22.6.10

Rugby

A 25 AÑOS DEL PRIMER TRIUNFO DE LOS PUMAS SOBRE FRANCIA
El 22 de junio de 1985, en el estadio de Ferro Carril Oeste, el Seleccionado nacional derrotó por 24 a 16 a su par europeo por primera vez en la historia. Justamente ambos combinados volverán a verse las caras el próximo sábado 26 de junio, en la cancha de Vélez Sarsfield y en el marco de un test match internacional. El recuerdo del logro en la crónica de Nicanor González del Solar, publicada en la revista El Gráfico n°3429 del 25 de junio de 1985.




"Tardaron mucho en irse de la cancha. Tan grande era la emoción que Los Pumas no advirtieron que los franceses los esperaban en la entrada del túnel. Hicieron una doble fila y querían honrar a los ganadores del primer test-match. Pero los argentinos estaban eufóricos por la victoria y no querían dejar ese campo de Ferro, incorporando definitivamente a la historia grande de nuestro rugby.
Después, cuando se terminaron los abrazos y los saludos al público (que permaneció de pie, aplaudiendo, hasta que se retiró el último de los internacionales), hubo una reunión muy íntima en el vestuario. Sólo Silva, Guastella, Otaño, Cacho Martínez y, por supuesto, los jugadores. El técnico, emocionado, les agradeció lo que habían hecho, la satisfacción que le habían dado. Pero los puso en guardia: no había que perder la humildad ni descuidarse. Habían ganado un partido altamente significativo, pues era la primera victoria ante Francia. Pero ese logro se transformará en hazaña si lo repetían el próximo sábado. Por eso, Pochola les puso los pies en la tierra: `Festejen este sábado y descansen el domingo con sus familias. Pero el lunes, al mediodía, los quiero en el campo de Liceo Naval para volver a entrenarnos con ganas...´
En seguida la calma, no exenta de emoción, pues los protagonistas recordaban los hechos del partido y los comentaban a los amigos que llegaban al vestuario. Había comenzado la expansión, la batalla quedaba atrás.

Un partido memorableFrancia había deslumbrado en los encuentros previos cuando brilló su capacidad ofensiva, ayudados por las ventajas que les dieron SIC, Cuyo y el Seleccionado de Buenos Aires. En cambio, Tucumán mostró el camino. La fiereza, la presión y la valentía fueron los atributos que volcaron los tucumanos en la cancha del Club Atlético Concepción, en la Banda del rio Salí. Gracias a esa personalidad, los galos perdieron el primer período por primera vez, ya que Tucumán prevaleció 7-4. Si bien en el complemento creció Francia (que apoyó cuatro tries y ganó, en definitiva por 24-7), los hombres capitaneados por el `Gallo´ Cabrera y dirigidos por Alejandro Petra demostraron que, cuando se los presiona, los franceses pierden su compostura y son falibles como cualquiera.
Confieso que tenía mis dudas sobre el carácter de Los Pumas. Por supuesto, sabía que Porta, Ure, Branca o Bernardo Miguens resultaban una incógnita. En el pie juntillas en Jorge Allen, para mí el mejor tercera línea argentino de los últimos años. Pero Annichini, Juan Lanza, Cuesta Silva, Turnes y también Javier Miguens resultaban una incógnita. En el caso de los debutantes, habría que ver cómo se adaptaban a un partido especial, observados por 30.000 espectadores y sin margen para el error. Respecto de Javier Miguens, el temor surgía de la distensión de ligamentos que lo había molestado en los últimos tiempos. Nos constaba que, en Mar del Plata, había sentido dolores que no le permitieron jugar cómodo.
Las aprensiones sumaban a los dos pilares. Si bien DIego Cash y Fernando Morel son los mejores de Buenos Aires (y, luego de verlos ante Francia, del país), dan ventajas porque no son pesados. Mientras los pilares argentinos andan por los 95 kilos, Francia presentaba dos hombres de 103 y 108 kilos. Era lógico pensar que esa diferencia de volumen le permitiría dominar los scrums a los galos.
Por suerte, nada está determinado en el deporte. Si bien Francia `robó´ tres scrums lanzados por los argentinos, sólo privaron al final del cotejo. Los Pumas, por el contrario, birlaron una pelota clave: la que consiguieron en un scrum a cinco metros, tras ser puesta por Berbizier. El flaco Ure se levantó y llegó al ingoal, a pesar de la oposición de Berbizier y de Lescarboura. Durante el resto del partido, Francia no privó en los fijos y careció de un dominio que descontaban de antemano.
Lo mejor de los argentinos fue su concentración y su humildad. Sólo una vez se descuidaron y Blanco apoyó un try. La jugada nació en un scrum y el nº 8 Joinel se levantó, Petersen se quedó en la formación y el tercera línea francés habilitó sin problemas al `Pelé del rugby´, que entró a toda velocidad y superó el cierre de Javier Miguens. Pero fue la única desatención.
(...)

Con garra hasta el final!No se crea que la victoria se logró con facilidad: Francia reaccionó en el segundo tiempo y se acercó en el tanteador. Llegó el try de Blanco y la conversión de Lescarboura. Porta aumentó con un penal, pero Lafond dejó el score en 18-16. Allí terminó, porque no sabíamos hasta dónde podían aguantar. Se había ido Annichini, lesionado. Entró el gemelo Pedro Lanza y marcó un record: por primera vez dos mellizos representaban simultáneamente al rugby argentino. El partido se complicaba porque el scrum no tenía la contundencia del primer tiempo y, en el line, Condom consiguió varias pelotas. Sin embargo, Los Pumas no perdieron la entereza ni la concentración. Justo en ese momento, cuando estaban con apenas dos puntos de ventaja, afloró la garra. Allen, Ure, Branca y Milano dejaban el alma en cada pelota suelta. Los tres cuartos se duplicaban y hacían relevos significativos, porque cubrían sectores libres. Otra vez apareció la presión y Porta tuvo dos oportunidades más. El `Maradona ´ (así lo saludaba la tribuna) del rugby convirtió dos penales y fijó el resultado final: Los Pumas 24, Francia 16. Por primera vez. Un resultado que se buscaba desde 1949, después de 14 derrotas y 1 empate."

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