Fútbol

HACE 25 AÑOS RIVER PLATE GANABA LA COPA LIBERTADORES DE AMÉRICA

El 29 de octubre de 1986 River Plate ganaba por primera vez la Copa Libertadores de América. El máximo torneo continental le había resultado esquivo al equipo argentino, que fue vencido en las finales jugadas en 1966 y 1976. Pero en la tercera ocasión la suerte acompañó a River, que derrotó a América de Cali en los dos partidos finales. El testimonio de Norberto Alonso en fragmentos de Tenías razón Angelito: por eso esta copa te la dedico a vos, en la revista Sólo Fútbol, nº 70 del 3 de noviembre de 1986.

   “No se imaginan cuánto esperé este momento. Parece un sueño. Es lo único que me faltaba. Es la copa más importante que gané en mi vida. Todavía no lo puedo creer. Pero... si cuando llegué a casa y me tranquilicé, empezaron a caérseme algunas lágrimas; porque todo esto lo siento como jugador, pero también como si fuera el más fanático de los hinchas. A mí también me dolía que nos llamaran gallinas. Ahora nos van a tener que llamar leones, porque en eso nos transformamos para ser campeones de América.
   Ahora me siento libre. Esta Copa nos tuvo presos durante años. Era una obsesión. ¿Cómo podía ser que el club más importante de la Argentina todavía no la hubiera ganado? Pero debo ser sincero, en algún momento se me cruzó algún pensamiento funesto. Qué sé yo, que la podíamos perder o algo así. Sobre todo cuando el día anterior al partido me llegó la revista La Semana y me vi en la tapa junto con el Bambino y Pumpido, festejando como si ya hubiéramos salido campeones. Me sentí traicionado. Nosotros habíamos aceptado hacer esa producción porque nos habían prometido que la revista saldría a la venta el jueves siguiente al partido con el América. La sacaron un día antes. ¡Me quería morir! Era una falta de respeto hacia los muchachos del América. Yo pregunto: si llegábamos a perder ¿de qué nos disfrazábamos?
   Después de todo, el partido no era tan fácil; y pudo comprobárselo una vez que estuvimos los dos en la cancha. No cualquier equipo tiene jugadores como Gareca, Falcioni, Ischia, Cabañas y Willington Ortiz. (…) ¿Qué hubiera pasado si llegaba a entrar ese tiro de Battaglia? Perdíamos y hubiéramos tenido que haber jugado un tercer partido. Por suerte ganamos y, creo, con claridad.
(…)
   Funes es un fenómeno. Todavía no me puedo explicar cómo puede ser tan hábil con ese físico enorme que tiene. No se imaginan la tranquilidad que siente uno sabiendo qué él está arriba, entre los defensores rivales. Uno se la da sabiendo que no va a perder porque cubre la pelota como nadie; y cuando encara gana por los costados. Entonces, ya se puede empezar a gritar el gol porque le pega con una potencia y una precisión increíbles. Seguramente va a ser un grande del fútbol argentino y de River.
   De todas maneras, sería injusto olvidarse del resto de los jugadores. Todos fueron unos leones. Todos dejaron el alma en la cancha. Todos sabían lo que querían. Desde el más importante hasta el último de la lista que ni siquiera salió en el banco de suplentes. Cada uno aportó lo suyo. Este es un equipo con mucha personalidad. Y si no, basta con detenerse en los dos centrales. Cuando los delanteros ven a Gutiérrez y a Ruggeri piensan dos veces si encaran o se van al mazo. ¿Y el Tolo Gallego? Venía de dos desgarros y a pesar de no estar bien físicamente, corrió más que nadie. Otro ejemplo es el loco Alzamendi que nunca dio por perdida ninguna pelota; las corre a todas como si se tratara de la última de su vida. También está el caso de Rubén Gómez: con todo lo que representaba el partido y con lo caliente que estaba, entró como si nada... No, este es un equipazo y, para colmo, con futuro, porque hay chicos como Pedrito Troglio que jugó un partidazo en la cancha de Vélez contra Argentinos. Todos fueron unos fenómenos.
(…)
   Para que la fiesta fuera completa en el equipo, tendrían que haber estado el Mono Mas, Mostaza Merlo y Angelito Labruna. Pobre Angelito; él no pudo dar la vuelta olímpica, pero seguro que desde arriba lo habrá disfrutado junto con nosotros. Cuánto habíamos soñado junto con Ángel por la obtención de esta Copa. Cuántas noches nos habremos quedado hasta tarde en la concentración charlando sobre lo mismo. Él repetía siempre que alguna vez se nos iba a dar. Tenía razón: por esto te la dedico a vos, Angelito”.

El gol de Juan Gilberto Funes en la segunda final relatado por Marcelo Tinelli






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