17.5.10

Policiales

A 10 AÑOS DEL CRIMEN DE NATALIA FRATICELLI

En la mañana del 20 de mayo de 2000 apareció muerta la adolescente Natalia Fraticelli, hija de un juez federal de Rufino, provincia de Santa Fe. La investigación apuntó a sus padres, que fueron condenados a prisión perpetua. Luego, la Corte Suprema de Justicia anuló la sentencia y ordenó un nuevo juicio. Finalmente fueron absueltos en 2009. Reproducimos fragmentos de El espanto, nota de Alejandro Sangenis y Martha Wierzbicki Posse publicada en la revista Gente, nº 1819 del 30 de mayo de 2000.




"La puerta del dormitorio está entreabierta. La perspectiva deja ver, al fondo, una cama. En ella, una niña. Se diría que duerme. Lleva un pijama a cuadros. Se ha acostado de costado, con las piernas medio flexionadas. Su cara da hacia la puerta. Tiene los ojos cerrados. Como si nada pudiera inquietarla. ¿Qué podría alterar su sueño ahí, en su cuarto, a pasos del de sus padres? Ella parece dormir como protegida por sus osos de peluche, dispuestos, queremos creer, por la mano tierna de una madre. Parece un angelito, ahí dormida en la tranquilidad del hogar. Pero no: Natalia Fraticelli no duerme. Ella está muerta. Y, se dice, que su madre la asesinó.
'Soy inocente', le jura Graciela Dieser a la Justicia. Así consta en el expediente. El padre, el único juez penal de Rufino, Carlos Fraticelli, en cambio, ha querido suicidarse. Si al principio pareció resultar víctima de un simple robo o de una venganza de la mafia de los cabarets que el juez Fraticelli investigaba, hoy algo queda claro para los investigadores: 'Fraticell también intervino de algún modo en el crimen que terminó con la vida de su hija menor'. Las dudas alcanzan también a Edgardo Martín, de 29 años, un kinesiólogo que ayudó a Graciela a recuperarse de un grave accidente automovilístico tiempo atrás. A partir de allí habría nacido un romance entre el especialista y la paciente. Por su parte, el hijo mayor de los Fraticelli, un muchacho de nombre Franco, de 17 años, adoptado por la familia del juez apenas un año antes de que Graciela lograra quedar embarazada de Natalia, ha optado por mantenerse lo más al margen posible. Después de su declaración testimonial, se refugió en casa de amigos. Por estos días se atreve al fin a visitar a sus padres, a Fraticelli en la Clínica San Martín de Rufino, donde permanece internado después de intentar suicidarse con un cóctel de alcohol y Tranquilán. A su madre, detenida por ahora en el hospital de Venado Tuerto, imputada por homicidio calificado.
(...)
A la mañana siguiente (20 de mayo), a las ocho en punto, el doctor Hugo Costa recibió un llamado urgente de Fraticelli. Sin dudarlo, se dirigió a su casa, adonde llegó cuarenta y cinco minutos después. 'María Graciela Dieser estaba totalmente desaforada. Me preguntaba si podía hacer algo. Cuando le dije que era un hecho consumado, que su hija estaba muerta, quiso saber si era posible que se tratara de un suicidio. Le respondí que las causas podían ser varías. Pensé en causas naturales: muerte súbita, un aneurisma cerebral. Yo estaba totalmente perplejo. No sabía qué responder.' El médico recuerda que el juez repetía desencajado: 'Me la pusieron, me la pusieron', como si estuviera seguro de una venganza en su contra.
El escenario era desconcertante: Natalia Fraticelli, una adolescente de 15 años, yacía muerta en la cama de su dormitorio. Nada parecía fuera de lugar: el armario, la mesa con la silla, la canastita de mimbre usada como cesto de papeles, la mesita de luz y el pequeño sillón que completa la decoración del cuarto no mostraban ningún indicio de que algo raro hubiera sucedido en ese dormitorio, entre la noche del viernes, cuando -según el relato de su madre- Natalia se fue a dormir, y la mañana del sábado en que apareció muerta. (...) Su experiencia como médico le permitió a Costa hacer algunas deducciones: 'La chica estaba en la cama en posición de cubito dorsal. Tenía los ojos abiertos. Cuando llegué, el cuerpo estaba tapado con una frazada, rígido y frío, lo que me hizo pensar que el deceso había ocurrido varias horas antes. Cuando entré a la casa, vi a la mamá tranquila pero no bien ella me vio, se puso muy nerviosa. Me mostraron la bolsa de nailon que Natalia tenía puesta en la cabeza cuando la encontraron. Me hablaron de un pañuelo que le ataba las manos y de una bufanda que habían encontrado en el techo de la casa. También mencionaron lo del robo de los dos mil pesos que habían estado ocultos en un hueco del cieloraso del dormitorio de Franco. Fraticelli me mostró el lugar donde estaba la plata. Eso me llamó la atención: nadie se preocupa porque le hayan robado cuando le han matado a una hija'.
Cuando Costa se dio cuenta de que quizá se encontrara frente a un caso de homicidio, fue contundente: 'No toco ni retiro nada'. A los seis minutos llegó el juez en lo Civil y Comercial de Rufino, Víctor Pautasso, amigo íntimo de la familia. Casi al mismo tiempo apareció un policía rural de Los Pumas, Javier Hurt, que se había acercado hasta el domicilio del juez por pura casualidad: iba a retirar una orden de allanamiento en una causa que seguía Fraticelli. Hurt fue quien dio par te a la policía de Rufino.
La autopsia del cuerpo de Natalia permitió establecer la verdad: no era suicidio. Natalia había sido asesinada 'por asfixia mecánica por estrangulamiento', según un comunicado oficial de la Unidad Regional VIII, de la Policía de la provincia de Santa Fe, del 21 de mayo. El comunicado también descartaba que 'el desgraciado hecho ocurrido tenga relación alguna con la función y el cargo del doctor Carlos Fraticelli'. Las conclusiones las había obtenido el doctor Ulises Cardozo y su equipo médico. Con el correr de las horas, una teoría tomó fuerza: el o los autores del crimen pertenecerían al entorno más cercano de Natalia. Su madre se convirtió en la principal sospechosa: el miércoles 24 fue detenida y así permanece como imputada. Fraticelli, citado a declarar a las pocas horas del entierro de su hija, también está imputado y podría ser detenido una vez que le sean retirados sus fueros. Desde que la investigación se puso en movimiento, se lograron establecer algunos datos, pero todavía que dan serias dudas:
De acuerdo con la temperatura y la rigidez del cuerpo al momento de su hallazgo, Natalia fue asesinada cerca de las cuatro de la mañana.
Queda descartado que un ladrón haya podido entrar al segundo piso de la casa, remover el cieloraso, robar y después matar a la nena sin que nadie haya escuchado nada ni su perro fox terrier haya ladrado como lo hacía siempre ante la presencia de extraños (...)
No se entiende por qué los padres de Natalia no atinaron a llevarla a la clínica que queda a sólo una cuadra y media de su casa.
No se entiende cómo es que si, según Fraticelli y su mujer, Natalia fue encontrada con las manos atadas y una bolsa en su cabeza, insistían una y otra vez en la versión del suicidio.
Las manos de Graciela Dieser mostraba un moretón y marcas, presumiblemente de un rasguño y de una mordida hecha por dientes pequeños, que podría atribuirse al forcejeo entre ella y su hija. Sin embargo, Graciela niega esa versión y dice haberse lastimado con un alfiler de un sillón. Igual, la policía tomó foto grafías de sus manos, ya que no consideró demasiado creíble su versión.
Fuentes cercanas a la investigación se arriesgan a una hipótesis casi increíble: 'Al crecer Natalia, el leve retraso que le había provocado la meningitis que sufrió años atrás, se iba haciendo cada vez más evidente: Natalia actuaba como una nena de menor edad. Eso habría avergonzado socialmente a sus padres, que hacían de la apariencia casi un culto. Un detalle: Natalia festejó sus 15 años en su casa con sus amigos más íntimos. Fue la única de Rufino que no tuvo una gran fiesta con su vestido blanco'.
El padre está internado, dicen que está peor, pero que quiere declarar. La madre está detenida en un hospital porque se niega a comer y abraza una foto de su hija. Este 2 de junio, Natalia Fraticelli cumpliría 16 años. Pero no pudo ser."

Informe sobre el caso Fraticelli



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