Economía

A 10 AÑOS DE LOS PATACONES

El 14 de julio de 2001 la Legislatura de la provincia de Buenos Aires aprobó la creación de los patacones, una serie de bonos de emergencia impulsados por el gobernador Carlos Ruckauf. El motivo de la emisión de esta cuasimoneda fue la situación económica y financiera que afectaba a la Argentina. Sus comienzos, en fragmentos de El éxito del Patacón, nota de Gabriela Mérola en la revista La Primera, nº 77 del 8 de septiembre de 2001.

“Ni el propio Carlos Ruckauf imaginó el éxito que lograría el Patacón, la nueva moneda que ya forma parte de la vida diaria de bonaerenses y muchos capitalinos. Más rápido de lo esperado, el rostro de Dardo Rocha reemplazó las imágenes de los próceres nacionales que ilustran los pesos, y logró, curiosamente, un efecto reactivador dentro de la provincia de Buenos Aires que envidia hasta el mismo Fernando de la Rúa. La explicación a este fenómeno no es tan compleja. Más bien sencilla, y responde a un principio básico de la economía: si la gente gasta, el mercado interno se mueve.
Pero el Patacón no fue creado en realidad con ese fin. Fue, por ciento, la respuesta a la durísima realidad que atraviesa el país todo. Carlos Ruckauf lo ideó como una manera de atenuar el efecto de la crisis argentina y con la idea de mantener la cadena de pagos y atemperar la caída de la actividad. La creación de este nuevo signo monetario fue dispuesta por la Ley 12.727, sancionada por la Legislatura el 14 de julio.
A partir de allí, un total de 180.000 empleados públicos (entre activos y pasivos) se convirtieron en receptores primarios del nuevo medio de pago, que también es destinado por el Estado para el pago a proveedores. Estos bonos se denominan técnicamente Letras de Tesorería para Cancelación de Obligaciones, son emitidos por el gobierno provincial, se cotizan uno a uno con el peso y tienen como garantía los ingresos y el patrimonio del Estado bonaerense.

Primer efecto

Como era lógico, en un primer momento el nuevo bono despertó más reticencias que adhesiones y cosechó varias presentaciones judiciales en su contra. Pero como la realidad se impone a cualquier pronóstico, pese a que es un instrumento creado recientemente, el Patacón ya circula sin problemas en la provincia. Incluso podría decirse que su desempeño es mejor que el esperado por el mismo Ruckauf.
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'Merchandising'

Desde el 21 de agosto, fecha en que se convirtieron en moneda alternativa y de curso legal en toda la provincia, los Patacones demostraron su capacidad para sortear todo tipo de obstáculos que se cruzaran en su camino. Podría decirse que han servido para despertar cierto engranaje de la cadena de consumo, que permanecía dormido a causa de la profunda recesión económica. Esto no sólo se debe a la buena aceptación que tuvieron de parte de la gente. También responde a la habilidad de quienes lo crearon para desplegar un verdadero merchandising en torno al Patacón, que lo hace más atractivo. Es el caso del lanzamiento de cheques que operan con cuentas especiales habilitadas por el Banco de la Provincia de Buenos Aires. Técnicamente son órdenes de entrega, concebidas para evitar el manejo de grandes sumas y brindar mayor seguridad.
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Otras provincias

No es la primera vez que una provincia emite bonos monetizados. En Catamarca, desde 1993 se pagan el 30% de los salarios de los empleados públicos y a los proveedores del Estado. En Corrientes circulan los denominados Cecacor. Fueron establecidos por el ex interventor de la provincia y actual Ministro del Interior, Ramón Mestre. De las tres series que ya lleva emitidas la Intervención Federal, rescató la primera pagando un 7% de intereses sobre el valor nominal. Circulan aproximadamente $200 millones en Cecacor.
Tucumán emite bonos desde hace 16 años. Han resistido al paso de diferentes gobiernos y ya están más que incorporados a la vida local. El actual mandatario, Julio Miranda, resolvió además pagar el 19% de los salarios estatales con la emisión de 'Ticket Solidarios', que son rescatados cada diez días.
En Formosa ya circulan los Boncafor, lanzados el pasado 30 de agosto, para pagar sueldos y a proveedores.
Los rionegrinos ya conocen tres series de bonos Cedepir, destinados a pagar las sentencias judiciales de varios jubilados y a proveedores.
En Misiones, los Cemis se utilizan para cancelar deudas y no para pagar salarios. Totalizan 130 millones de pesos y su cotización opera en la Bolsa.
El gobierno jujeño y el riojano están definiendo si lanzan su propio bono parecido al Patacón bonaerense.
En Santiago del Estero, la municipalidad de Frías tiene sus propios bonos, acuñados en 1996 y que todavía circulan. Estos papeles, de valor nominal, no sirven para pagar servicios; tampoco corren para el banco ni las cuentas corrientes. Se utilizan para consumo.”





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