartney prueba sonido antes de su último recital en la Argentina. Poco antes de la hora señalada, la otra mitad de la leyenda beatle se deja caer en una silla plegable ('Me encanta, la quiero para casa'). Macca se divierte, está de buen humor. De paso, aclara algunas cosas.
-¿Cuál es la canción ideal?
-Pregunta difícil, quizás la canción que es completa. Creo que eso es lo mejor, que tenga emoción -la emoción está muy bien-, melodía interesante y algún elemento que sea fácil de recordar.
-¿Pensás en eso cuando escribís?
-No.
-¿En qué?
-Pienso en... mujeres. No, en serio, pienso en divertirme, trato de disfrutar, ¿sabes?, como un chico jugando en la playa. No pensás demasiado, sólo se disfruta. Amo componer, y si tenes suerte, la canción empieza a mostrarte qué camino tenes que tomar. Es algo así como elegir las notas musicales que se aman unas a otras. A mí me encantan los sonidos de la música. Entonces toco alguna cosa y veo a dónde me guía. Es mejor no pensar, si pensás demasiado le estás diciendo a la canción hacia qué lugar ir y es mejor dejar que la canción te lo diga a vos. Siempre trabajé así. A menudo es bueno tener un título. John y yo solíamos trabajar de esa manera, algunas veces sólo a partir de un título. Pero no hay un único modo. Con John acostumbrábamos decir que si encontráramos una fórmula estaríamos haciendo algo así como un producto enlatado en serie para vender al mundo. Si encontrás un camino para hacer una canción, deberías desecharlo y probar otro, porque hay muchos. Y si sos afortunado. cada canción es diferente.
-¿Qué desafíos musicales quedan, después de haber dado vuelta la historia de la música?
...Bueno, siempre estoy tratando de escribir una buena canción y nunca dejaré de intentarlo, ése es un desafío. Quiero decir, he escrito 'Yesterday', que en América es el tema más tocado, lleva como 6 millones de interpretaciones, eso es mucho más que lo que cualquier otra canción alcanzó jamás. Entonces, vos podrías decir que ésa es una gran canción, pero todavía estoy interesado en escribir, tal vez, una mejor. Nunca se sabe, ese desafío queda pendiente. Además, hay distintas clases de música y me interesan los diferentes estilos. Hace un par de años estuve haciendo música minimalista, experimentando. También me interesa la música clásica, hice el 'Oratorio de Liverpool' y estoy escribiendo algunas piezas para piano en estos momentos, para solista. Y creo que podría escribir alguna otra cosa como el Oratorio, pero para orquesta. ¡Hay tanto para hacer!
-¿Las presentaciones en vivo?
-Cada show es un desafío, de alguna manera, y es interesante porque siempre hay algo que lo hace diferente del resto. Además me gusta tocar para la gente porque nunca sabés qué va a hacer. El público argentino es muy diferente del público suizo o del inglés: ¡mucho caliente! aquí. Es apasionante tanto tocar para 3 personas como para 184.000, como hicimos en Río. Tocar estas noches en Buenos Aires, para esta gente totalmente loca, fue muy emocionante.
(…)
-¿Creías realmente en los 60 que el mundo se podía cambiar con música?
-No, nosotros nunca pensamos eso ni estábamos interesados en hacerlo. Fue la gente la que creyó que sí, ellos dijeron «¡Ah!, estos tipos van a cambiar el mundo». Nosotros sólo escribimos canciones como 'All You need is love', no queríamos cambiar el mundo, particularmente. Hubiera sido lindo; pero no era nuestra intención. Aunque había cierta verdad en eso de que la obra de los Beatles servía para algo. De alguna manera la música une a la gente; que en los 60 los jóvenes sintieron que podían ser mentalmente libres, que podían pensar lo que querían. Y eso era nuevo entonces, porque en muchos países gobernaban dictadores, como los que también hubo acá, y ahora eso ya es historia. En los 60 pienso que la gente despertó un poco. No estoy diciendo que nosotros lo hicimos, pero ayudamos. La música te da cierta esperanza y yo creo en el poder de la gente. Claro que el cambio se hará de a poco y no en una noche. Es una lenta revolución de la mente, pero está ocurriendo: lo tenés a Clinton en la Casa Blanca, a Mandela libre, Franco se fue. Muchas cosas buenas han ocurrido. Entonces, espero que ésta sea la dirección por seguir en el futuro, cuando la gente, cada vez más, manifieste lo que quiere. No siempre es fácil, porque algunas veces no tenés elección. Pero en Brasil decían que el presidente era corrupto, vos debés conocer la historia mejor que yo, pero la gente salió a la calle vestida de negro y el tipo se tuvo que ir. Creo que, en los 60, con nuestra música ayudamos a empezar la revolución y estoy orgulloso de haber sido parte de eso porque espero que sea la forma en el futuro, que todos se unan y digan: «Queremos un planeta limpio, políticas razonables, no más guerras». En fin, soy optimista.
(…)
El jefe de prensa de Paul ya había indicado que esa era la última pregunta. ¿Una más? '¡Sí! -Paul ríe y mira travieso a su asistente, como pidiendo permiso- '¡Quiero otra!'. Seductor, vuelve la atención a la cronista: 'One more just for You, baby'.
-¿Qué líderes políticos no te defraudaron desde los 60 hasta ahora?
- Ah... Que entrevista tan filosófica. ¿La Nación es un diario que se ocupa de filosofía? No sé, supongo que Clinton: era de nuestra generación y la gente lo llevó al poder. Pero si se quiere quedar tendrá que hacer las cosas bien. George Bush dijo -y Paul imita la cara y, a la perfección, la voz del ex presidente-: «Les prometo que no habrá más impuestos». A la semana, cuando todo era un caos, apareció por TV y dijo -tono juguetón-: «¡Les mentí!». Eso no puede ser, no olvidemos que el poder lo tenemos nosotros y si elegimos a alguien para que nos represente, debe cumplir con lo que promete o si no, irse: que pase el siguiente. Es nuestro derecho y debemos comprender que así es como debe ser la cosa.
-¿De qué te arrepentís?
-De nada.
-¿Seguro, ni un arrepentimiento chiquitito?
-... Lamento que mi madre haya muerto cuando yo era muy chico, apenas tenía 14 años, lamento la muerte de John... pero no me arrepiento de las cosas que hice. Lo demás es la vida..., déjala ser.”

Silly Love Songs, Paul McCartney y Wings


Paul McCartney en la cancha de River Plate en 1993







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