El próximo 19 de diciembre cumplirá años el humorista Luis Landriscina. Nacido en 1935 en Colonia Baranda, una localidad de la provincia del Chaco, hace más de cuarenta años que recorre el país con sus relatos de la vida y costumbres populares. Fragmentos de Landriscina: la vida es un cuento, nota de Leonardo Coire en el diario Clarín del 12 de julio de 1991.
“-'Ante todo, soy provinciano. Por eso no puedo quedarme en la epidermis de un personaje. Si doy vida a un cordobés, no basta hacer la tonada. Detrás de ello hay una investigación; debo saber los códigos, giros y hábitos de ese lugar donde ocurre el hecho'.
-'Recorro el país, incansable. Me entero de dichos que solo se conocen en algunos sitios. Si, por ejemplo, ubico un cuento en Villaguay, Entre Ríos, es casi seguro que utilice frases como «había gente a lo bicho». Solo ahí se dice eso. Esta utilización fiel de dichos regionales le da mayor verosimilitud a mi trabajo'.
-'La gente me pregunta cómo armo los cuentos. Todos tienen origen distinto. Casi siempre, en alguna rueda de amigos, alguien me sopla una historia, una anécdota mínima. Entonces entro yo: le doy forma, la elaboro, le agrego cosas de mi cosecha, le coloco un entorno y le invento una pequeña historia a los personajes'.
-'Casi siempre se sabe quién contó un cuento, pero casi nunca cuál es su procedencia. El origen es incierto. Por eso digo que lo mío es folclore, pues tiene origen anónimo y pasa, de boca en boca, por generaciones'.
-'Entre todos los estilos de historias que realizo, son los cuentos sobre mentirosos los que se llevan las palmas, los más pedidos. Después vienen las historias absurdas. En el disparate absoluto -como en la narración Pescado de patio- el público se ríe francamente. Yo digo que los paisanos no son mentirosos, pero sí muy macaneadores.'
(…)
-'No hago humor sobre política, religión y fútbol. Es una norma de hierro que me evitó abrir discrepancia entre el público.'
-'Hay que saber poner distancia con los personajes y tener claro que mi arcilla es el hombre concreto, que puede tener muchos defectos. Usted advertirá que hago cuentos de hombres que habitualmente son sobrios y, ocasionalmente, pueden emborracharse. Pero jamás de alcohólicos.'
-'Dice Juan Manuel Fangio que uno en la vida tiene que tratar de ser el mejor pero no creérselo, aunque lo sea. Estoy conforme con mi conducta. He sido equilibrado y prudente. Llegué a un lugar importante en mi carrera, pero sigo siendo igual. Me acompaña la misma familia que en 1964, cuando aparecí en Cosquín.'
-'¿El humor hoy? Noto, con dolor, que falta ingenuidad. Ojo, lo fácil es tirarle a la gente por la cabeza lo primero que se te ocurra. Lo difícil es no transgredir. La ruptura, por la ruptura misma, solo esconde falta de talento y de ideas. Me encanta la picardía y detesto la grosería, que proviene de la subestimación que sienten ciertos humoristas por la platea.'
-'No soy un cavernario. Me hace gracia Antonio Gasalla, un muy buen captador de costumbres. Admiro a los que hacen cosas que yo nunca me animaría a hacer.'
-'Pienso así porque tuve una infancia y juventud simples. A mí no me degollaron los Reyes Magos antes de tiempo. Crecí escuchando a Luis Sandrini, Niní Marshall, Los grandes del buen humor, Pepe Iglesias y a Ochoa. La risa era, entonces, el epílogo grato de una historia bien construida, sin la prepotencia de la necesidad de hacer reír forzadamente. Y con agresividad, como hoy.'
-'Muchos me preguntan qué pasará con el folclore, si volverá a ser lo que fue. Para el resurgimiento habrá que renovar el repertorio. Y las caras. Yo mismo no tengo descendencia artística, lo que no es bueno, por cierto: no veo a ningún joven que reuna las condiciones para que le pase la posta.'”
Navidad argentina por Luis Landriscina
Luis Landriscina en el festival de Cosquín 2010
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