El lunes 15 de agosto de 2005 Diego Maradona debutó como conductor del programa La noche del 10, que transmitía Canal 13. Entre los invitados destacados de esa primera emisión estuvieron Pelé, Gabriel Omar Batistuta y María Grazia Cuccinota. Las opiniones de Ricardo Darín y Roberto Fontanarrosa publicadas en la revista Veintitres el 18 de agosto de aquel año.
LA MIRADA DEL DIEZ
Por Ricardo Darín
El mejor momento que viví el lunes 15, en el debut de Maradona como conductor, sucedió un minuto antes de que el 10 saliera a la cancha. En medio de esa vorágine de la televisión en vivo, con amigos y productores que le daban consejos, bailarinas y músicos que daban vueltas por ahí, rodeados de maquilladoras, técnicos y asistentes, antes de que se abriera la puerta del estudio, Diego se dio vuelta y me clavó la mirada. Fue una de esas miradas de complicidad, de conexión. Me emocionó mucho. Lo demás es puro show.
Hubo, también, momentos raros; desajustes típicos de un primer programa. Todos los invitados teníamos la consigna de cubrir cualquier eventual bache. Y estábamos tan comprometidos con ayudar a Diego a que todo saliera bien que se nos fue la mano. Terminamos hablando todos juntos. Eso sí: hacía el final viví mi mayor sorpresa. Quedé como suplente de Pelé en el fútbol-tenis. Parece que el Rey no se quiso poner los cortos y me pusieron a mí en el equipo de Batistuta para jugar con Diego y Gaby Sabatini.
La producción tuvo que conseguirme pantalones y zapatillas porque yo no había llevado nada. Perdimos, pero no importa. Ahora tengo una anécdota inolvidable para contarles a mis nietos.
COMO LOS GATOS
Por Roberto Fontanarrosa
El programa de Diego fue una enorme satisfacción de verlo bien. Una alegría inmensa al verlo entero luego del proceso de deterioro tan marcado que sufrió. Eso certifica su poder de recuperación. Recuerdo que una vez Valdano me comentó que Diego, en el terreno futbolístico, era como los gatos. ‘Se lame y se cura’, me dijo. Es cierto: tenía unas lesiones terribles por golpes, patadas brutales, tirones, torceduras, lo que sea. Y el tipo se curaba y jugaba. Ahora veo que Maradona es como los gatos pero no sólo en el terreno futbolístico. Viendo La noche del 10 comprobé algo que ya había percibido hace un tiempo: la desenvoltura y la capacidad que tiene para estar frente a una cámara. Muchos van a decir que es comprensible, ¡Si desde los 15 años que tiene un micrófono de periodista adosado para ver qué dice! Pero atenti, ¡Hay que estar frente a una cámara más de dos horas, eh! Diego habla bien, cuenta bien y es un seductor nato. Otra de sus grandes ventajas es que consigue cualquier cosa. Que esté el que no está en ningún lado, que todos le digan que sí. No sé si vendrá Fidel Castro, pero estoy totalmente seguro de que va a contestarle el teléfono para salir al aire.
Imágenes del primer programa
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