15.11.12

Política Nacional

HACE 40 AÑOS VOLVÍA PERÓN

El viernes 17 de noviembre de 1972 Juan Perón visitaba la Argentina luego de más de tres lustros de exilio. Derrocado por un golpe militar en septiembre de 1955, los sucesivos gobiernos -civiles o militares- impidieron su regreso. Pero el cambio de la situación política permitió su breve regreso al país hasta su definitiva venida el año siguiente. El arribo del ex mandatario, en tramos de Perón llegó a Ezeiza a las 11.8, nota de la edición vespertina de Crónica del 17 de noviembre de 1972.


“El ex presidente Juan Domingo Perón volvió a pisar tierra argentina exactamente a las 11 horas, 20 minutos, 20 segundos, luego de poco más de 17 años de exilio. El avión de Alitalia que lo condujo desde Roma, aterrizó en el aeropuerto internacional de Ezeiza a las 11 horas, 08 minutos, 10 segundos. Un dia gris y de lluvia constante, impidió que se cumpliera con exactitud el programa de recepción previsto e, incluso, dificultó el aterrizaje del aparato 'Giuseppe Verdi'. La intensa emoción vivida hasta entonces, estalló cuando el líder del justicialismo apareció en la escalerilla de la máquina, saludando sonriendo con ese tan particular y conocido gesto de sus brazos en alto.

Desde muchas horas antes, desafiando la inclemencia del tiempo, la constante llovizna que por momentos era aguacero y las restricciones impuestas por razones de seguridad, la expectativa era vivida exclusivamente por los cientos de periodistas reunidos en el Aeropuerto Internacional de Ezeiza y los efectivos de las fuerzas conjuntas encargadas de cubrir todas las alternativas de este histórico acontecimiento. Luego, los trescientos integrantes de la comitiva de recepción, compartieron durante una hora esos momentos de intensa emoción, junto con la más espectacular movilización informativa y de seguridad de que se tenga memoria. Cámaras fotográficas, de cine y de televisión; micrófonos y equipos, atisbaban lo poco que había para ver y comentar, salvo los constantes movimientos de las tropas. Nadie más podía haber accedido al lugar; ninguna otra información era suministrada, salvo las que proporcionaba la compañía italiana de aviación, previendo el arribo del vuelo 'charter' 2584 en el que se aproximaba Perón y su nutrido grupo de acompañantes.
(…)

INSTANTES PREVIOS

Cinco automóviles penetraron en la pista del Espigón Internacional de Carga, Nº 3, en el que debía detenerse el aparato, al tiempo que los efectivos eran estratégicamente ubicados señalando el lugar exacto. Un helicóptero de la Marina de Guerra hizo su aparición en la pista y de él bajaron militares de alta graduación a los que fue imposible identificar en un primer momento. Penetraron en un automóvil Chevy señalado con una bandera a cuadros. A las 10.40 descendieron sus ocupantes frente a la terraza en la que los periodistas soportaban estoicamente lluvia, viento y frío, y pudo así distinguirse al comandante del I Cuerpo de Ejército, a cuyo cargo se encuentra, desde los primeros momentos, todo el operativo montado.
El general Tomás Sánchez de Bustamante conversó brevemente con el comodoro René Sallas, jefe de la Estación Aérea Ezeiza y el encargado de dar las instrucciones a Perón sobre los movimientos a seguir hasta llegar al Hotel Internacional, y con los oficiales que ejercían el control de las distintas zonas del aeropuerto, entre ellos el vicecomodoro Espina, encargado de las relaciones con los representantes de la prensa. Luego, Sánchez de Bustamante volvió al automóvil y se alejó del lugar, declarando brevemente que no iba a estar presente cuando arribara el ex presidente argentino. La visibilidad en La zona -en esos momentos- era inferior a los 3 kilómetros y la temperatura de unos 13º. La lluvia no dejaba de caer.

AVIÓN AVISTADO
(…)
Por fin, a las 11h 8' 10" tocó pista, logrando completar la maniobra de aterrizaje. La tarima que se había colocado frente al lugar que ocupaba el comité de recepción, había sido retirada ya que el mal tiempo hacía imposible que Perón descendiera y se ubicara en ella para saludar y ser fotografiado por la nube de camarógrafos y reporteros gráficos. Un detalle de sumo interés, frustrado por razones climáticas.
A las 11h 15' 30" el avión completó el carreteo y se detuvo en el lugar señalado. La escalerilla se unió a la puerta delantera del aparato, por la que desciende el pasaje de primera clase, sector donde viajó Perón. El comodoro René Sallas se acercó y ascendió por ella. A las 11h 15' 20" se abrió la portezuela. Dos autobombas, dos ambulancias, una decena de automóviles patrulleros y particulares, cuatro motociclistas y veinte soldados, cercaron prácticamente esa escalera.
Acompañado por otro oficial de aeronáutica, el comodoro Sallas penetró en la máquina para explicar rápidamente a Perón las medidas de seguridad dispuestas. La Fuerza Aérea puso empeño en destacar que sus oficiales no iban a dar la bienvenida al ex presidente, sino a informarlo simplemente sobre los detalles mencionados.

DESCIENDE PERÓN

El avión estaba detenido a unos 250 metros de la terraza desde cual el periodismo observaba y registraba el acontecimiento. Exactamente a las 11.20, el general Perón hizo su aparición por la portezuela del DC-8, precedido por el comodoro Sallas. Lo flanqueaban Cámpora e Isabel Martínez y, luego de saludar con su característico gesto, levantando los brazos, comenzó a descender la escalinata. Veinte segundos después pisaba tierra argentina en el Espigón Internacional de Carga de Ezeiza.
Su delegado personal lo invitó a subir al coche que debía conducirlo hasta el Hotel Internacional. Era un Fairlane amarillo, con techo vinílico negro y bandera a cuadros rojos, el mismo en el que llegó Sallas hasta el aparato. Con Perón, suben Isabel Martínez, Cámpora y López Rega.
Dos automóviles flanquean al que lleva a Perón y otros dos se sitúan delante y detrás del vehículo. Los patrulleros los acompañaban en una lenta marcha que termina frente a las vallas donde estaban ubicados los trescientos miembros del comité de recepción. Allí, a las 11h 24' 10" Perón desciende del coche para saludar. Cámpora sale y ayuda a hacerlo a Isabel Martínez por la puerta izquierda; por el otro lado, opuesto a la gente, aparece Perón junto a López Rega. Vuelve a saludar el líder con los brazos en alto, durante treinta segundos. Rucci, Abal Medina y Osinde están con él y se unen al júbilo de los presentes que lo vitorean y entonan las marchas partidarias.
Con rapidez todos toman nuevamente ubicación en los coches y la comitiva avanza ahora con mayor velocidad, dirigiéndose hacia el Hotel Internacional, a poco más de un kilómetro de ese lugar. A las personas expresamente autorizadas para ingresar al Aeropuerto se unieron otros partidarios, aproximadamente en número de doscientos, que agregaron su entusiasmo al del comité de recepción y cantaron y gritaron estribillos que hacía mucho tiempo no se oían: 'Yo te daré, te daré patria hermosa, te daré una cosa...' o 'Perón sí, otro no'.”

El regreso de Perón y la frustrada movilización popular


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