17.12.10

Fútbol

A 15 AÑOS DE LA HAZAÑA DE CENTRAL
El 19 de diciembre de 1995 Rosario Central hizo historia al ganar la Copa Conmebol tras vencer a Atlético Mineiro en el Gigante de Arroyito. Los canallas habían perdido 4 a 0 en el partido de ida en Brasil, y debieron buscar una goleada para llegar a los penales. Ese fue el primer título internacional ganado por un equipo del interior. El equipo de Ángel Tulio Zof fue además el primer club argentino en obtener ese torneo. El recuerdo del entrenador en El ángel de Central, nota de la revista El Gráfico, nº 3977 del 26 de diciembre de 1995.



“Don Ángel Tulio Zof es el patriarca de Rosario Central. A los 66 años, con su aspecto de padre maduro y su elocuente sabiduría futbolera, se ha erigido en el director técnico que más títulos le ha dado a su viejo y querido club: dos Campeonatos Nacionales (1980 y 1987), un par de subcampeonatos (1970 y 1989, aunque éste fue perdido por una sanción disciplinaria) y esta flamante Copa CONMEBOL, la primera ganada por un equipo argentino y el primer logro internacional de un club del interior del país.
El equipo, en Brasil, tuvo treinta minutos bastante buenos. Además, venía jugando bien, creando muchas situaciones de gol. Eso también nos dio una esperanza...´, recuerda don Ángel con la humildad habitual en el imponente verde del jardín de su casa de Fisherton, en el lejano oeste rosarino.
Al viejo maestro le encanta contar la historia de la revancha, empezando por la noche negra de la goleada en el Mineirao: ‘Cuando llegamos al hotel, ¿a quién le podíamos explicar que no merecíamos haber perdido por esa diferencia? ¡Si nos habían hecho cuatro goles! Pero llegamos y los 300 hinchas que habían viajado nos recibieron como si hubiéramos ganado. Nos aplaudieron y nos recibieron con el emocionante «¡Central! ¡Central!». La inusual recepción que los hinchas le brindaron al equipo en el hotel y en el aeropuerto de Fisherton se transformó así en la primera vacuna que generó la emocionante reacción canalla. Nos quedamos con una bronca bárbara y vimos que teníamos una deuda con la gente, porque lo que hicieron nos tocó a todos. Los muchachos ya querían jugar al otro día. Uno decía que íbamos a hacer seis goles, otros que ganábamos cinco a cero y otros que íbamos a los penales...
Pese al par de goles sumamente dudosos del partido de ida, don Ángel puso la cuota de serenidad necesaria: ‘Teníamos que ganar con nuestra forma de jugar, no a lo guapo o pegando patadas. Tocando, presionando, logrando el dominio del partido y llevándolos a ellos a posiciones defensivas para que no pudieran tener salida los marcadores de punta. A los muchachos los veía enteros y a la gente también. En la semana se presentía algo porque donde iba, había uno que me decía ´¡Les vamos a ganar, les vamos a hacer cinco!`...´
Pocas cosas le gustan más a don Ángel que hablar de sus muchachos, en especial del Tordo Palma, o ‘Palmita’ -así lo llama como si se tratara del hijo que no tuvo- o del más mimado entre los que llegaron, el Polillita Da Silva. ‘Influyó mucho la experiencia de Palma, que manejó los hilos, tocó y llevó al equipo adelante. ¡Qué se va a ir, si anda un fenómeno! No, Palmita tiene que seguir un año más...’, razona con la lógica futbolera de los años sobre el anuncio del capitán canalla de pensar su retiro en las vacaciones, luego de haber cumplido la promesa de visitar a la Virgen de Luján.
Y sobre el Polillita, el ‘Viejo de la Redonda’ explica: ‘Su gran categoría pesó para definir el partido. Le tenía una fe tremenda y definió como un grande. Los penales fueron el momento más difícil y ahí se vio la clase internacional del jugador...’
Don Ángel apura un sorbo de cerveza y no se define: ‘Elijo todos los títulos, no puedo quedarme con uno. La gente de Central los vive de una manera muy especial’, ahí está el patriarca. Don Ángel Tulio Zof. Tenía que volver para que Central pudiera darle e gusto de otra vuelta. ¡Felicitaciones Maestro!”



La definición por penales



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