2.9.11

Política nacional

DEVUELVEN EL CADÁVER DE EVA PERÓN
El 4 de septiembre de 1971 el gobierno militar del general Alejandro Lanusse devolvió el cuerpo de Eva Duarte a su esposo, Juan Perón. Finalizaba así un ocultamiento de casi tres lustros, que comenzó poco después del derrocamiento del gobierno peronista en 1955. Secreto de Estado, el cadáver de Evita fue escondido en Italia mediante una gestión de la Iglesia Católica. Su periplo, en Un ultrajante peregrinaje que duró veinte años y termina hoy, nota del diario Crónica del 17 de noviembre de 1974.






   “Desde fines de 1955 hasta hoy, el cadáver de Eva Perón cumplió un periplo durante muchos años enigmático, precisamente hasta el 4 de setiembre de 1971, cuando el entonces embajador argentino en España, brigadier Jorge Rojas Silveyra, lo entregó en su sarcófago al general Perón en la residencia madrileña de Puerta de Hierro, ante un grupo de ocho personas, entre quienes se hallaba el coronel Cabanillas, protagonista del trámite. Hasta allí, la caja mortuoria, sobre cuya ubicación se tejían las más extrañas conjeturas, había viajado 15.000 kilómetros a través del Atlántico y varios miles de kilómetros más por territorio europeo, en itinerario fantástico y secreto. Por rara coincidencia, Eva Perón volvía a estar, después de muerta, en los mismos lugares por donde en vida había llevado la imagen de un pueblo liberado en las luchas del justicialismo.

La Desaparición

   Embalsamado por el anatomista español Pedro Ara en un laboratorio instalado al efecto en un piso del edificio que la CGT posee en Independencia y Azopardo, el cuerpo de Eva Perón permaneció durante treinta días en su féretro de plata ante las doloridas miradas del pueblo, después del 25 de julio de 1952. La sede central del movimiento obrero se convirtió desde entonces en lugar de peregrinación, hasta que, a fines de 1955, tras el golpe militar del 16 de setiembre, el sarcófago fue retirado por un grupo de oficiales del Ejército con rumbo desconocido. Durante mucho tiempo nada se supo de él, y entre las contradictorias versiones circulantes al respecto, algunas afirmaban que el cadáver había sido destruido. Se dijo, incluso, que se lo había arrojado a las aguas del Río de la Plata.

Hondo misterio

   Lo único que se ha sabido de aquel período es que los restos de Evita, luego de ser trasladados a la sede de la Confederación General del Trabajo, permanecieron allí hasta el 22 de diciembre de 1955 -el doctor Pedro Ara vio el cadáver por última vez el 24 de noviembre de ese año-, oportunidad en que fueron retirados con rumbo desconocido por un grupo de oficiales del Ejército, encabezados por el entonces coronel Carlos Moori Koening, quien se desempeñaba a la sazón como jefe de los servicios de inteligencia del arma. Desde ese momento y hasta muchos años después, el misterio rodeó el destino de los restos de la Dama de la Esperanza.

La entrega

   Años más tarde comenzó a despejarse la incógnita. El teniente general Pedro Eugenio Aramburu, muerto a mediados de 1970 por un grupo extremista, había resuelto, según parece, dar 'cristiana sepultura' a los restos de Eva Perón, su testamento revelaba el lugar en donde se los podría hallar. El coronel Carlos Moori Koening, ex agregado militar de la embajada argentina en Alemania Occidental, había asumido su custodia en Bonn. Al cabo de tres años, el cadáver había sido trasladado a un convento de Roma, y desde allí a un cementerio de la ciudad de Milán, donde reposó durante un tiempo bajo el nombre de María Maggi de Magistris.
   El 3 de setiembre de 1971 cruzó en un furgón de Francia a España, por La Junquera, y escoltado por agentes de la policía española pasó por Barcelona y Zaragoza hasta Madrid, donde el 4 fue entregado al general Perón, 'en perfecto estado de conservación' y solo con 'algunas marcas y moretones', según declaró entonces Rojas Silveyra. Tras dieciséis años de abandono, dice el doctor Pedro Ara en su libro póstumo, 'no parecían más daños que los accidentales, todo ello debido a los manipuleos con la caja y a filtraciones de agua, de no difícil ni complicada reparación'.
   Ahora, la 'preciosa reliquia', como dijo en su mensaje de ayer la presidenta de la Nación, está de nuevo en la patria.”

"Evita, la tumba inquieta", última parte







Leer más

0 comentarios: