4.6.11

Política Nacional

HACE 10 AÑOS MENEM IBA PRESO
El 7 de junio de 2001 Carlos Menem se convirtió en el primer presidente detenido tras el regreso de la democracia. Fue investigado por el juez federal Jorge Urso, quien lo acusó de ser jefe de una asociación ilícita que vendió armas a Croacia y Ecuador. El panorama tras el arresto, en fragmentos de Qué cambia con Menem preso, nota de Ignacio Fidanza en la revista La Primera, nº 64 del 9 de junio de 2001.




“La detención de un ex presidente es un hecho que conmociona. Una parábola demasiado perfecta de las vueltas de la vida. De lo fugaz que al final de la jornada, todo resulta. De lo más alto a lo más bajo. Del poder y la gloria al escarnio de la prisión y los huevazos contra el parabrisas. Podría ser también una reconfortante postal que nos habla de la independencia de la Justicia. Que no hay poderosos para su ojo inexorable, que todo lo mide con la misma vara. Un respaldo inestimable a la solidez de la República. Nadie, ni el más destacado de los argentinos, podrá escapar a las consecuencias de violar la ley.
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Son muchos los que creen ver en la detención del ex presidente el inicio de una nueva era de ética pública, y un menaje hacia el resto de los políticos que los llevará a la reflexión.
El historiador Luis Alberto Romero cree que 'la detención de Menem es un indicador claro de que la justicia funciona y de que la igualdad ante la ley conserva alguna credibilidad'. Romero señala además claramente que, a diferencia de otras caídas de gobernantes como fue la guillotina para Luis XVI, las penurias judiciales del ex jefe de Estado 'no van a desatar ningún movimiento apocalíptico, ni una gran operación de depuración política, porque tales movilizaciones colectivas son propias de tiempos de esperanza y revolución, y estamos en tiempos de apatía y desencanto'.
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El modelo no se toca
La imagen del chivo expiatorio también extiende su sombra cuando uno observa que el modelo económico instaurado durante las dos presidencias de Menem no ha sufrido cambios sustanciales.
Nicolás Casullo entiende que mucho más grave que la causa armas 'es la venta del país, y pareciera ser que no hay lugar para que eso sea juzgado'. El sociólogo cree que la prisión del ex mandatario 'juega como una cortina de humo consoladora de lo que verdaderamente sucedió durante estos diez años, que no se va a juzgar ni a analizar, ni a encontrar culpables, porque también están involucrados en gran parte muchos hombres de la Alianza y en especial del radicalismo'.
Casullo destaca que no se habla de 'la Argentina económicamente dominante, es decir los nuevos propietarios del país, tanto nacionales como extranjeros, y los mediadores políticos corruptos y hoy enriquecidos que han vendido al país; eso es el meollo de lo que podríamos llamar el tiempo menemista o lo que pasó en el país en la última década y es la causa fundamental de que nos encontremos en esta situación'.
El pensador no ahorra críticas a la prensa y señala que lo periférico de la causa armas en relación al modelo económico vigente le permite al periodismo 'actuar libremente, porque no afecta a ninguno de los intereses económicos decisivos de la Argentina', y cree que 'sí habría problemas si se metieran con Repsol, con Telefónica, porque son los anunciadores del noventa por ciento de los programas periodísticos donde se habla del tema de la venta de armas'.
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Pensar que la frágil estabilidad de gobierno de Fernando de la Rúa puede conmoverse por la detención de Menem no resulta descabellado. El ministro del Interior, Ramón Mestre, un hombre poco afecto a los micrófonos, tuvo que salir el jueves por la mañana a descartar cualquier tipo de peligro, y reiteró que se trata de la decisión de un poder independiente del Ejecutivo. Esa prescindencia fue duramente cruzada por el escritor Jorge Asís: 'El Gobierno se regodea en su propia impotencia e inactividad. Tiene que saber que así como en esta causa pueden ir por Menem, la asociación confabulada del poder de la prensa, que marca la agenda política, puede activar la causa del Senado y van a ir por la cabeza de De la Rúa', amenazó. Aunque suene exagerado, en el oficialismo igual intensificaron los contactos con los principales gobernadores y líderes peronistas, en un intento por desactivar la posibilidad de un abroquelamiento en torno al ex presidente.
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Como siempre sucede en política, ascensos y caídas suelen tener que ver con intereses y no con cuestiones personales. Ahora Menem descansa en la quinta de su amigo Armando Gostanian. Gobernó el país durante una década. Transformó la economía nacional. Privatizó las empresas públicas y estabilizó la moneda. Llevó la desocupación a su pico más alto y dejó una Argentina hiper-endeudada y con una profunda crisis social. Terminó con los levantamientos militares y los conflictos limítrofes. Enfrentó innumerables acusaciones de corrupción. Está preso. Un ex presidente está preso. Es mucho más que una decisión judicial. Es un hecho histórico y un mensaje. El tiempo, tal vez, ayude a entenderlo.”


Nota de Edgardo Esteban en Telemundo sobre la detención de Menem



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