Política internacional

A 25 AÑOS DEL CRIMEN DE OLOF PALME

En la noche del 28 de febrero de 1986, Olof Palme, jefe de Gobierno sueco, fue asesinado en una calle de Estocolmo tras salir del cine junto a su esposa. Figura prominente de la socialdemocracia europea, fue un firme defensor del pacifismo y adversario del apartheid y otras dictaduras. Su homicidio jamás fue resuelto. Texto de Un disparo a la cabeza, nota de Carlos Gabetta en El Periodista, nº 78 del 7 de marzo de 1986.

“No se sabe quién mató a Olof Palme, pero si quién se beneficia con su muerte. El primer ministro sueco era amigo de los pueblos cubano y nicaragüense y defensor activo de su derecho a poner en práctica un modelo revolucionario propio. Pacifista convencido, integraba el Grupo de los Seis y miraba a la OTAN no ya con desconfianza, sino con antipatía. Era un acérrimo enemigo del régimen sudafricano y un interlocutor privilegiado -en tanto consecuente defensor de sus derechos- de la Organización para la Liberación de Palestina. Fue mediador ecuánime en la guerra Irán-Irak y tenaz partidario del desarme. Era, en suma, la expresión máxima y más acabada de lo mejor de las tradiciones democráticas y progresistas occidentales. Un socialdemócrata radical y consecuente, en las antípodas de los Guy Mollet y los Mário Soares. Un hombre culto, refinado, popular y valiente: toda una mezcla explosiva.
El que ordenó el disparo que acabó con su vida ordenó tirar contra el líder más firme, esforzado y representativo del antiintervencionismo en Occidente, contra la cabeza del movimiento que se opone a la guerra de las galaxias, al bloqueo a Cuba y los dictadores Stroessner y Pinochet; contra el primer ministro que en los años setenta encabezó manifestaciones a favor del pueblo vietnamita y seguramente lo hubiera hecho mañana ante una invasión a Nicaragua.
Dicho sea de paso, ese disparo debió provocar la reacción de los líderes políticos argentinos, que no atinaron a pronunciarse. Ningún otro hecho ilustra mejor que este crimen la gravedad de la situación internacional y la firmeza de los propósitos reaccionarios.”

Imágenes del funeral de Olof Palme



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