El sábado 28 de febrero de 1981 Queen hizo su primer recital en la Argentina. En un época donde era infrecuente que los grupos de rock importantes visitaran Sudamérica, los conciertos de la banda liderada por Freddy Mercury en Buenos Aires, Mar del Plata y Rosario tuvieron una gran repercusión en nuestro país. Tramos de El lado oscuro de la reina, nota de Roberto Pettinato y Ricardo Messina en la revista Expreso Imaginario, nº56 de marzo de 1981.
“La multitud tensa, aguardando, se acercaba el momento. Un estadio colmado. Tanto tiempo mirando tan sólo video cassettes para que por fin aparecieran, como de la mano de un hada (conocida en el ambiente como capital en dólares).
Y... y se apagan las luces del estadio: crece la expectativa. El público delira como si Maradona se acercase al arco. Puede ser... puede ser... y sí ¡son ellos! Se desata la furia de los dioses... luces, humo, mucho ruido y tremendos destellos tratando de emular a esa aparición alienígena de 'Encuentros Cercanos'. El ruido va tomando forma, son los acordes de 'Let me entertain you', un rock pesado del álbum 'Jazz'. Nada mejor para impresionar al público que mucha fuerza desde el principio, pero este público no necesita ser impresionado: ya están coreando el siguiente tema: 'We will rock you' en su versión eléctrica (igual que en 'Live killers', y no como su versión original de 'News of the world').
El grupo, misericorde, optó por un tema más calmo y reposado para el buen descanso de nuestros tímpanos. Con Mercury al piano se lanzaron con 'Play de game' de su anteúltimo Lp 'The Game'. Hasta aquí tanto el recital del sábado como el del domingo fueron iguales, salvo pequeñas diferencias en el volumen y el sonido, pero hubo temas que no se hicieron presentes un día y viceversa. El sábado tocaron 'Rock it' ('The Game') y el domingo, en cambio, 'Someboby tu love', aquel exitazo de 'A day at the Races', un tema con influencias gospel según un conocido periodista beatlemaníaco.
Una cosa es innegable: el conjunto tiene un sonido propio, que tiene sus deudas con Zeppelin. Su sonido es reconocido de inmediato. Han sabido encontrar la fórmula del éxito: canciones simples, riffs de hard-rock y armonías vocales algo mentecatas en algunos casos, pero con mucho 'gancho' y ritmo, más estribillos pegadizos perfectamente tarareables. Muchos salieron del concierto cantando el comienzo de 'Flash Gordon', tema poco conocido y que a su primera audición ya se había pegado. ¿Cómo explicar el hecho de que todo el estadio coreó 'Lov of my live' en impecable pronunciación, cuando es casi seguro que el 70% del público no conoce el idioma?
Los Queen supieron rastrear y supieron encontrar: a lo que describimos más arriba, debemos agregar el show que ocupa el 60% del espectáculo: más de 72 baffles, 25.000 watts de potencia, 2.000.000 de dólares en equipamiento y un avión (DC-9) que cobró 250.000 dólares en traer los equipos y la alfombra sintética para el césped, desde Estados Unidos. Su eclecticismo musical corre: del blues al funk y new wave pasando por el rock, baladas, vaude ville, reggae, música arabesca, vals, opereta, etc. Esto, más el 'carisma' (catalizado por el huracán de instrumentos accesorios) de Freddy Mercury y los punteos '60 'hendrixianos' de May ayudaron al grupo a lo largo de su carrera para poder ocupar el puesto que tanto buscaron y desearon.
La gente quería divertirse y se divirtió y saben que no pueden pedir más de Queen. Pero si a alguno se le ocurre escuchar letras profundas, buenos instrumentistas, música que llegue al alma o que te ponga los nervios al rojo vivo, va a tener que recurrir a otro grupo. Ahora, si quieren bailar (Vélez era casi una boite al aire libre), cantar, ver luces de colores, humo, luces de colores, más humo, muchas más luces de colores y cuatro personas que interpretaban sus temas sumergidos entre todo eso, entonces no se pierdan a Queen. Ellos no lo van a defraudar.”
'We Will Rock You' ('Nosotros te conmoveremos'), presentado por Juan Alberto Badía en Canal 9
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