El martes 15 de septiembre de 1984 salió a la venta ‘El Periodista de Buenos Aires’, semanario político publicado por Ediciones de la Urraca. Dirigida por Andrés Cascioli, la revista contaba en sus 52 páginas con firmas de prestigiosas figuras del periodismo argentino. A lo largo de sus casi cinco años de vida –cerró en mayo de 1989- ‘El Periodista…’ reflejó los cambios en la política, la sociedad y la cultura en el retorno de la democracia a la Argentina. La noticia de su salida en el diario La Razón del 23 de agosto de 1984.
SE ANUNCIA LA APARICIÓN DE UNA NUEVA REVISTA SOBRE ACTUALIDAD
Para público joven y en una hora de transición
“Hay una carta de Gabriel García Márquez abriéndose camino hacia este puerto. Andrés Cascioli, ‘culpable’ de la revista ‘Humor’, dice que el texto es exclusivo para jóvenes que el viernes 7 de septiembre se asomen a los quioscos buscando lectura para el fin de semana. La contraseña será pedir ‘El Periodista’, semanario político. ‘Es semanario político y no una revista política panqueque como las demás’, dice Cascioli. Saldrá en formato tabloid y, a un costo de algo más que un dólar (130 pesos argentinos), promete notas de opinión firmadas por columnista como el Premio Nobel colombiano y otros aún no tan premiados. Un despliegue a dos colores de fotos y dibujos y el propósito de cerrar lo más tarde del viernes, figuran entre los objetivos de Cascioli, Carlos Alfieri y Carlos Gabetta, primeros responsables del proyecto, enuncian a esta hora. De Gabriel García Márquez el abanico se abre a extremos como Italo Calvino, nacionales como Osvaldo Soriano, Tomás Eloy Martínez, David Viñas, Osvaldo Bayer, Eduardo Galeano, Ricardo Piglia, Beatriz Sarlo, Rogelio García Lupo, Rodolfo Rabanal, y el uruguayo Mario Benedetti entre otros. Osvaldo Soriano integraba inicialmente la dirección de ‘El Periodista’, pero la falta de un reloj despertador parece haberlo distanciado de la puntualidad de Cascioli. El autor de ‘Triste, solitario y final’ ha argumentado que necesita meditar hasta tarde en la cama la novela que escribe ahora y Cascioli ha simulado creerle. Así han saltado una primera etapa en ‘El Periodista’ y, para tranquilidad de Cascioli, los expertos recuerdan que pasada la primera crisis previa al alumbramiento luego hay sólo otras tres. Destete, primeros pasos y aparición del habla propia son etapas en las que Cascioli confía que su semanario político se irá afirmando hasta llegar a cifras como los 190 mil ejemplares que tira quincenalmente ‘Humor’, la revista de mayor tiraje del país.
‘Humor’ fue el medio que consagró a Cascioli -47 años, padre de dos hijos- y al equipo de gente con quienes fue haciendo la revista. Como buen humorista, Cascioli se despidió antes de entrar cuando en 1975 salió a la calle con ‘Chaupinela’. Le siguió luego el fugaz paso por ‘La Prensa’ acompañando a Dante Panzeri con el equipo que remozó la sección Deportes del matutino. (…)
Aunque hay precedentes como ‘Krokodril’, ‘MAD’, ‘Le Canard Enchaîné’, en otros países, Cascioli sostiene que ‘Humor’ no se basó en ningún modelo anterior. De igual modo opina que ‘El Periodista’ tampoco cuenta aquí con un precedente reconocible. Tratará de abrir un camino. Está por la democracia, por el pluralismo de voces progresistas, tercian Gabetta y Alfieri. Estará por profundizar el tratamiento de temas de interés general, social, económico y ético. Aquí Gabetta refiere la evaluación que ‘El Periodista’ realizó la última semana en torno a las palabras que Alfonsín dio a las Madres de Plaza de Mayo cuando les requirió si acaso debía torturar a los militares para esclarecer los casos de desaparecidos. Nadie, menos esas mujeres deben tener esa respuesta, dice Gabetta, y aquí entramos en el terreno de la conducta ética de un gobierno que apoyamos en su desarrollo democrático pero que tiene mucho de criticable.
Alfieri busca ampliar el panorama señalado que la Argentina debe nuevamente entrar en armonía con la dinámica del mundo, con sus avances, hasta con la nueva concepción o acaso conocimiento logrados en temas como el amor o la sexualidad humana. Sitúa la búsqueda de esas líneas y respuestas a la publicación que se apresta a editar y también tiene un párrafo especial para las voces del interior que, promete habrá de cobijar la revista.
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Cascioli promete para ‘El Periodista’ un espíritu juvenil de apertura. ‘Hace falta abrir nuevos caminos’. Se atraviesa una transición y debe conocerse la voz de quienes tienen el espíritu claro para guiar el rebaño y acunar la esperanza. Sin duda, ‘El Periodista’ no carece de objetivos.”
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