11.7.12

Política internacional

HACE 15 AÑOS EL CHE GUEVARA VOLVÍA A CUBA
El 12 de julio de 1997 los restos de Ernesto Che Guevara volvieron a Cuba. Había partido de la isla en octubre de 1966 para comandar la guerrilla en Bolivia. Luego de un año de campaña fue derrotado y asesinado por los militares bolivianos que lo detuvieron. Durante casi tres décadas su cadáver permaneció escondido, hasta que a mediados de 1997 fue hallado por el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF). Pocos días más tarde emprendió el regreso a su patria de adopción. El arribo, en tramos de La última batalla de Ernesto Guevara, nota de Martín Caparrós en la revista Trespuntos, nº 5 del 7 de agosto de 1997.



“El moreno Alfonso Gerardo, uno de los cantores nuevos más populares, cantaba a alguien que 'subía desde el Cono Sur/ y venía desde antes, / con el amor al mundo bien adentro'.Todos lo coreaban hasta que las palabras acallaron las palmas:
-¡Ahí está, ahí está!
Los rumores habían empezado temprano a la mañana. Alguien había hablado con alguien que había hablado con alguien que había visto a uno de los custodios del Comandante en el lugar donde iba a ser el acto: era probable que él pensara ir, decían.
En el acto de inauguración del XIV Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes había coreanos vestidos de ninja, japoneses de uniforme celestón, argentinos muy gritones, vietnamitas con sombreros pirámide, una nicaragüense rubia que varios acechaban, un viceministro zambio de dos metros cuatro, cuatro maoríes con las caras pintadas, cientos de cubanos con banderitas patrias, colombianos sobre zancos con banderas rojas, guineanas con todos los colores del África en sus telas, iraníes cubiertas por pañuelos negros, Madres de Plaza de Mayo, indios guatemaltecos, sikhs enturbantados y punkis alemanes, y todos se miraban con ligera sorpresa. Les resultaba raro pensarse como semejantes tan tan diferentes pero iguales, y los reconfortaba. Para eso habían venido: para reconocerse, entre otras cosas. Se los veía felices, exaltados. Abundaban las remeras y estandartes con la cara de Ernesto Guevara, y las cámaras de fotos. Quizás ya pasaron los tiempos en que uno podía asistir a los hechos históricos con la confianza de que otros los recordarían; ahora, si acaso, era mejor asegurarse esa memoria en 18 por 24, con revelado en tres horas, exhibidor y un rollo gratis.
El conjunto era bastante impresionante. En las escalinatas blancas neoclásicas de la Universidad, 136 jóvenes muy de blanco agitaban las banderas de sus 136 países. Más abajo, la mayoría de los 11.000 delegados al Congreso se frotaban los ojos. Poco antes habían soltado las palomas y ahora todos lo miraban a él:
-¡Pero sí, mira, es él, es él!
El Comandante en Jefe Fidel Castro, Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros y Primer Secretario del Partido Comunista de Cuba -como lo llama el Granma- tenía el aspecto de siempre, idéntico a sí mismo: el gorro verde, la chaqueta verde, la barba despareja cada vez más gris. Algunos gritaron Fidel, Fidel: otros no. En la escalinata, un locutor terminaba de decir que Cuba es el freno contra todos los totalitarismos del futuro y muchos gritaban y vivaban.
(…)
Díaz-Canell es el primer secretario del partido Comunista de Villa Clara, la provincia que incluye la ciudad de Santa Clara donde, según la canción, se quedaba la clara, la entrañable transparencia. Aquí van a terminar, en pocos meses, los huesos de Ernesto Guevara.
-El Che inmortalizó esta ciudad. Aquí fue su batalla más importante. Los santaclareños tienen sentido de propiedad patriótica sobre él.Y todo esto ha ido arrancando compromisos de fidelidad. Ahora nosotros no tenemos derecho a equivocarnos: tenemos que ser los mejores porque ahora sí, más que nunca, su ejemplo nos va a estar escrutando todos los días.
Dice Díaz-Canell en el Hospital Nuevo de Santa Clara, en una reunión de evaluación de la política sanitaria provincial, esta mañana, y los médicos y enfermeras asienten y escuchan. Ya han revisado el estado de los servicios y la posibilidad de inaugurar un par de dependencias nuevas.
-También tenemos que concentrarnos en la preparación del arribo de los restos inmortales del Che.Yo estuve en la base cuando llegaron y me quedé shockeado. Pero tenemos que ver cómo le transmitimos esa emoción a la gente.Todavía estoy insatisfecho con lo que hemos podido transmitir...
(…)
-Ahora vas a tener el privilegio de ver algo que muy pocos han visto.
Me dijo Díaz-Canell, más tarde, mientras me llevaba hasta el mausoleo del Che. Varios periodistas me habían comentado que trataron de ir y no los dejaron pasar. Pero nadie paró al secretario del partido y a su acompañante.
El mausoleo está en la plaza de la Revolución, una explanada enorme dominada por una estatua de Guevara, diez metros de bronce con metralleta en mano. Aquí fue, en septiembre pasado, el gran día de Díaz.
-No te puedes dar una idea de lo que fue eso, chico. Cuando salí y vi a toda esa gente ahí reunida, gritando...
La tarde anterior, Fidel Castro había ido a un rincón de la provincia a inaugurar una ruta de 48 kilómetros sobre el mar y, a la noche, mientras descansaba en Santa Clara, Díaz-Canell le propuso un gran 'acto de masas' para el día siguiente.
-Pero es muy poco tiempo. ¿Cómo vas tú a convocar a la gente en tan pocas horas, en ese espacio tan grande?
-Usted no se preocupe, Comandante. Dénos ese chance. Déjenos decir que está acá, y ya va a ver.
Castro se resistió un rato y al final cedió. Hacía veinte años que no hablaba en Santa Clara. A las seis de la mañana la radio empezó a convocar. A las seis de la tarde, la plaza estaba repleta con 150.000 personas, más de la mitad de la población de la ciudad. Cuando empezó a hablar, Castro contó la historia de sus dudas:
-Creo que nunca se organizó un acto tan grande en tan breve tiempo.
Dijo el Comandante: al otro día, la reputación de Díaz-Canell se había hecho nacional.
-Todos los que trabajan aquí son ex-combatientes del Che, o familiares suyos.
La cripta está en construcción y tiene 15 metros de ancho, 8 de fondo y el techo abovedado de maderas nobles. En una de las puntas un cantero de plantas tropicales simboliza la selva guerrilera. En el medio, una llama eterna. Al otro lado, en una de las paredes recubierta de trocitos de mármol, 19 nichos van a recibir los restos de Guevara y sus compañeros. Una hora antes Aleida Guevara, la hija mayor, había estado allí revisando las obras y sugiriendo algún cambio menor.
La ceremonia será el 12 de octubre. El 8, día del Guerrillero Heroico, se abrirá el Vº Congreso del Partido Comunista que, según dicen, no va a introducir grandes cambios: más que nada, sancionar esta idea de 'recuperación de los valores morales revolucionarios'. El Congreso cerrará el 10 y el 11 de octubre, la procesión con los restos marchará desde La Habana, lenta, parando en cada pueblo: son 300 kilómetros. El 12, Fidel Castro recibirá los restos en la enorme explanada y los huesos del santo de Frei Betto tendrán que emprender su penúltima batalla.”

Traslado de los restos de Ernesto Guevara


Traslado de los restos del Che Guevara hasta... por colefabian

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