10.3.11

Música

ÁSTOR PIAZZOLLA CUMPLIRÍA 90 AÑOS
Hace noventa años nació Ástor Piazzolla, uno de los grandes creadores del tango y su más importante innovador de las últimas décadas. Nacido en la Argentina, pasó su niñez en los Estados Unidos. Su vida, Carlos Gardel y su música, son algunos de los temas de 'El tango cambia o se muere', nota en Roma de Julio Argañaraz publicada en el diario Clarín el 3 de julio de 1975.




“Nací el 11 de marzo de 1921 en Mar del Plata. A los tres años mi padre decidió que nos fuéramos a Nueva York. Allí empecé a aprender el bandoneón con Bela Wilda, un concertista de piano húngaro que vivía al lado de casa. Papá trabajaba de peluquero: hablaba un poco de italiano y se había largado a Nueva York a lo que viniese. No había plata, ¿sabés? Mamá me hizo estudiar también con Terig Tucci que le escribía tangos a Gardel y que murió hace poco en Mar del Plata, de donde es mi familia.
-En tu casa de Buenos Aires recuerdo haber visto la foto que te dedicó Gardel. Estás haciendo de canillita en una película suya filmada en Nueva York.
-Fue ‘El día que me quieras’. Yo toqué en la fila de bandoneones en el film y en el disco que se grabó en Long Island. Tenía 12 o 13 años. Sabés que de esto no me gusta hablar. Son cosas pasadas y todos fueron amigos de Gardel (se ríe).
-¿Es cierto que Gardel se fue amargado de Buenos Aires?
-Seguro. Hizo un recital en un teatro y no iba nadie. En otro teatro, enfrente, había una multitud para oír cantar a Santiago Devin, un cantor mediocre. Gardel se fue a París y luego a Londres. Allí consiguió una mina con mucha plata que le dio 25.000 dólares para bancar las películas. Llegó, después, a Nueva York. Era un tipo fenomenal y un gran creador del tango. Un músico excelente y muy serio. Macanas que era solo un intuitivo. Estudiaba, se rompía por lo suyo, por eso lo estimo tanto. Cuando se fue en la gira final me envió desde Hollywood y México dos telegramas para que me incorporara al conjunto. Mi vieja no me dejó ir y me salvé porque tuvo lugar la catástrofe de Medellín.
(…)
-Se dice que sos un músico de formación clásica, muy o demasiado influenciado por Bach y Bela Bartok.
-No, eso no es cierto. Mis maestros fueron tres: Alberto Ginastera, Nadia Boulanger y Buenos Aires. Estudié mucho, sí, dirección orquestal, fuga, contrapunto. Puedo dirigir una orquesta grande, hice más de cuarenta películas, dirigí en Europa y Estados Unidos, pero nada tiene que ver todo esto con la creación. Mucha gente sabe mucho de música y no puede crear. Mi mayor aprendizaje lo hice en las calles de Buenos Aires, tocando tangos durante años con Troilo en los cabarets, en sitios como el 'Tibidabo'. Lo importante es que busqué algo nuevo: no odio lo tradicional, sino lo que se repite. Me gusta un tango de la guardia vieja, pero no tengo por qué escribir uno igual. Cuando hice el final de ‘Adiós Nonino’, pensé: 'Esto es lo menos comercial. Un tango que termina en un lamento'. Sin embargo, ha sido de todas las piezas que compuse la favorita del público. Ahora es un clásico. Te repito: tuve el coraje cuando la mayoría limitaba su capacidad de creación por miedo a no comer mañana. No los critico, pero estoy orgulloso de haber arriesgado.
(…)
-¿Cómo te sentís ahora, tan solicitado, con reportajes diarios en Europa y Estados Unidos? Si hasta las revistas de jazz te otorgan tapas...
-Bueno, no soy hipócrita y esto me halaga. Hago música de Buenos Aires como a mí me gusta. Creo que este éxito no demuestra, como dicen algunos, que el tango está de moda, sino que a la gente le gusta escuchar a los músicos que hacen cosas originales. A mí, personalmente, no me gusta la música de Gato Barbieri y tiene, sin embargo, mucho éxito porque es un sonido latinoamericano distinto. Creo que es un gran saxofonista, pero hace una 'melange' boliviana, brasileña, mexicana y argentina. Eso es moda. Yo, en cambio, sigo una línea. La televisión italiana preparó un film sobre mi música y en Alemania se hicieron tres películas también para la televisión. No creo que esto sea un 'boom', algo que llega y se va.
-¿Te sentís cambiado, desde el punto de vista musical?
-Estoy más tranquilo, quizá menos agresivo, más apacible y melancólico que antes. Sucede que tengo una enorme nostalgia. Pienso en Buenos Aires las 24 horas del día. Extraño a mis hijos, a mis nietos, a mi vieja, que está sola en Mar del Plata, a mis amigos, que no me los gané en un día sino a través de muchos años. Creo que este éxito me permitirá en tres años más vivir el resto de mi vida de los derechos de autor, muy buenos aquí. Cuando logre esa tranquilidad, me vuelvo allá definitivamente. No soporto esta separación de todo aquello, que es lo mío.”


Libertango, por Piazzolla



Piazzolla y el “Conjunto 9” en “Teatro Dieci” programa de la RAI de 1972






Leer más

0 comentarios: