Dictadura 1976-1983

ASESINAN A JUAN JOSÉ TORRES

El 2 de junio de 1976 fue hallado el cadáver del ex presidente boliviano Juan José Torres, quien se encontraba exiliado en la Argentina y había sido secuestrado el día anterior. Militar de profesión, durante el gobierno del general Ovando (1969-1970) empezó un lento viraje hacia la izquierda. En octubre de 1970 resistió el golpe de militares de derecha y apoyado por la Central Obrera Boliviana (COB) asumió la presidencia. Luego de un breve mandato, en agosto de 1971 Torres fue derrocado por un golpe de estado liderado por el coronel Hugo Banzer. Tras residir en Lima se radicó en Buenos Aires. La crónica de ¿Quién está detrás de todo esto?, nota publicada en la revista Gente, nº568 del 10 de junio de 1976.

"El país enfrenta un hecho gravísimo. El ministro del Interior ha denunciado que hay una campaña del terrorismo internacional para desprestigiar a la Argentina en un momento clave del proceso de reorganización nacional, precisamente cuando tiene que fortalecer su paz interior y su imagen en el exterior. Además de los asesinatos de Torres y Michelini, del secuestro de Pita y de los 31 atentados ocurridos desde el 24 de marzo, desde 14 países llegan a diario cartas que reclaman la 'liberación' de presuntos detenidos políticos que ni siquiera han estado como turistas en el país. Las cartas (1.956 en dos meses) se parecen sugestivamente. Algunos de sus detalles (la impresión, por ejemplo) revelan que detrás de ellas se mueve una poderosa organización con ramificaciones en casi todo el mundo. Aquí están las pruebas.

El martes primero de junio un ex presidente extranjero fue asesinado en la Argentina.
Nombre: Juan José Torres.
Grado: general.
Último cargo: presidente de la República de Bolivia.
Las cosas sucedieron así, minuto a minuto.

• MARTES, 9 HORAS: En su casa de Paraguay y Pueyrredón, una hora después de levantarse, mientras desayuna el general Juan José Torres le lee a su mujer, Emma Obleas, la última carta que ha recibido de sus hijos Juan José (23 años) y Jorge (19 años), que estudian ingeniería en Alemania. En la carta, los hijos de Torres anuncian que viajarán a Buenos Aires a fin de año, para pasar las fiestas con sus padres.
• MARTES, 9.30 HORAS: Torres se prepara para salir. Le dice a su esposa que va a ir primero a la peluquería (Larrea y Mansilla, local al que va desde hace dos años), y después a la redacción de la revista Estrategia (Córdoba 864) para hacer una visita de pésame a su director, el general (RE) Juan Enrique Guglialmelli, que acababa de perder a su madre. Torres y Guglialmelli eran muy amigos.
• MARTES, 10 HORAS: Torres sale de su casa. Debe recorrer apenas 80 metros hasta el garage de Ecuador entre Charcas y Paraguay, donde guarda su auto, un Ford Falcon.
• MARTES, 10 HORAS: Desde hace más de una hora y media, en la esquina de Paraguay y Ecuador hay estacionado un coche Peugeot 504 de color blanco, aparentemente descompuesto. Dentro del coche hay cuatro personas jóvenes. Uno de ellos tiene barba. Otro, anteojos oscuros.
• MARTES, 19 HORAS: Emma Obleas, la mujer de Torres, alarmada por la demora de su marido, va hasta la redacción de la revista Estrategia. Allí se entera de que la visita de Torres a Guglialmelli no se había concretado. 'Torres no estuvo por aquí', le dicen.
• MARTES, 19.30: La mujer va a la peluquería. El peluquero le dice lo mismo: 'Su marido no vino para nada'.
• MIÉRCOLES, 2 HORAS: Emma Obleas denuncia en la comisaria 19 la desaparición de su marido. Dice que no había recibido amenazas, que no mantenía contactos de tipo político, que se dedicaba al estudio y a la música, que no tenía apremios económicos (cobraba sueldo de ex presidente) y que dos o tres veces iba a la sastrería del hermano (Rincón al 900) y lo ayudaba a diseñar ropa para hombre.
• MIÉRCOLES, 3 HORAS: En el restaurante El Tropezón, donde Torres comía muy seguido, nadie lo ha visto ese día.
• MIÉRCOLES, 20.30 HORAS: El peón de una chacra encuentra el cadáver de Torres. Estaba en un camino suburbano, a 24 kilómetros de San Andrés de Giles, debajo de un puente que los lugareños llaman Puente de Fierro, que atraviesa el Arroyo de Giles. Tenía los ojos vendados, las manos atadas, tres balazos en la cabeza. Vestía un traje azul.
En el interior del traje, una etiqueta: 'New York-Paiva-La Paz,Bolivia'.
• JUEVES, 9 HORAS: El ministerio del Interior confirma el asesinato de Torres.
• JUEVES, 12 HORAS: El presidente de Bolivia, general Hugo Banzer, condena el asesinato y decreta duelo nacional.

UNA PREGUNTA QUE NOS HACEMOS LOS ARGENTINOS

Desde el 25 de marzo hasta el 4 de junio, la subversión produjo 31 atentados: asesinatos, secuestros, bombas. En sus últimas acciones hubo una clara tendencia: atentar contra personajes notorios, prominentes Iogrando así una mayor conmoción. Los hechos se agudizaron a medida que el país Iograba conquistas importantes: frenaba lentamente la inflación, asistía a la reunión de delegados y cancilleres de la OEA en Santiago de Chile, asistía a la reunión de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en Ginebra, recibía a miembros del BID y se aprestaba, por intermedio del ministro José Alfredo Martínez de Hoz y su equipo, a viajar a Europa y Estados Unidos para concertar importantes tratados vitales para la economía del país. En ese momento, exactamente en ese momento, la violencia puso sus motores al máximo. La intención de desprestigio y de entorpecimiento denunciada por el ministro del Interior es clara, rotunda, inequívoca. Mientras, los argentinos nos preguntamos: ¿A quién le conviene todo esto?".

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