30.11.09

Fútbol

A 30 AÑOS DEL ÚLTIMO PARTIDO EN EL VIEJO GASÓMETRO

El 2 de diciembre de 1979 se disputó el último encuentro oficial en el mítico estadio de San Lorenzo de Almagro. Aquel día, los locales igualaron 0 a 0 con Boca Juniors y la única incidencia del juego fue el penal atajado por Hugo Orlando Gatti al jugador azulgrana Hugo Oscar Coscia. El escenario tenía 63 años de antigüedad. Había sido inaugurado el 7 de mayo de 1916.




Texto extraído del libro Memorias del Viejo Gasómetro, de Enrique Escande.

LA CARTA DEL ADIÓS
"Fines de 1979. Las puertas del viejo Gasómetro se habían cerrado para siempre y sólo quedaban por adelante los tiempos dramáticos que se vivieron hasta su demolición en 1982. No hubo que esperar mucho para que los lamentos, las broncas y distintas formas de resistencia afloraran frente a la decisión irreversible. También las expresiones de resignación y de amor.
El diario Crónica publicó en su edición dominical, casi sobre el final de aquel tristón 1979, una carta de un hincha (al cual, presumíamos, los periodistas y editores de la sección Deportes encontraron dentro del mismo edificio de la editorial) incluida en una doble página dedicada al antiguo escenario futbolero. Y presumimos bien. La carta fue escrita por Alberto Dean, destacado escriba del diario y fana del cuervo, quien admitió veinte años después de publicada aquella página que él había sido el autor.
'Ya me voy y me resigno', fue el título de aquella nota, y el que sigue es el texto.
'Gasómetro. Tribunas de madera; estructura de hierros; bulones que se afirmaban para sustentar mis sueños de pibe. Es que sos parte muy importante de mi vida. Allí pasé la mayoría de los domingos, sin importarme el calor o el frío, la lluvia o el sol a pleno, tan sólo el deseo de saltar y gritar, envolverme en una bandera 'azulgrana' para gozar o sufrir al compás de un triunfo o una derrota...
Ahora te vas para siempre. El futuro, que no entiende de recuerdos, que no sabe de nostalgia, hace que esta lágrima traicionera te diga adiós para siempre, aunque nunca podré olvidarte.
Hoy tengo 51 años. De distintas maneras disfruté los siete campeonatos obtenidos a través del profesionalismo. De aquel de 1933, cuando de la mano de mi viejo, y pese a mis cinco años que me hacían no entender nada de la técnica, gritaba los goles de Diego García.
Tuve que esperar hasta 1946 para volver a sentir el escozor de la piel cuando fuiste escenario principal del campeón de ese año, donde Farro, Pontoni y Martino ¡Qué nenes! daban clase todos los partidos.
Después nuevamente los fatídicos 13 años. Ahora yo solo, porque el viejo se había ido de viaje para no regresar... Hasta que en 1959 y de la mano, o mejor dicho de los pies del 'Nene' Sanfilippo, volviste a sacudirme para ver a San Lorenzo campeón.
Pero había una espina que sacar: terminar con aquello de campeones cada 13 años, y 1968 es el elegido ¡Y cómo! para que el Metropolitano se quedara en Boedo con un recuerdo imborrable, no sólo porque el gran equipo que eran 'Los Matadores', sino porque por primera vez en la historia del fútbol argentino el campeón era invicto.
...Y la mano cambia. Viene otra época. Triunfos y gloria. Domingos pletóricos y victorias. ¡Te sacudías en forma, Gasómetro! especialmente en 1972 cuando te diste el lujo de llevar en tus entrañas al primer bicampeón que tuvo nuestro fútbol en un mismo año y para mejor, el Nacional, también con el título de invicto, que junto con el de 1968 es propiedad exclusiva de San Lorenzo.
Tan solo dos años, y el Nacional de 1974 es tu última gran alegría, tu despedida triunfal en cuanto a consagraciones de tu querido 'Ciclón'.
Tan solo un año más, y mi garganta que domingo a domingo se va quedando sin voz.
Es que aparece con toda su potencia, con el gol en sus venas, el 'gringo' Scotta, que alcanza a conquistar 60 goles en un año y establece un récord en nuestro fútbol superando al paraguayo Erico.
Después vinieron los años de vacas flacas, que mejor olvidar; es preferible pensar en los momentos de dicha; en gritos de alegría hasta cansarme en tus tribunas; añejas tribunas de madera. Ahora te vas.
La piqueta del futuro no se detiene y no repara en nada; no entiende de ese tipo de amor entre el hombre del tablón y su novia de siempre. Quiero contenerme y me cuesta; las lágrimas vuelven a surcar mi rostro, pero no hay remedio, te vas definitivamente. ¿Qué puedo decirte?
Todo estará de más; simplemente que llamo a mi hijo y mi nieto para envolverlos en esa bandera 'azulgrana' que tanto queremos y vamos caminando orgullosamente por la Avenida La Plata para subir por sus tribunas, pasear por tus pasillos por última vez y juramentar que el próximo campeonato que logremos, aunque ya no estés, pasaremos por acá para compartir juntos nuestra alegría...
Chau Gasómetro... ¡Hasta la próxima vuelta olímpica!
Firmado: Un hincha de San Lorenzo"

EL VIDEO DEL PENAL ATAJADO POR GATTI


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