19.12.11

Política internacional

DECLARAN LA DISOLUCIÓN DE LA UNIÓN SOVIÉTICA
El 21 de diciembre de 1991 los líderes de las repúblicas que formaban la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas acordaron su disolución. El fracaso del sistema comunista, las diferencias entre las distintas nacionalidades de enorme país, más la caída del Muro de Berlín y el colapso del bloque comunista de Europa oriental, entre otros motivos, llevaron al colapso de la URSS. El ocaso del estado creado por Lenin tras la Revolución de Octubre, en fragmentos de Fin de siglo en Alma Ata, nota del diario Página/12 del 22 de diciembre de 1991.






   “La Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas cesó de existir oficialmente ayer después de 74 años (y 69 de vida institucional) que constituyeron el período más rico, problemático y complejo del siglo XX. La defunción de la URSS se produjo en una reunión en Alma Ata, capital de Kazajstán, donde los dirigentes de once de las quince ex repúblicas soviéticas (el trío eslavo de Rusia, Bielorrusia y Ucrania más Armenia, Moldavia, Kirguizia, Kazajstán, Turkmenistán, Tayikistán y Uzbekistán) acordaron formar la nueva Comunidad de Estados Independientes (CEI), cesar a Mijail Gorbachov como presidente soviético, colocar bajo un mando único las fuerzas nucleares y derivar para una próxima reunión la delimitación de funciones y responsabilidades respecto del resto de las fuerzas armadas.

   El heredero indiscutido de las joyas de la corona es el presidente ruso Boris Yeltsin, quien logró convencer a las otras repúblicas nucleares -Ucrania, Bielorrusia y Kazajstán- de que Rusia disponga en el futuro del botón que permite lanzar al ataque las 27.000 cargas nucleares existentes en el territorio de la ex URSS. Asimismo, las tres repúblicas acordaron enviar antes del 1º de julio próximo todas sus armas tácticas a Rusia para su destrucción -previa aprobación de este acuerdo por los respectivos parlamentos-, ratificaron el tratado de desarme nuclear estratégico START con Estados Unidos, y Ucrania y Bielorrusia decidieron adherir al Tratado de No Proliferación Nuclear. Las once repúblicas también resolvieron entregar a Rusia el asiento que ocupaba la ex URSS en las Naciones Unidas y su calidad de miembro permanente (con derecho a veto) en el Consejo de Seguridad, así como otorgarle las embajadas de que disponía en el mundo. El mariscal Yevgeny Shaposhnikov, ministro de Defensa de la ex URSS, es el nuevo comandante en jefe de las fuerzas armadas soviéticas. Los participantes de Alma Ata puntualizaron que la CEI no será un nuevo Estado y que por lo tanto no existirá una ciudadanía respecto de ella. Sólo quedarán fuera del acuerdo las independizadas repúblicas bálticas (Lituania, Letonia y Estonia) y Georgia, que podría unirse más tarde. El gobierno de Estados Unidos estudiaba el pronto reconocimiento de los nuevos Estados, y Gorbachov se preparaba para dar un mensaje televisivo a los pueblos de su ex país.

   Los signatarios de Alma Ata fueron los presidentes Yelstin, Leonid Kravchuk (Ucrania), Stanislav Shushkievich (Bielorrusia), Nursulán Nazarbayev (Kazajstán), Ayaz Mulatibov (Azerbaiján), Levor Tar Petrosian (Armenia), Askar Akavey (Kirguizia), Mircha Snegur (Moldavia), Rajmon Nabiyev (Tadjikistán), Saparmurad Niyazof (Turkmenistán), e Islam Karimov (Uzbekistán), la mayoría de ellos viejos apparachick del Partido Comunista que supiero capitalizar a tiempo la ola anticomunista y nacionalista que empezó a arrasar la URSS en 1989.
(…)
   Yelstin se mostró eufórico durante la mayor parte de la conferencia, que se prolongó por mucho menos tiempo que el previsto, a tal punto que se clausuró la sesión que se tenía prevista para la tarde en función de que todo ya había sido resuelto en la sesión matinal. 'Veo muchos más dirigentes republicanos de los que esperaba, y esto es ya la mitad del trabajo', dijo al empezar la reunión. Yeltsin también reiteró su promesa de una jubilación digna para Mijail Gorbachov, y sostuvo: 'Sentimos gran respeto hacia él, y queremos que dimita pacíficamente en diciembre, tal y como él mismo lo desea. Hoy le acordaremos todos los honores que se merece. Desde la Revolución de Octubre de 1917, ningún dirigente de Estado abandonó su cargo pacíficamente: o moría en su puesto y removían su tumba o era considerado después un criminal o directamente era depuesto. Queremos vivir en un Estado civilizado, y que un presidente que hizo mucho, tanto bueno como erróneo, de todos modos se vaya dignamente'. El presidente ruso no mencionó la ola de anexiones por Rusia de la mayoría de las instituciones federales en los últimos días, ciertamente menos de lo que se supone que constituye el marco de una retirada digna.
   Solitario en sus despachos del Kremlin, quien se aprestaba a evacuar en poco tiempo para dejar paso a Yeltsin y sus hombres, Gorbachov preparaba al mismo tiempo su discurso, con la escasa compañía de su antiguo asesor Alexander Yakovlev y su vocero Andrei Grachov. 'A través de la declaración política que prepara, expondrá al país su posición política, reafirmando su compromiso con las reformas, pero delimitando posiciones con quienes hoy lo cesaron en su puesto de primer mandatario', dijo Grachov. También se informó que Gorbachov había hablado telefónicamente ayer con François Mitterrand, quien lo invitó a visitar Francia junto a su esposa, gesto que también había tenido anteayer el canciller alemán Helmut Kohl.”

El final de la URSS


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