18.9.12

Deportes

HACE 90 AÑOS NACÍA EMIL ZATOPEK
El 19 de septiembre de 1922 nació en Koprivnice (ex Checoslovaquia), Emil Zatopek, uno de los mejores fondistas de la historia. Apodado la “Locomotora humana”, el atleta checo conquistó cuatro medallas de oro en los Juegos Olímpicos y obtuvo 18 récords mundiales a lo largo de su carrera. Su mejor momento fue en los Juegos de Helsinki 1952, donde ganó tres oros: en los 5.000 metros, en 10.000, y en el maratón. Héroe nacional en su país, cayó en desgracia tras la invasión soviética de 1968 que suprimió la “Primavera de Praga”. Lo recordamos con fragmentos de Una Leyenda que vive, entrevista de la revista El Gráfico de 1975.



   “Lo encontramos en la San Silvestre, en San Pablo, adonde llegó como entrenador del checoslovaco Hoffman. Aunque realmente fue un auténtico invitado de honor. Su presencia fue imán y así se pasó una semana estrechando manos derechas, dando consejos y firmando centenares de autógrafo. Llegó un momento en que el papel se acabó -antes de largarse la San Silvestre- y el legendario Emil debió seguir estampando su firma en las casacas de los atletas. En los entrenamientos, en el club Pinheiros, fue incansable repartiendo tanto una palmada como una sabia indicación, un aliento o un singular aplauso de aprobación. Allí, en frente suyo, había atletas de todas las nacionalidades. Estaba el atletismo. Y Zatopek sentía una única y maravillosa sensación: felicidad...

   Quiso ser anónimo. Pretendió pasar inadvertido. Rehuyó ponerse en primera figura. La habitación 1805 del hotel Excelsior fue su refugio; allí -en piyama y sandalias- el legendario héroe lograba momentáneamente volver a su verdadera personalidad.
Nació en Koprovisca, Moravia, el 19 de septiembre de 1922...
   -¿Cómo fue el comienzo?
   -Yo hice atletismo desde pequeño y también jugué fútbol y me gustaba esquiar y patinar. Pero el verdadero comienzo atlético fue en 1940. Yo trabajaba en una fábrica de zapatos en Zlin y me entusiasmaron para anotarme en una prueba que se hacía en ese lugar. Me anoté, corrí y llegué en segundo lugar. Me llevaron en seguida para Praga porque me vieron condiciones...
   En 1943, con 21 años, ya empezaba a adueñarse de varios records. Hizo el de 3.000. Al año siguiente los de 2.000, 3.000 y 5.000.
‘Al terminar la segunda guerra mundial ingresé en la academia militar como cadete. Allí tenía todas las facilidades para practicar deporte...’

   En 1947 ya era figura mundial. Y necesitó poco tiempo más para entrar en la historia olímpica por la puerta grande.
   ‘En los Juegos Olímpicos de Londres salí segundo en 5.000 y gané la medalla de oro en 10.000, marcando 29.58, que fue el récord mundial. Después de mi triunfo recibí una notificación que decía que acababa de ser ascendido a primera teniente...’
   Una trayectoria inigualable, ejemplar. Matizada con victorias inolvidables ¿Cual fue la más espectacular?
   -La de los Juegos Olímpicos de Helsinki, en 1952. Tres medallas doradas llevé a Checoslovaquia: 5.000, 10.000 y maratón. Otro lindo recuerdo es de 1953, cuando gané la San Silvestre. Corrieron más de dos mil atletas y había ochocientos mil personas mirando la carrera. En esa época yo tenía varios récords mundiales. En 10.000 (29.02.6), 20.000 (59.51.6), 10 millas (48.12) y la hora, con 20.052 metros. En esas olimpiadas de Melbourne salí sexto en maratón, estaba recién operado de hernia. Mi último gran triunfo cero que fue dos años después, en el cross de San Sebastián...´
   -Pero en Melbourne, Zatopek, igual tuvo una gran alegría...
   -Sí, porque yo le había hecho un plan de entrenamiento al atleta ruso Vladimir Kutz y él salió campeón olímpico en cinco y diez mil...

   Zatopek, hoy. A los 53 años. Cuestiones de política le originaron inconvenientes en su país y un ir y venir en la vida -cambiando muchos oficios- lo atraparon.
   -Trabajé mucho tiempo en los bosques perforando rocas para encontrar agua. Pero luego me hicieron dejar esa ocupación porque yo me había convertido en atracción turística. Tanta era la gente que me iba a ver cómo trabajaba ahí...
   -Igual usted fue rehabilitado deportivamente...
-Fue en 1972 y así concurrí a ver los Juegos Olímpicos de Alemania...
   -¿De qué se ocupa ahora?
   -Oh, trabajo en un centro de documentación deportiva en Praga. Eso me tiene bastante ocupado, prácticamente los siete días de la semana.
   -¿Todavía le gusta correr?
   -De cuando en cuando. Considero que todos los viejos como yo no deben correr en serio...
   -¿No le dieron ganas de largar en la San Silvestre?
   -Bueno, no; porque es distinto correr para competir o por placer. Y ya dije que la gente como yo solamente está para hacerlo por placer...
(...)
   -¿Qué consejo primordial le daría a un atleta que se inicia?
   -Que se entrene, que se entrene mucho. Como mínimo tres veces por semana. Que sea aplicado. Que haga gimnasia. Es indudable que siempre es importante la formación, las cualidades del individuo. Pero entrenándose uno puede llegar a lo que busca...
   -¿Qué sensación le dan las carreras ahora?
   -Tengo que contestarle así: el atletismo es mi felicidad...”

Emil Zatopek en Helsinki 1952



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