Espectáculos

HACE 10 AÑOS MORÍA LIBERTAD LAMARQUE

El 12 de diciembre de 2000 falleció Libertad Lamarque, una de las artistas argentinas más importantes y conocidas en América. Cantante de tango, actriz de teatro, cine y televisión, tuvo una prolongada carrera iniciada en los años '20, y seguía trabajando al momento de su muerte. Vivió muchos años en México, donde debió emigrar tras una famosa pelea con Eva Perón. Fragmentos de Libertad Lamarque confiesa que ha vivido, entrevista de Ernesto Schóó en el diario La Razón del 31 de agosto de 1986.

   “¿Y en el teatro, cuál fue la primera canción? 'Entretelones'. Pero lo que más me gustó cantar, en Madre Tierra, de Alejandro Berruti, fue aquello de: Bajo el alero escarchado/ encontré esta madrugada/ una palomita helada...'. El canturreo la vuelve al tiempo aquel y sigue, todas las luces prendidas en los ojos vivaces: 'Después, en una revista, Olinda Bozán, María Teresa Borda y yo, salíamos de marineritos -cantábamos en trío y después de cada una hacía un sólo- con aquellos de: Somos tres tauras/ somos conscriptos... Pobre, trataba de un malevo jovencito, le había tocado hacer el servicio en Marina pero a él no le importaba, total eso le daba más arrastre con las minas y dos años pasan volando si uno baila bien el tango'.
   Siempre hay una canción, le digo, que para cada uno de nosotros significa algo muy importante: esa melodía y esos versos que algunos desdeñarán por ínfimos, para otros son, justamente, hitos de una vida. En su caso, personalmente, ¿cuáles han sido esas canciones? '¡Tantas! -suspira, y reflexiona-. Me he emocionado hasta las lágrimas, de veras, con la letra de Mis harapos (canturrea: Caballero del ensueño, tengo pluma por espada...) ¿Sabe qué significó mucho para mí? El relicario. Porque yo siento mucho lo español, a través de mi mamá. La fui a escuchar varias veces a Raquel Meller, la creadora de El relicario. A escucharla y al verla, porque ella actuaba sus canciones de una manera muy especial. ¿Sabe qué le copié a la Meller?'. Se inclina hacia adelante, vuelca la cabeza a un lado, agachándola, cierra los ojos y subraya la expresión de tristeza llevándose una mano -una de sus manos tan bellas y expresivas- a la frente, pero no rozándola con la palma sino con el dorso. 'Usted lo habrá visto muchas veces en mis películas', sonríe ahora, con travesura.
(…)
   El arte de la actuación la apasiona, casi habla más de él que de la música. Tal vez por eso se llevaba tan bien con Luis Saslavsky, el refinado director de cine, excelente conductor de actores, que reveló una Libertad Lamarque distinta, capaz del melodrama de calidad (Puerta cerrada, La casa del recuerdo) y de la comedia brillante (Eclipse de sol). '¿Cuál de mis películas me gusta más? No querría ser injusta, pero creo que es La casa del recuerdo. Por ejemplo, me había consustanciado de tal manera con mi personaje que me pasó algo insólito, escuche. En una escena en que la protagonista tenía uno de sus primeros ataques de alucinación, cuando creía escuchar esas campanas que la enloquecían y corre a su pieza porque se siente mal, de forma inconsciente y sin estar marcado en el libreto, al entrar en la pieza cerré la puerta con llave; y pasado el ataque, cuando quise salir, me sorprendí de verdad al encontrarme encerrada. Y Luis Saslavsky, que detrás de la cámara había presenciado todo, me dejó hacer sin interrumpirme, porque comprendió enseguida que yo estaba como en trance. Yo lo adivinaba a él y él a mi, sin necesidad de hablarnos.
(…)
A pesar de las muchas películas, el teatro le gusta más. 'El teatro es un juego divino', define. Y ante la evocación de su inolvidable Hello Dolly!, se pone algo nostálgica y dice: 'Volvería a hacer ahora mismo Dolly, ya lo creo que sí. No se olvide de ponerlo: me siento con ánimo y energías como para hacer Dolly de nuevo. Y eso que durante toda la temporada tuve un catarro feroz. ¿Le cuento algo que me pasó por entonces? Yo estaba en México cuando firmé el contrato, me mandaron el libreto, volví a la Argentina con la letra aprendida, todo perfecto. Pero estuve grabando en Canal 13 y justo sobre mi cabeza había una boca de aire acondicionado. Me mató: me resfrié, yo pensaba que para siempre. Y un día en que estaba grabando las canciones de Dolly, para descubrir los defectos y mejorar -lo que podía, porque estaba muy acatarrada-, al rebobinar la cinta casi me muero: era un horror, la voz se me iba al sótano, toda temblona, imposible. Desesperada, lo llamé a Daniel Tinayre, el productor, y le pedí que viniera urgente a casa, que pasaba algo gravísimo. Vino Daniel volando, yo al borde del colapso, 'mirá lo que pasa', le digo y le hago escuchar la cinta. Y él, que me dice una mala palabra: 'Pedazo de... ¿no ves que te has olvidado de cambiar las pilas del grabador?' Entre risas, Libertad observa: 'Fíjese, esta anécdota no está en el libro porque acabo de recordarla ahora. Tengo que anotarla”.

Volver, interpretado por Libertad Lamarque


Libertad Lamarque y Agustín Lara - Pecadora


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