Fútbol

RACING INAUGURA EL 'PRESIDENTE JUAN PERÓN', SU NUEVO ESTADIO

El domingo 3 de septiembre de 1950 se inauguró la nueva cancha del popular club de Avellaneda. Fue sede de los primeros Juegos Panamericanos y alojó finales de Copa Libertadores, Intercontinental y Recopa Sudamericana. El estadio comenzó a edificarse en 1947, luego de un préstamo gubernamental otorgado por el ministro de Hacienda Ramón Cereijo. En el primer partido Racing derrotó a Vélez por 1 a 0, con gol de Llamil Simes. Fragmentos de El estadio y nada más, nota de Félix Frascara publicada en la edición nº 1622 de la revista El Gráfico del 8 de septiembre de 1950.

   "Con el partido del domingo quedó habilitado el nuevo y grandioso estadio 'Presidente Perón', del Racing Club. Se levanta en el mismo solar que siempre ha ocupado para su campo de deportes la muy prestigiosa institución de Avellaneda. Claro que está que, salvo el lugar, nada se parece ni recuerda al escenario anterior. Esta cancha de fútbol que incorpora el deporte argentino a su riquísimo caudal de obras realizadas para atender una fervorosa inclinación popular constituye una legítima prenda de orgullo para todos los argentinos. La verdad es que no se sabe qué admirar más, si la magnificencia del estadio o el buen gusto de sus líneas. En una nota anterior nos hemos referido con detenimiento a los distintos planos y aspectos de la obra, presentando además una serie de fotografías. Sólo nos resta ahora, pues, referirnos a la maquinaria puesta en marcha, es decir el estadio en funcionamiento para un gran partido. Lo fue el domingo desde el punto de vista del acontecimiento, ya que no en la faz deportiva. Pero de ésta nos ocuparemos más adelante. Con motivo de la habilitación del estadio y con el propósito de satisfacer la curiosidad por conocerlo acudió una cantidad de espectadores muy superior a la que, en condiciones comunes, hubiera atraído el encuentro entre Racing y Vélez Sarfield, sobre todo si se considera que esta último debe integrar su cuadro con jugadores de reserva como consecuencia de los castigos colectivos impuestos por los incidentes producidos en el match con Huracán. Esa enorme cantidad de aficionados, que dejó una recaudación de $ 92.991,50, tropezó con algunas dificultades sin importancia, que pueden aceptarse como lógicas en una reunión inaugural, cuando todavía quedan tornillos sin ajustar en el complejo engranaje de una organización tan vasta. Pero por encima de tales tropiezos el público encontró comodidades y ventajas que deben señalarse: el orden establecido para adquirir los boletos de entrada, la muy acertada medida de que las boleterias se encuentren ya en pasillos interiores la cantidad de entradas que se habilitarán, la perfecta distribución y señalamiento del acceso a las distintas tribunas, la cantidad de bocas de ingreso a las graderías, que permite acelerar también el trámite de la retirada, la cómoda dimensión de los escalones, la perfecta visualidad del campo de juego desde cualquier ángulo y localidad, son todas indiscutibles virtudes del flamante estadio.
   Ahora, como cada cual debe tratar especialmente la parte que más le interesa, diremos que en lo que atañe a ubicación e instalación del recinto para la prensa hemos advertido algunas imperfecciones que pueden ser subsanadas sin mayor esfuerzo, acaso mediante el traslado a otro lugar del estadio. El domingo vimos bien el juego; en ese aspecto no podemos quejarnos. Las fallas que encontramos son las que más estrechamente se refieren al cumplimiento de la misión profesional: no hay pupitres para escribir, no hay lugar donde instalar los teléfonos que se necesitan para la información inmediata, no hay comunicación directa ni fácil acceso a los vestuarios o a alguna oficina donde pueda recabarse cualquier noticia de interés. Y, como detalle que consideramos también de importancia, sería conveniente que el palco de prensa estuviera aislado o bien delimitado su emplazamiento.
   Estas objeciones no alcanzan, en modo alguno, a desmerecer la impresión magnífica que deja en el cronista la vista del estadio, toda una obra de arte puesta al servicio del deporte y una imponente demostración de pujante progreso."




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