El 4 de octubre de 1970 murió la cantante de rock y blues Janis Joplin. Poco menos de un lustro le bastó para convertirse en el principal símbolo femenino de la contracultura de la década de 1960 y en la primera mujer gran estrella de rock. La recordamos con La heroína fue la heroína, breve artículo publicado en la revista Primera Plana, nº 402 del 13 de octubre de 1970.
"En enero de este año la revista Rolling Stone anunciaba en primera plana que Jimi Hendrix había sido detenido en el aeropuerto de Toronto, Canadá, por posesión de drogas. Nada de románticas marihuanas: drogas pesadas, es decir, opiáceos, más concretamente, heroína, la blanca heroína de una negra historia. La droga que acabó con Charlie Parker y también con Bela Lugosi. Y, desde hace pocas semanas, con el propio Jimi Hendrix.
Ahora fue el turno de Janis Joplin, la blanca cantante de blues, la que nunca fue terminada de aceptar por los entendidos. Lo de siempre: una overdose, sobredosis que parece ser siempre la meta buscada y de la que, a duras penas, logró salvarse William Burroughs, para muchos el mejor novelista de la tragedia que, de americana, amenaza con ser mundial.
Janis Joplin había nacido en Port Arthur, Texas, hace 27 años. Encandilada por Besie Smith, Billie Holliday y Odetta, chocó contra los blues, los blues negros y urbanos. Comenzó a cantar con Big Brother, quien la empujó a los gritos, a los escalofriantes chillidos, Otis Redding terminó de convencerla que estaba en el buen camino. Pero los críticos nunca la aceptaron; sólo a su orquesta, la de Luis Gasca. Horas antes de su muerte, Donovan se casaba con la viuda de Brian Jones, el trágico desertor de los Rolling Stones. Janis deja una dirección, 6121, Sunset Blvd., Los Angeles, California. Jimi no vivía tan lejos: 4000 Warner Blvd., Burbank, California 91503. El cartero llamará dos veces. O ya llamó."
Janis Joplin - Piece of my heart
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