31.10.11

Política nacional

POLÉMICA POR EL CUPO FEMENINO A 20 AÑOS DE SU SANCIÓN
En las elecciones del 23 de octubre fue electa diputada Ramona Pucheta del Movimiento Independiente de Jubilados y Pensionados (MIJP), gracias a los votos que consiguió Compromiso Federal en la provincia de Buenos Aires. Pucheta anunció que renunciará para que asuma la banca Raúl Castells, quien no pudo encabezar la lista por el cupo femenino. Esta ley fue aprobada el 7 de noviembre de 1991 y tuvo como objetivo garantizar la igualdad de género y promover la participación efectiva de mujeres. La sanción de la norma, en Los diputados al borde de un ataque de nervios, nota de Alberto Dearriba, en Página/12 del 8 de noviembre de 1991.






   “A los diputados les pasó con el cupo que garantiza el 30 por ciento de las candidaturas para las mujeres lo mismo que les pasa en su casa con sus esposas: comenzaron proclamando al mediodía que jamás votarían semejante adefesio y terminaron levantando la mano a las tres de la madrugada, como chicos de escuela, ante la incontenible presión femenina que venía de las galerías colmadas.
   Las chicas llegaron en ómnibus o caminando, manifestaron frente al Congreso y luego fueron ingresando como pudieron para presenciar la 'histórica sesión' que estaba citada a las 14.30 pero recién se inició pasadas las 16. Desde esa hora hasta la tres de la madrugada, las chicas acamparon en las galerías, presionaron sobre los controles, comieron pizza y tomaron vino en los palcos. Pero no se retiraron del recinto hasta que se produjo la votación que convirtió en ley el proyecto del cupo femenino en las listas de candidatos, por 140 contra 7 en contra y tres abstenciones.
   La presión que bajaba en oleadas desde las tribunas con cánticos, papelitos y hasta alguna amenaza de abstinencia sexual para todos los hombres que no aprobaran la ley, consiguió modificar la tónica de la sesión que inicialmente se disponía a introducir modificaciones en el proyecto que contaba con la aprobación del Senado.
   En los días previos a la sesión realizada anteayer, la mayoría de los diputados coincidían en señalar que la ley de cupo femenino es difícil de llevar a la práctica en aquellas listas que se conforman con un porcentaje de la minoría perdedora de la interna, así como en aquellos casos -como en la Capital Federal en la elección a senador- donde sólo se vota un cargo electivo. También esgrimían que la iniciativa pone en práctica una discriminación en contra de la mujer y otros argumentos por el estilo. Pero en el momento de la sesión sólo se animaron a proclamar su oposición frontal los liberales de la UceDé y los diputados de Fuerza Republicana, que redondearon los siete votos en contra.
   Durañona y Vedia (UceDé) desató el mayor griterío cuando recordó que Eva Perón no necesitó ley alguna y reclamó en cambio una ley que obligara al Gobierno a dar el 30 por ciento de participación femenina en ministerios, secretarías y aun en la Corte Suprema de Justicia de la Nación.
   En cambio, el presidente de la Cámara baja, Alberto Pierri, recibió una lluvia de papelitos desde las gradas cuando dio por iniciada la sesión. Seguidamente, el titular del bloque justicialista, Jorge Matzkin, fue apurado con abucheos desde las gradas cuando planteó la 'minucia' política de tratar 'sobre tablas' el proyecto de ley que convalida el decretazo de la desregulación. Como no obtuvo la mayoría especial requerida, el cuerpo pasó rápidamente a considerar el cupo femenino, con el consiguiente alivio en los palcos.
   Los discursos más aplaudidos por las mujeres fueron los del peronista de los Ocho, Carlos 'Chacho' Álvarez; los radicales Graciela González Gass y Florentina Gómez Miranda, así como los de las justicialistas Olga Riutort e Inés Botella. Pero pocos fueron tan originales como el del justicialista catamarqueño Ferradás, quien anticipó que tenía blasones suficientes para hablar porque 'soy hijo de una mujer'.
   Entre los peronistas que más animaron a la hinchada femenina estuvieron presentes la titular del Consejo Nacional de la Mujer, Virginia Franganillo; la interventora en Tierra del Fuego, Matilde Menéndez; la secretaria de Relaciones con la Comunidad, Claudia Bello, y otras damas que memoraban a la vieja rama femenina.
   Al finalizar la sesión, tanto las radicales como las peronistas que aguantaron de pie firme la sanción de la ley por la cual vienen moviéndose desde hace mucho tiempo, se fueron cantando contentas.”

Polémica en agosto pasado en Santa Fe por una banca y el cupo femenino







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