Medios de comunicacion

JULIO RAMOS, CLARÍN Y PAPEL PRENSA

El periodista Julio Ramos, fundador y director del diario económico Ámbito Financiero, mantuvo un largo enfrentamiento con el grupo Clarín, a quien acusaba de cometer prácticas monopólicas y desleales. En medio del conflicto que sostiene el gobierno nacional con este multimedio, recordamos algunas de las opiniones de Ramos, quien falleció en 2006, sobre el grupo liderado por Ernestina Herrera de Noble. Los extractos que siguen van desde 1989 hasta 1999.

Fragmento de Julio Ramos: «Cada diario necesita un dictador», entrevista de Carlos Alberto Palomo publicada en la revista Medios & Comunicación de mayo de 1989.
"-¿Usted se banca los principios de la libre empresa hasta las últimas consecuencias?
-Por supuesto. Acepto la competencia en todos los órdenes de la vida. Y considero que es la fórmula para obtener los mejores resultados. Pero me reservo el derecho de denunciar cualquier deslealtad, cualquier obstáculo en las condiciones del mercado.
-Está pensando en El Cronista Comercial.
-Y en Clarín. El primero, porque sus responsables, el grupo Eurnekian, llegan al negocio editorial como forma de presionar a los bancos oficiales que son sus acreedores. De este modo, pretenden dilatar el cumplimiento de las deudas que por veinticuatro millones de dólares contrayeron, en época de los militares, con el Banco de la Provincia de Buenos Aires y el Banade. Además de no cobrarle, el Banco Nacional de Desarrollo les facilita la compra de una rotativa que alguna vez perteneciera a Tiempo Argentino. Por su parte, Clarín, con su intención monopolista, se enoja con nosotros cuando publicamos el dictamen del fiscal Ricardo Molinas sobre el affaire Papel Prensa. Entonces desata una campaña de desprestigio contra Ámbito y una política desleal de competencia. Ofrecía, por ejemplo, dos avisos por el precio de uno, más un descuento, si los anunciantes no publicitaban en nuestro diario.
-Son chicanas empresarias.
-Yo jamás he recurrido a eso."


Tramos de “La mafia es la etapa superior y extrema del ‘lobby’”, entrevista de Ingrid Beck y Liliana Cheren, publicada en la revista La Maga, nº 189 del 30 de agosto de 1995.
-¿Cómo ve en este momento al grupo Clarín?
-Yo le diría que en este momento Clarín está más débil que hace unos años aunque tenga más medios.
-¿Por qué?
-Se equivocó en la compra de canales de cable del interior, los pagó a precios superiores a 1.100 dólares por abonado y hoy en día el precio debe estar entre 600 y 700, tiene que pedir plata a los bancos porque tiene deudas financieras. Ha tenido que pedir dinero, ha tenido que blanquear sus existencias, porque eso se lo exigen los bancos para prestarle dinero; los bancos no quieren riesgos. Yo creo que el peligro del Clarín monopólico es terrible, sobre todo porque en este país no hay ninguna ley medianamente actualizada en el tema monopolio, pero digamos que, dentro de esa corriente, hoy el 50º aniversario lo agarra un poco frágil.
-¿Piensa que hay algún grupo que le pueda hacer sombra o al menos competir con Clarín? -Lo que suele competir mejor contra los monopolios son las circunstancias. La Prensa era lo más poderoso en los años ‘50 y una circunstancia adversa, un cierre, desvió el mercado completamente hacia Clarín. Pueden sobrevenir leyes serias en este país que limiten los monopolios.
-¿Haría lobby por una ley así?
-Por supuesto que haría lobby, y hasta mafia, categoría superior.
-¿Se piensa seriamente en una ley así? -No creo. Lo único que se va logrando es que los gobiernos tomen conciencia de que los monopolios en definitiva avanzan sobre ellos. Y que a la larga quieren compartir el poder. entonces por ahí algún día sucede algo de tipo legal, porque no hay otra manera de enfrentar a los monopolios que la ley.”


Recopilación de declaraciones de Julio Ramos a varias radios porteñas, publicadas en la edición del diario Ámbito Financiero el 29 de agosto de 1997.

"...No olviden que vía militar y asociación al Estado para tener papel más barato que sus competidores, «Clarín» y «La Nación» tienen ventaja para tirada y «Clarín» ha impuesto un monopolio terrible sobre la prensa toda y atemorizado a periodistas y competidores, quizá excepto Ámbito y pocos más. (...)
Tras desmentir haber vendido su diario, afirmó que "de lo nuestro no hay nada concreto. El que diga lo contrario miente. Las cifras que mencionan, aparte, no son reales. Puedo sospechar un temor de «Clarín» de que se forme un sólido grupo opositor de comunicaciones a su monopolio, lo cual sería algo muy bueno para este país, por lo menos un duopolio. Por eso impulsarían noticias muy prematuras y notas agresivas contra Ámbito Financiero como la que le comenté. Aparte de todo ¿usted cree que un periodista como yo si tuviera si tuviera una primicia, y más relacionada con nosotros, voy a dejar que la publique primero «La Nación»? Sí nos interesa en todo esto mantener la independencia del diario como hasta ahora. Por supuesto también la capitalización que pueda surgir de un esfuerzo de tantos años. Pero nos tienta mucho más la posibilidad de luchar con más armas, con la punta del pie de un grupo poderoso en Ámbito y todos contra el monopolio «Clarín», que si se transforma en 100% de la difusión de información en la Argentina, como es su aspiración, pueda designar presidentes de la Nación, cambiar ministros, imponer las ideas de izquierda, matar la actual apertura económica del país o lo que se le ocurra. Esto es importante. Pero, le repito, es un diálogo largo que no sabemos cuándo ni cómo va a concluir."


Fragmentos de Julio Ramos, entre Clarín y el CEI, entrevista publicada en la revista Urgente en diciembre de 1997.

"-La polémica vende y usted es un gran polemista. Pero, ¿la polémica también no puede ahuyentar a los anunciantes? ¿Cuáles son los límites de una polémica? ¿La polémica no puede hacer perder credibilidad cuando es tan permanente que se confunde con una obsesión, como sucedió alguna vez entre usted y Eduardo Eurnekian o ahora entre usted y el Grupo Clarín?
-Ámbito Financiero es un diario polémico, directo, yo soy polémico, frontal. Pero, sin en 21 años nos fue tan bien así, ¿por qué vamos a cambiar? Jamás dejamos de opinar y eso a la gente le gusta, que el periodista o el medio se juegue.
No tenemos esos vetustos editoriales pero editorializamos, a veces en cada página o en cada título.
Pelearnos con Clarín es distinto. Es un grande que quiere exterminar al resto. No hay otra que enfrentarlo. Y además, le hace bien al país que su prensa se enfrente, porque en algún lado saldrá la verdad.
En mi primer libro, en 1993, hablé del monopolio Clarín y parecía un extraterrestre. Hoy se está tornando bastante habitual denunciar intentos monopólicos o contra la libre competencia. Tarjetas de crédito, el mismo Clarín, YPF, EG3 y otras muchas empresas enfrentan hoy cuestiones así. Nadie me lo va a reconocer pero fui pionero en la Argentina en esto de pelear por mercados libres. Hasta en el Congreso pasó a ser un tema que preocupa a todos los bloques.
(...)
-Se afirma que Clarín editaría un suplemento económico diario, solamente para afectar el mercado de Ámbito Financiero. Precisamente para esto habría contratado a un ex colaborador suyo. The Wall Street Journal, Financial Times, Gazeta Mercantil y otros diarios han sobrevivido exitosamente a suplementos diarios sobre economía y finanzas en The New York Times, The Times y Folha de São Paulo, respectivamente. pero siempre lo hicieron incrementando su especialización. ¿Cuál es su visión del tema?
-Ya le dije que Clarín compra todo lo que le ofrecen, hasta la cabeza del elefante del zoológico. Por eso se compró un ‘verso’ de quienes especulan con diagramaciones nuevas de diarios, precisamente propuestas a no profesionales del periodismo en la conducción. Por esto también le venden formatos a La Nación, como antes le vendieron, a la misma La Nación, creo que hace 10 años, parecerse totalmente a The New York Times, lo que hizo y luego abandonó.
Alguien le habrá propuesto un suplemento diario económico a Clarín y por ahí lo compra. Y perderá plata y pondrá al día siguiente lo que dijo Ámbito el día anterior. Porque eso sucede con ese diario. Tiene mucha plata y, socios del Estado en Papel Prensa, tiene costos fijos más baratos, junto con el otro socio del Estado, La Nación. Pero no tiene inteligencia como empresa. Clarín tiene 280 periodistas, pero nosotros hacemos un mejor diario -en las secciones en que competimos- con 70.
No sé si para qué se llevaron un hombre de Ámbito, ni me interesa.
Clarín cree que si me tomo un vaso de agua bendita en la Iglesia, paso a ser un santo.
-Hay una compra compulsiva de medios. Sin duda que Clarín lidera la tendencia desde que comenzó a comprar canales de TV por cable pagando, por abonado, un precio superior al que se acostumbraba en ese momento. ¿Existe una verdadera lucha por el poder a través de los medios de comunicación? ¿Se aspira a fijar unilateralmente el nivel de la tarifa publicitaria? ¿Cuál es el concepto que moviliza tanto dinero y energía? ¿No es lógico que ocurra en una economía que tiende a la concentración?
-Clarín tiene tendencia evidente hacia el monopolio pero, como escribí en mis libros y no lo voy a negar, es algo que deviene naturalmente en toda empresa que creció mucho.
En ese sentido, la culpa no sería de Clarín sino de la legislación que se lo permite. Es cierto esto. Nuestra legislación antimonopólica es frágil, está en pañales. Y los que pueden cambiar las leyes son comprables o presionables por quienes perderían si esas leyes salen similares a las que tienen los grandes países.
Creo que un monopolio, además, engendra la soberbia de los pequeños empleados que están dentro de él o sea que desbordan a los jefes operando a destajo, por la caparazón protectora que tienen o creen tener. Sólo así se entiende que personal inferior de Clarín haya firmado convenios de publicidad en plaza -con las cámaras de electrodomésticos, de personal temporario, etcétera- poniendo descuentos con la condición de que no pongan el mismo aviso en otro diario competidor. Y eso lo firman y así Clarín hoy está denunciado y será condenado, aunque utilice 1.000 artimañas y presiones.
El descontrol del monopolio global hace que el pequeño empleado se considera impune al firmar cualquier barbaridad. A esto agréguele que Héctor Magnetto es un tímido al que, sin embargo, le gusta el poder y opta por ejercerlo en la sombra.
Los «copamientos» ideológicos que tantas veces ha tenido Clarín son, precisamente, porque es un ministerio burocrático que no domina cada sector ni sabe cómo hacerlo.
En una economía se tiende a la concentración si las leyes no lo impiden. Los norteamericanos lo descubrieron en 1890 e hicieron la Ley Sherman. Luego la perfeccionaron en varias ocasiones hasta llegar a su legislación actual Antitrust. Pero 107 años después, en la Argentina no tenemos siquiera la precursora Sherman.Extracto de Julio Ramos, un periodista sentimental, entrevista de Carlos Ulanovsky publicada en la revista dominical de La Nación el 7 de marzo de 1999.

"-¿Intentó últimamente vender Ámbito Financiero?
-No necesito venderlo. Para nada. Pero como buen economista que soy creo que todas las empresas tienen su precio. Y suelo tener ofertas de compra.
-¿Cuánto vale su diario? Por allí había salido que 200 millones...
-No arriesgo cifras. Cuando alguien viene, hablamos hasta que aparece un precio. Entre los interesados hubo grupos extranjeros (como el Financial Times vía la empresa Recoletos, de España), pero ellos se acercaron al mercado nuestro más interesados por consolidar un acercamiento con Telefónica de España allá que por un verdadero interés en la Argentina. De otras empresas nacionales tengo, más que nada ofertas de fusión.
-¿A quién le vendería y a quién no?
-Las empresas tienen su precio. No distinguen raza, religión, nada. No discrimino en ese sentido.
-Es decir que le vendería a Clarín.
-Lo de Clarín es distinto: es socio del Estado, tiene papel gratis y por no ser socios del Estado muchos diarios porteños y del interior se funden. Es una competencia con una ventaja injusta y que lleva a la pelea. Si el otro, además, se la pasa violando la ley de competencia publicitaria, lo que queda es proceder judicialmente."Nota: respetamos todas las negritas y bastardillas de las ediciones citadas.

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