25.3.10

Espectáculos

EL RECUERDO DE LOLITA

El 26 de marzo Lolita Torres cumpliría 80 años. Comenzó su carrera como cantante de música tradicional española cuando era una niña de once años. También se presentó en teatro, televisión y cine, donde llegó a actuar en 17 películas. A través de ellas alcanzó gran popularidad en América latina y España, y curiosamente, en la Unión Soviética, convirtiéndose en una de las primeras artistas argentinas en presentarse en ese país. Madre del cantante Diego Torres, falleció en 2002. A continuación, Ya no soy más la Lolita del mantón y las castañuelas, entrevista de Eduardo Rafael publicada en la revista La Maga, nº 33 del 26 de agosto de 1992.






"-¿Cómo es eso de seguir vigente, Lolita?
-Un día dije: voy a escribir un libro con la historia de mi vida artística. Y no lo pude hacer porque afortunadamente sigo en actividad. Tengo proyectos nuevos y me di cuenta de que escribir sobre lo mío era como volver hacia atrás. Al mantón y a las castañuelas. Y lo postergué por que tengo hijos que me continúan. Eso me obliga a vivir actualizada.
-¿Qué es vivir actualizada?
-Vivir actualizada, en mi caso, es demostrar que a determinada edad una cantante puede y necesita hacer otras cosas, intentar otro repertorio. Por eso di un concierto de tangos en el teatro Alvear, después estrené obras de Ariel Ramírez, actué en el Luna Park junto a Charly García, León Gieco, Mercedes Sosa, Patricia Sosa, Víctor Heredia, pero también con mis hijos.
-¿Cómo arma el repertorio?
-Siempre fue igual: escucho un tema, lo mastico y recién después, si estoy convencida, lo hago. En cada actuación no canto más que uno o dos temas españoles. Yo percibo el afecto de la gente y eso me respalda para ofrecerle una variedad musical que a mí me parece buena.
-¿Cómo nació su afición por lo español?
-Eso sí que no lo puedo explicar. Y no puedo porque no lo sé. Yo nací como se nacía antes: en la cama de los abuelos. Pero en Avellaneda, ahí nomás, muy cerca del Mercado de Abasto. Y mis padres eran argentinos. La sangre española venía por el lado de mi abuela materna, que era de Galicia y de mi abuelo paterno, hombre de Pamplona.
-¿Se acuerda de su debut?
-Cómo no me voy a acordar si apenas pasaron cincuenta años. Yo tenía once, fue en el teatro Avenida, donde actuaba la compañía Maravillas de España que tenía entre sus figuras a Los Amaya, a Pepita Llaser, una cantante que se especializaba en las jotas aragonesas y a una cantante mexicana muy popular entonces, Ana María González. Debuté de las manos de mi padre y acompañada por el maestro Zarzoso, pero antes hubo otra historia. Aparecí en Radio Splendid. Me presenté a rendir una prueba. Tenía mucha decisión y ninguna inhibición. Había hecho bailes y danzas porque a mi padre también le gustaban los deportes, los ejercicios físicos, y él pensaba que para una niña el mejor de todos era la danza. En la radio me preguntaron qué hacía y dije: 'Yo canto'. '¿Qué cantás?' 'Las cosas de Imperio Argentina.' Arranqué a capella con un tema español. Les llamó la atención mi afinación y mi entonación, porque era española solamente cuando cantaba, cuando hablaba no. Lo cierto es que allí estaba Manolo Perales, un actor español quién admiraba que hizo mucho cine en la Argentina, y él me hizo el contacto con el maestro Zarzoso. Por eso llegué al Avenida. Eso fue allá por el 42, o no, todavía estábamos en 1941. En el Avenida me anunciaron como recién llegadita de España...
(...)
-¿La radio era importante en la vida de un artista?
-Fundamental. Porque llegaba a todas partes, no sólo de nuestro país sino también a los limítrofes. Hice nueve años consecutivos en Radio El Mundo, allí en Maipú 555. Entrar a ese edificio era como hacerlo en una catedral. En ese entonces estaba en manos de los ingleses de la Editorial Haynes. Las audiciones se hacían con público y cada emisora tenía su orquesta estable, en las que llegaban a tocar hasta treinta músicos bajo la batuta de grandes maestros como Castellanos, Dajos Bela, Balaguer y Guillermo Cases. Con todos ellos canté hasta que impuse a mi propio director y llevé al maestro Zarzoso.
(...)
-Es tiempo de que lleguemos al cine...
-Si hablamos de cine empecemos por el año 50, cuando los hermanos Carreras me vieron actuar en el Goyescas y me ofrecieron ser la damita joven en Ritmo, sal y pimienta. Hasta entonces mi padre se había mostrado poco entusiasmado con el cine y no porque él fuera un hombre de teatro. Es que mi padre fue mi director, él estuvo siempre al lado mío. Mi madre murió en el 45 y yo era única hija. Mi padre se llamaba Pedro Torres y había sido empleado del ferrocarril. Bueno, él se preocupaba por cuidar mi garganta y mis estudios secundarios. Quería que los terminara. Lo conseguí rindiendo como alumna libre. Fue mi padre quien me vinculó a Angel Mentasti, por él entré a Sono Film y allí hice La mejor del colegio. Después llegué a filmar veinte películas más, algunas con tanto suceso que llegaron a permanecer hasta cuatro meses en las salas de estreno."

Lolita Torres canta "Filosofía barata y zapatos de goma" junto a Charly García en el Luna Park:



Lolita Torres canta "Lejos de España"



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