1.9.08

TRIUNFO DE LA UNIDAD POPULAR : LA VÍA CHILENA AL SOCIALISMO

Elecciones presidenciales
En la madrugada del 5 de septiembre de 1970 se proclamó la victoria de Salvador Allende, el candidato de la Unidad Popular (UP), la coalición integrada por socialistas, comunistas y otras fuerzas de izquierda. Con 1.075.615 votos (36%), superó al conservador Jorge Alessandri (34,9) y al democristiano Radomiro Tomic (27,8). En su cuarto intento por alcanzar la presidencia de Chile, el médico socialista Salvador Allende lideró un frente constituido por los partidos Socialista, Comunista y Radical, el Movimiento de Acción Popular Independiente (API) y el Movimiento de Acción Popular Unitaria (MAPU). Con Allende, un ex legislador y ministro de salud de 64 años, es la primera vez en la historia que un presidente marxista llega al gobierno mediante elecciones, con el claro objetivo de llegar al socialismo.

DISCURSO DE LA VICTORIA

“Hemos triunfado para derrotar definitivamente la explotación imperialista, para terminar con los monopolios, para hacer una seria y profunda reforma agraria, para controlar el comercio de importación y exportación, para nacionalizar, en fin, el crédito, pilares todos que harán factible el progreso de Chile, creando el capital social que impulsará nuestro desarrollo.

Por eso, esta noche, que pertenece a la historia, en este momento de júbilo, yo expreso mi emocionante reconocimiento a los hombres y mujeres, a los militantes de los partidos populares e integrantes de las fuerzas sociales que hicieron posible esta victoria que tiene proyecciones más allá de las fronteras de la propia patria.

Para los que están en la pampa o en la estepa, para los que me escuchan en el litoral, para los que laboran en la precordillera, para la simple dueña de casa, par el catedrático universitario, para el joven estudiante, el pequeño comerciante o industrial, para el hombre y la mujer de Chile, para el joven de la tierra nuestra, para todos ellos, el compromiso que yo contraigo ante mi conciencia y ante el pueblo –actor fundamental de esta victoria- es ser auténticamente leal en la gran tarea común y colectiva. Lo he dicho: mi único anhelo es ser para ustedes el compañero Presidente”. (…)

"Sólo quiero señalar ante la historia el hecho trascendental que ustedes han realizado, derrotando la soberbia del dinero, la presión y amenaza; la información deformada, la campaña del terror, de la insidia y la maldad. Cuando un pueblo ha sido capaz de esto, será capaz también de comprender que sólo trabajando más y produciendo más podremos hacer que Chile progrese y que el hombre y la mujer de nuestra tierra, la pareja humana, tengan derecho auténtico al trabajo, a la vivienda, a la salud, a la educación, al descanso, a la cultura y a la recreación”. (…)

“América latina y más allá de la frontera de nuestro pueblo, miran el mañana nuestro. Yo tengo plena fe en que seremos lo suficientemente fuertes, lo suficientemente serenos y fuertes, para abrir el camino venturoso hacia una vida distinta y mejor; para empezar a caminar por las esperanzadas alamedas del Socialismo, que el pueblo de Chile con sus propias manos va a construir”.

Fragmentos de la alocución pronunciada por Salvador Allende en la madrugada del 5 de septiembre de 1970. extraído del libro La revolución chilena / Salvador Allende, Buenos Aires, Eudeba, 1973


EL PROGRAMA DE LA UP

En la Introducción el Programa Básico de gobierno de la Unidad Popular se hace una reseña de la situación:

"Chile vive una crisis profunda que se manifiesta en el estancamiento económico y social, en la pobreza generalizada y en las postergaciones de todo or­den que sufren los obreros, campesinos y demás capas explotadas, así como en las crecientes dificultades que enfren­tan empleados, profesionales, empresa­rios pequeños y medianos y en las mí­nimas oportunidades de que disponen la mujer y la juventud.

"Los problemas en Chile se pueden resolver. Nuestro país cuenta con gran­des riquezas como el cobre y otros minerales, un gran potencial hidroeléctri­co, vastas extensiones de bosques, un largo litoral rico en especies marinas, una superficie agrícola más que suficiente, etc.; cuenta, además, con la vo­luntad de trabajo y progreso de los chi­lenos, junto con su capacidad técnica y profesional. ¿Qué es entonces lo que ha fallado?.

"Lo que ha fracasado en Chile es un sistema que no corresponde a las ne­cesidades de nuestro tiempo. Chile es un país capitalista, dependiente del im­perialismo, dominado por sectores de la burguesía estructuralmente ligados al capital extranjero, que no pueden re­solver los problemas fundamentales del país, los que derivan precisamente de sus privilegios de clase, a los que ja­más renunciarán voluntariamente" (…)


En otro párrafo continúa diciendo: "Para estimular y orientar la moviliza­ción del pueblo de Chile hacia la conquista del poder constituiremos por todas partes los Comités de la Unidad Po­pular, articulados en cada fábrica, fun­do, población, oficina o escuela por los militantes de los movimientos y de los partidos de izquierda e integrados por esa multitud de chilenos que se definen por cambios fundamentales.

"Los Comités de Unidad Popular no só­lo serán organismos electorales. Serán intérpretes y combatientes de las reivindicaciones inmediatas de las masas y, sobre todo, se prepararán para ejer­cer el Poder Popular."

En el terreno económico, el Programa Básico establece la necesidad de ter­minar con el poder del capital monopolista nacional y extranjero, así como del latifundio, para "iniciar la construcción del socialismo". El centro de la políti­ca económica se determina por el obje­tivo de constituir un "área estatal do­minante". Para ello se plantea la nacio­nalización de las riquezas básicas (co­bre, hierro, salitre y otras), que están en poder de capitales extranjeros y mo­nopolios nacionales. Se integran al área estatal, asimismo, el sistema financie­ro, la banca privada y seguros, y las ac­tividades de interés nacional: transporte ferroviario, aéreo y marítimo; comunicaciones; producción, refinación y dis­tribución del petróleo y derivados; si­derurgia, cemento, petroquímica y quí­mica pesada; etc.

Otras dos "áreas" complementan el pro­grama: el área de propiedad privada y el área mixta. En la primera se establece que se mantendrá la propiedad privada de los medios de producción de las pequeñas empresas y sectores de la in­dustria, minería, agricultura y servicios. El área mixta se integrará con empresas donde se combinen capitales del Esta­do y particulares.


En el campo de la Reforma Agraria se propone una profundización de su apli­cación, tendiente a eliminar el latifundio y minifundio, mediante expropiacio­nes y formación preferencial de coope­rativas de propiedad.

El Programa Básico detalla las reivindi­caciones sociales que el gobierno de la Unidad Popular se propone llevar a cabo.

"Las aspiraciones sociales del pueblo chileno son legítimas y posibles de sa­tisfacer. Quiere, por ejemplo, viviendas dignas sin reajustes que esquilmen sus ingresos; escuelas y universidades para sus hijos; salarios suficiente; que terminen de una vez las alzas de precios; trabajo estable; atención médica opor­tuna; alumbrado público, alcantarillado, agua potable, calles y aceras pavimen­tadas; una previsión social sin privile­gios, justa y operante, sin pensiones de hambre; teléfonos, policías, jardines in­fantiles, canchas deportivas; turismo y balnearios populares". Y se enumeran los puntos básicos de acción del go­bierno.

En el campo de la cultura y la educa­ción, el Programa formula una concep­ción revolucionaria que tiene como eje la elevación del ser humano, de las ma­sas, como constructores conscientes de la nueva sociedad. La eliminación del analfabetismo, la enseñanza basada en la participación activa y crítica de los estudiantes, la educación de adultos, la creación de salas-cunas y jardines in­fantiles para posibilitar la incorporación de la mujer al trabajo productivo, etc., son algunos puntos que plantea el pro­grama. Y para su aplicación se estable­ce la planificación de la educación y escuela única, nacional y democrática.


También en este campo el Programa re­conoce como centro prioritario la inter­vención de las masas:

"El nuevo Estado procurará la incorpo­ración de las masas a la actividad in­telectual y artística, tanto a través de un sistema educacional radicalmente transformado como a través del estable­cimiento de un sistema nacional de cultura popular. Una extensa red de Cen­tros Locales de Cultura Popular impul­sará la organización de las masas para ejercer su derecho a la cultura".

Extractos del Programa Básico de gobierno de la Unidad Popular, publicado en el fascículo Allende, La Unidad Popular en Chile, de Hugo M. Sacchi, Buenos Aires, CEAL, 1972.




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