El 17 de mayo de 1953 nació en Roma el músico italiano más importantes del rock argentino. Radicado en la Argentina a comienzos de los '80, fue la voz y líder de Sumo, unos de los grupos fundamentales del rock nacional. Su recuerdo, en fragmentos de “Cada cual tiene su propia jaula”, nota de David Wroclavsky en el suplemento Sí del diario Clarín del 18 de julio de 1986.
“La nota la hicimos en el zoológico, esa especie de cementerio de animales vivos y, por eso, es una entrevista con un cierto halo de tristeza. Ese mismo halo que envuelve a Luca cuando habla. El mismo halo que envuelve a quien habla con él. Entramos al zoo. Es un día de semana a eso de las tres de la tarde. Una típica buena tarde de invierno con mucho sol y poco frío. Luca deja un bolso totalmente destruido sobre un banco, ya dentro del jardín, y se saca la campera. Tenía puesta una camisa fea. Se la cambia por un chaleco de lana tejido por su 'amada novia'. Se cuelga su amuleto y al grito de '¡Viva Rivadavia!' comenzamos a caminar entre las jaulas. -¡Uyyyyy! Mirá: un tigre encerrado... No, no, no..... Yo amo a los animales, no puedo verlos encerrados. Yo nunca vine al zoológico aquí porque pensé que me iba a dar mucha tristeza y veo que es así... Pero no importa, empecemos con la nota.
-Bueno
-Esperá que me pongo un poco serio...
-¿Podrás?
-No, es muy difícil. Yo tengo fama de no ser un tipo serio porque no soy serio. Los petisos tienen fama de ser petisos porque no crecieron más y se quedaron chiquitos. Si se dice algo de alguien por algo debe de ser.
-¿Y de qué más tenés fama?
-¡Uf!, de ser un reventado... de ser culto...
-¿Y sos un reventado culto?
-Un poco culto soy. Sé un poco de todo. Y de lo de reventado... nada, es verdad. Soy un reventado.
-¿Porqué?
-Mirá (señalando a un halcón de porte guerrero, dueño de una mirada impresionante). Vos me podés preguntar: ¿por qué sos un reventado? Bueno, ahí tenés una buena explicación. Un halcón encerrado en una jaulita de mierda. Ese animal tiene que estar ahí -dice señalando con fuerza hacia arriba-, en el cielo. Por eso soy un reventado.
(...)
-Hay quienes dicen que sos un traidor. Cierta parte del público 'underground' que seguía al grupo hace cuatro o cinco años hoy lo odia...
-Sí, ya sé, eso es porque tuvimos éxito y ya no somos más de ellos solos. Somos de otra gente también. Es como si vos tenés un anillo que requerés y de repente tu madre te dice: '¡Prestárselo a tu hermano!' Ahí, ese anillo ya no es tuyo solo y entonces lo querés menos. No me importa que digan que soy un traidor. ¿Qué sé yo...? Que me digan: '¿Qué hicieron los Beatles en Hamburgo...? ¿Qué hicieron...? ¿Qué hicieron Pink Floyd en Londres...? ¿Y los Sex Pistols en el 100 Club de Londres...? ¿Qué hicieron? ¡Eh! Y ahora todo el mundo los quiere... Se murió Sid Vicius y todos dicen que es un genio...'
-¿Y vos suponés que de acá a diez años todo el mundo te va a querer?
-Sí, yo pienso que sí... Soy un buen tipo... Aunque no todos piensan lo mismo y me den piñas por la calle. Por ejemplo ahora me duele toda la cabeza y tengo una costilla rota.... Me pegaron una vez para robarme y otra vez por envidia.
(...)
Nos acercamos a las jaulas de los monos. Delante de la jaula, y antes de la baranda que nos separa de un impresionante babuino que parece haberse maquinado la mañana, hay un cartel que dice: 'Estos monos son peligrosos y pueden lastimar seriamente a los niños'. Luca lo mira y se ríe.
(...)
-¿Y cuál es tu jaula?
-¿La mía? Son las cosas que me pasaron cuando era chico... Aquello de ¡Viva Freud! y otras cosas...
-Cosas de ahora...
-Sí, éste es un país de jaulas. Yo aquí me encontré con más gente enjaulada que en otros lugares del mundo. Hasta yo les parezco libre... Y con eso te digo todo...
(...)
De repente se acerca un pájaro -uno de los pocos que están sueltos. Es realmente hermoso, enorme y con una especie de cresta casi punk sobre su cabeza. El animal observa. Luca comienza a acercarse a él y tras unos minutos de seducción comienza a acariciarlo. Le habla en otro idioma. No es ni italiano ni inglés ni español.
-Bingui bongo bingui con los animales...
-¿Tenés una onda muy fuerte con los animales...?
-Sí, yo los requiero y ellos me requieren a mí. Hay que cultivar las relaciones y las ondas con los bichos. Estos son muy mansos... Yo los conozco, son de la parte oriental de África, Uganda, Kenia, Tanzania...
-Pero hay también una cuestión de piel...
-Seguro, éste no se deja tocar por un niño tonto. El animal percibe todo...
De pronto, un mono babuino aparece ante nosotros. Es rarísimo. Enorme.
-¿Estás mucho más cerca de muchos animales que de algunos hombres...?
Seguro... Mirá, hay gente de conjuntos punks que se disfrazan para parecerse a él (señala al babuino). Pensá en los heavy metal y en los punkies... ¡Miralo! Mirá la cara que le dio Dios. Es dos mil veces mejor que la mía o que la tuya. Pero es un mono, no es ningún punk ni se disfraza de nada... Dios lo hizo así.
Nos acercamos de a poco a la jaula de los cóndores y de los halcones más grandes. Están todos juntos en una jaula de no más de treinta metros cuadrados. Luca pone cara de odio. La pregunta obligada...
-¿Vos qué harías con estos animales?
-¿Yo? Yo los dejaría sueltos... Miralos, pobres. Esos se quedan horas planeando arriba de montañas... Me marea ver esto. Los zoológicos siempre son tristes. Por ejemplo en Londres -lugar innombrable- las jaulas de los cóndores son como cien veces esto. Típico de los ingleses, lo hacen mejor pero es igual... (risas). Yo viví siete años en Londres, es lo peor, horrible...
Nos acercamos a un charco donde hay algunos patos nadando. Luca los mira, se agacha...
-Abongo... beeeee... Hay que hablarles en africano.
De pronto, baja la vista y, sobre la tierra, al lado de unos gansos, hay una remera verde con dos rayas color té con leche. Está sucia, Luca la levanta, la extiende, la mira, la dobla y la mete en su rotoso bolso. Parece que le gustó o que no tiene remeras.
-Después la tiro al lavarropas y a la lona. Me la llevo.
-¿Luca, que te pasa ahora?
-Nada.
-¿Y si alguien te pregunte, cómo estás?
-Le digo: 'Estoy mal y quiero ponerme mejor. Pero tengo la suerte de tener un trabajo que me gusta y una novia que amo. Pero igual estoy mal...'
-Por las jaulas...
-Sí, por las jaulas viejas. Por las jaulas de hace unos años. Yo no voy a psicólogos, no voy a psiquiatras ni nada...
(...)
-Luca, la última pregunta: ¿por qué te pelaste?
-Por eso, por lo que dice la canción. Por el asco que me da la sociedad...”
Versión en vivo de Criminal mambo, con los Redonditos de Ricota junto a Luca Prodan y Roberto Petinatto
Entrevista de Tom Lupo a los integrantes de Sumo
Nota relacionada:
0 comentarios:
Publicar un comentario