12.12.11

Política nacional

CUANDO ‘LOLE’ REUTEMANN TRIUNFÓ EN SANTA FE
El miércoles 11 de diciembre de 1991 Carlos Alberto Reutemann, automovilista argentino que fue figura en la Fórmula 1 en la década de 1970, asumió la gobernación de la provincia de Santa Fe. Tentado por el presidente Carlos Menem, el “Lole” comenzó una carrera política que lo convirtió en una de las principales figuras del peronismo. El comienzo de su gestión, en tramos de La nueva carrera de Reutemann, nota de César Litvak en la revista El Gráfico, nº 3769 del 31 de diciembre de 1991.






“-¿Qué se siente sentado ahí?
-La verdad, no estoy nunca sentado acá. Trabajo allá, en aqueilos sillones -señala una especie de living en la otra punta del despacho-. Estas son las primeras fotos que me sacan acá adentro.
-¿En tu historia familiar hubo alguien vinculado directamente a la política?
-No, no, para nada. Esta es una circunstancia fuera de lo común. El político generalmente se empieza a formar en los ateneos de la escuela primero, en la militancia universitaria después, y así sucesivamente. En cambio, lo mío no tiene nada que ver con la carrera política. Es una cuestión muy especial, de un momento que no se sabe por qué salió así, pero fue así...
-¿Cuándo y por qué te decidiste por esto?
-Esto empezó, me acuerdo, en los primeros días de enero del '90. Apareció la versión y yo fui a hablar con el presidente Menem. Recientemente se había creado la Ley de Lemas y el Presidente me preguntó si yo no quería trabajar por Santa Fe. Me dijo ¿por qué no probás? Esto, lógicamente, me causó sorpresa...
-¿Por qué?
-Y... viste, no es fácil meterse. Después empecé a andar por toda la provincia, conocí gente y me dije, bueno, vamos a probar desde adentro.
-¿Cómo se aprende a ser un político? ¿Cómo te vas formando?
-Son circunstancias muy especiales. Yo creo que esto termina así por un cierto deterioro de la clase política. Entonces la gente dijo bueno, vamos a probar con una persona que es apolítica, que no tiene compromisos, a ver cómo sale, pero nada más. Porque, no nos engañemos, de no haberse producido ese desgaste de la clase dirigente, ni yo ni Palito habríamos llegado al éxito.
-¿Cuál fue tu patrimonio?
-Credibilidad y popularidad. Confiabilidad.
-Eso es a lo primero que se refirió una señora cuando esta tarde fui a comprar un diario acá enfrente. Le pregunté cómo andaban las cosas con el nuevo gobernador y me dijo: 'No sabe, pero seguro que no roba ni deja robar'.
-No sé si yo no dejo robar, esa es una cuestión que le va a llegar a cada uno. Este es un aparato enorme; yo no puedo estar controlando en un dispensario si hay alguien que se queda con una aspirina. Yo por mí pongo las manos en el fuego. Mi único capital es credibilidad y no lo pienso quebrar.
-Tu popularidad -la del ídolo deportivo-, ¿es importante en este caso? Porque esa señora también me dijo: 'No sabe..
-¿Saber? Saber políticamente es relativo. Yo creo que acá lo que la gente quiere en primer lugar es una lucha despiadada contra la corrupción. Segundo, una conciencia del funcionario público de estar al servicio de la comunidad y no a la inversa. Y tercero, buena administración. Que todo lo que esté vinculado al Estado tenga transparencia. La popularidad fue importante porque ser conocido es, en definitiva, el deseo de todo político. En un estudio de mercado que hicimos antes de la campaña me daba un 99,8 de índice de conocimiento, o sea, sos conocido en todos los rincones de la provincia.

Carlos, uno lee sobre el poder, pero... ¿qué se siente? ¿Qué sensaciones da?
-De a poco lo empezás a sentir...
-¿En qué, por ejemplo?
-En la mirada de las personas, en cómo te miran. Y cuando llegan los momentos cruciales vos percibís que tenés la fuerza.
-¿Qué diagnóstico hacés del país?
-Yo creo que las últimas medidas que se han tomado son inteligentes. El plan del presidente Menem logró sacudir una serie de problemas demasiado enquistados en la sociedad. Se ha apoyado en Cavallo con una serie de medidas que son interesantes. Cavallo es una persona muy capaz. Creo que Argentina estaba como detenida en el tiempo mientras otros países, a su vez, avanzaron muchísimo, produciéndose, una gran brecha.
-¿Cómo lo conociste a Menem?
-Mirá, nos conocimos hace mucho tiempo en la cancha de River; después, hace dos años, nos encontramos en la carrera 'El Desafío de los Valientes'. O sea, antes de haber entrado en esto había hablado muchas veces con él. Y desde que es presidente, obviamente lo empecé a seguir para ver los lineamientos que tomaba...
-¿Vos votaste a Menem?
-No.
-¿Por quién votaste?
Se ríe, duda y dice:

-No hice público mi voto. Todos teníamos una cierta... lo mirábamos con atención a Carlos Menem, y creo que fue una gran sorpresa. Está empeñado en un esfuerzo al que debemos sumarnos. Yo le veo las intenciones buenas de revertir la situación en la Argentina.
(…)
¿Hay alguna figura política que te haya marcado?
-Y bueno, cuando yo era chico y estudiaba ahí, en ese colegio de enfrente -señala por la ventana del despacho- fue la época de Perón, un gran líder. En otra etapa, también me impresionó Frondizi. Cuando viví en Inglaterra, un político de gran impacto fue el primer ministro Harold Wilson. Y en Francia, donde estuve durante bastante tiempo, lo que se respira permanentemente es el sentido de la Democracia y el respeto por los derechos que tienen. Argentina ha mejorado mucho con respecto a ese sentimiento. El ejercicio hace a la cuestión. Un tipo que entrena todos los días es una cosa y otro que entrena de vez en cuando es otra. Nosotros ahora entrenamos todos los días.

El tono es pausado, cauteloso, como siempre. La nueva función lo obliga a madrugar. Llega a este despacho a las siete y media de la mañana y se va a eso de las diez de la noche con el paréntesis de la tarde. Su principal tarea ya no es administrar sus tierras, aunque las últimas lluvias hayan barrido con 300 hectáreas de soja. 'Me las llevó la piedra', dice como dicen los hombres de campo. Hoy su desafío -a los 49 años- es encontrar una solución plural, que abarque a todos los santafesinos.
-¿Por qué te metiste en esta carrera? ¿No estás arriesgando prestigio?
-Es probable, es muy probable. Pero si estoy acá es porque creo que es posible lograr un cambio...
-Siempre fuiste un hombre de palabra medida. Como que tu estilo no se ajusta al del político convencional...
-Te diría que me va a ser casi imposible adoptar ése estilo del político acostumbrado a hablar. Mi estilo va a estar dado por los resultados. Si dentro de un año vos venís acá, a Santa Fe, y hablás con la mujer del quiosco y te dice mirá, anda bien: mejoró la salud, la educación, la seguridad, entonces la gente va a decir, mirá, este tipo no sabía un pito de política pero la cosa anda bien... O viceversa.
-¿Qué es más peligroso, Carlos, estar sentado ahí o en un Fórmula Uno?
-Yo creo que estaba más seguro arriba de un auto. Acá no. Por eso no me siento nunca.”

El Lole senador, jingle de una campaña de Reutemann para legislador


Entrevista a Reutemann en la campaña electoral de 1991


Reutemann en la Fórmula 1 (primera parte)


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