Hace dos décadas, el viaje a la Copa del Mundo Italia 1990 de un nutrido grupo de barrabravas argentino realizado un 6 de junio generó polémica en los medios nacionales. Los barras buscaron distintas maneras de solventar sus gastos y partieron hacia el Viejo Continente prosiguiendo una práctica que habían inaugurado en el certamen de México 1986. A continuación, la crónica ¿Quién paga el viaje de los barras bravas a Italia?, nota de Alfredo Alegre publicada en la edición nº3687 de la revista El Gráfico, del 5 de junio de 1990.
"El posible viaje de varias hinchadas argentinas al Mundial reabre una incógnita que ya se había planteado cuatro años atrás...
La partida de los barras bravas argentinos hacia el Mundial de Italia es un secreto a voces desde hace semanas. Lo que constituye una novedad es que la misma ya tiene precisiones: será el miércoles 6 de junio. A las 3 de la tarde partirá la primera tanda, que se embarcará en el vuelo 244 de British Airwasys, y hará el siguiente itinerario: Buenos Aires-San Pablo-Río de Janeiro-Londres, destino final del viaje. Desde allí, los hinchas deberán combinar para llegar al estadio Giuseppe Meazza de Milán antes de las 18 horas del viernes 8 de junio, cuando Argentina y Camerún inauguren el 14º Campeonato Mundial de Fútbol. El otro contingente tendrá menos problemas de traslado: consiguió lugar en el vuelo 134 de Aerolíneas Argentinas, uno de los dos semanales con que la compañía estatal cubre el trayecto Buenos Aires-Roma, que partirá de Ezeiza a las 17.55.
Las barras oficiales
-Julio, ¿cómo puede ser? La hinchada mía comete desmanes, a mi club lo desafilian, casi nos vamos a Primera C por los puntos que nos descontaron y vos todavía la premiás con un viaje al Mundial de Italia...
-Estás muy mal informado. Ese tema no lo manejo yo.
Un día cualquiera de la segunda quincena de mayo, la mesa directiva de Primera División B en plena reunión con el presidente de la Asociación del Fútbol Argentino, Julio Humberto Grondona. Hubo temas propios de la categoría, como el pedido de supresión de los descensos para el próximo campeonato, y momentos de distensión, entre cafés y cordialidades mutuas. Allí aprovechó Carlos Cerrutti, presidente de Chacarita Juniors, para introducir, medio en broma, medio en serio, la certeza que recorría al mundo futbolístico: las barras bravas concurrirían a alentar por segundo Mundial consecutivo a la Selección Argentina.
Entre ellas hay que establecer distingos. Hay tres 'hinchadas oficiales', las precursoras de México (Boca, Chacarita y Estudiantes de La Plata). La principal fuente de sponsorización de la de Boca proviene del exterior, donde el dinero sería manejado por un manager deportivo de fama internacional. La de Estudiantes de La Plata obtuvo otra forma de financiamiento, aprovechando de viejas amistades que el tiempo no pudo borrar.
Casi todas tuvieron tropiezos en el camino a Italia. La barra de Boca organizó una fiesta bailable con desfile de modelos incluido, en Pinar de Rocha, el conocido club nocturno de Ramos Mejía. Concurrieron varios de los jugadores que componen el plantel boquense, pero no todos aceptaron contribuir 'voluntariamente' para engrosar los ahorros de los viajeros. En 1986 había pasado algo similar con Jorge Roberto Rinaldi, implacablemente perseguido a partir de entonces, en una campaña que comenzó cuando el futbolista atendió un llamado telefónico amenazante en el mismo salón en el que festejaba su casamiento. Esta vez, el que se habría negado sería, paradójicamente, el único jugador de boca convocado para actuar en el Mundial: Juan Simón.
La de Estudiantes de La Plata también tuvo inconvenientes. Catorce de sus más conspicuos integrantes fueron detenidos el 17 de abril de 1989, cuando asolaron un vagón de la línea C de Subterráneos. La mayoría de ellos están hoy en libertad, sin perjuicio de prosecución del proceso penal, que les impide hacer abandono del país. A la de Chacarita le fue aún peor. El 5 de mayo, entre las llamas que destruyeron un pabellón entero de la cárcel de Olmos, fallecía uno de sus líderes históricos, Roque Arias, procesado por robos reiterados. Contra la suposición general, la hinchada de Chacarita aún no tiene confirmado su viaje, pues el prometido aporte externo aún no llegó; y si bien es pública la relación de la barra con el presidente del Instituto Nacional de Obras Sociales, el sindicalista gastronómico Luis Barrionuevo, habitual ocupante de la platea del estadio de San Martín y protector de la institución en momentos particularmente aciagos, él tampoco se ocupó del tema. Barrionuevo negó haber puesto dinero para el viaje, pero no se opuso al mismo, sosteniendo que 'lo importante es que no lo pague el Estado'. De una forma o de otra, 'Roque' no hubiera ido a Italia, de la misma forma que no estuvo en México. Su salida de la cárcel de Olmos no era inminente.
Los adelantados
También hay hinchadas que se costearon los gastos por su cuenta, solicitando contribuciones a industriales o comerciantes de su zona de influencia, o a punteros políticos que ven venir las internas que definirán las candidaturas para las elecciones provinciales de 1991 y prefieren 'tener a los muchachos tranquilos'.
Por ahora, ya están en Roma los hinchas de Gimnasia y Esgrima La Plata y se anuncias las llegadas de grupos de San Lorenzo, River, Racing, Independiente, Rosario Central, Vélez, Newell's Old Boys, Banfield y Nueva Chicago, lo que aumenta enormemente la lógica inquietud y preocupación por supuestos choque con fanáticos de otros países. Porque, ¿usted se los imagina confraternizando a los hinchas de Boca y de River; a los de Gimnasia y los de Estudiantes, y a los de Newell's y a los de Central?
A propósito de los rosarinos, el miércoles de la semana pasada fue detenido por golpear a su concubina un hombre llamado José María Villarroel, alias Cacho María, hincha de Central, que les pidió a los oficiales de la Seccional sub 1º que lo habían detenido, que no pusieran en la denuncia que se le habían encontrado dos sobres, con 7 y 8 gramos de picadura de marihuana, 'porque sino me arruinan el viaje al Mundial...' De hecho, ya se lo arruianron, porque el juez de Instrucción de la 12º Nominación, doctor Eduardo Tocatti, le negó la excarcelación en la cuasa que se le sigue por intentar incendiar un bar de Superí al 2000, en Rosario, pocas horas antes de jugarse el último clásico rosarino, el que derivó en gravísicmos inicidentes y en la muerte del hincha de Newell's, Blas Lezcano. Un día después, otro barra brava centralista, 'El Chueco' subió violentamente a la vereda de la emisora LT4 su Peugeot 504 celeste, con el objeto de intimidar a los periodistas Hernán Sala y Eliseo Trillini, que habían comentado 'el pecado' de comentar la detención de Cacho María y la de un joven apodado 'Cabezón Fanta', que se paseaba por las puertas del estadio de Arroyito la noche que jugaron Rosario Central e Independiente, con un talonario de 250 entradas para los integrantes de su barra.
A esta altura del relato, con los antecendentes a la vista, hay que hacerse una pregunta fundamental, ¿es imprescindible el aliento de esta gente para que Argentina cumple un buen papel en el Mundial?.
Algunas imágenes de la hinchada argentina en Italia 1990
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