Aquel miércoles los convencionales que reformaron la Constitución Nacional juraron su nuevo texto en la antigua residencia del general Justo José de Urquiza. Luego de 89 sesiones de labor, los 305 convencionales modificaron más de 40 artículos e introdujeron 34 cláusulas, 15 de ellas transitorias. Entre las principales modificaciones estuvo la posibilidad de reelección inmediata del presidente de la Nación, uno de los objetivos buscados por el presidente Carlos Menem. Así cubrió el hecho la revista Noticias.
Fragmento de la nota de Gabriel Michi, publicada en la edición nº 922 de la revista Noticias, del 28 de agosto de 1994
EL CIELO CON LAS MANOS
“Fue su sueño eterno. El más deseado. Y el más costoso. La historia contará que un 24 de agosto de 1994 la Argentina, por primera vez desde que se constituyó como República, logró una reforma de su Carta Magna con el consenso de todos los sectores políticos. Pero Carlos Saúl Menem (64) recordará esta fecha con una nostalgia muy especial. Ese día será para él la consagración de su objetivo más difícil desde que asumió como jefe de Estado: una Constitución Nacional que en su letra permita la reelección presidencial.
El Palacio San José, en las afueras de la ciudad entrerriana de Concepción del Uruguay, se convirtió en el escenario elegido por los reformadores para la jura de la nueva Ley Fundamental de la Nación. Allí, los protagonistas más importantes de esa reforma, el presidente Menem y Raúl Alfonsín (67), no se cansaron de firmar autógrafos, repartir besos por doquier y posar a cuanto fotógrafo profesional y amateur se presentase frente a ellos.
El primer mandatario concurrió acompañado de su hija Zulemita (23), quien fue la portadora del bastón de mando presidencial, haciendo homenaje a su impuesto rol de Primera Dama, lo que le costó un sinnúmero de críticas de los más diversos sectores políticos.
Las huestes menemistas temblaron cuando les llegó el rumor de que Zulema Yoma (52), dado el carácter histórico de este acontecimiento, había decidido concurrir al acto. Pero la calma volvió cuando todo quedó en la nada. El entorno en pleno suspiró por la oportuna desmentida.
Menem se mostró más que satisfecho por lo conseguido y sonrió cuando un grupo de fieles seguidores conducidos por el barra brava ultramenemista Carlos Tula (52) le gritaron: ‘El ’95 ya está, ahora te queremos en el ’99’.
Por su parte, Raúl Alfonsín también desplegó su mejor sonrisa y no disimuló su orgullo ante quienes aclamaban su nombre.
Alfonsín y Menem posaron juntos para la foto que seguramente sellará en la memoria colectiva la consagración de esta reforma y llegaron juntos hasta el palco donde el actual presidente consagraría su sueño más preciado.
Pero no todas fueron rosas en Concepción. La reaparición de Adelina Dalesio de Viola (44), luego de haber desaparecido de la Convención cuando estalló la polémica por irregularidades en su gestión al frente del Banco Hipotecario, ocasionó un verdadero caos. Adelina se negó a formular cualquier tipo de declaración y protagonizó un tumultuoso incidente con los periodistas que buscaban interrogarla. La mala racha de la blonda dirigente tuvo como broche final su fracasado intento por saludar el ministro Domingo Cavallo (47), quien puso su mejor cara de distraído cuando ella pasó a su lado.
En la vidriera de este acontecimiento quedará eternizado un desfile de personalidades como la empresaria Amalia Lacroze de Fortabat (73), o Isabel Martínez de Perón (64) que resignó sus frustrados esfuerzos por comunicarse con Ricardo Levene (80), que no quiso o no pudo escucharla. El presidente provisional de la Corte Suprema, con un hilo de voz casi imperceptible, también juró la nueva Carta Magna, pero su deteriorado estado de salud despertó más de un comentario de algunos de los miembros del gabinete nacional que estaban ubicados en el palco de honor.
(…)
La gesta menemista vive hoy su hora más gloriosa, por la que pelearon con la furia de sus convicciones. La vehemencia de Carlos Menem en la causa reeleccionaria arrasó con todas las barricadas. Y logró que en los libros de historia se rememore esta fecha como el día en que la Argentina tuvo una nueva Constitución. La letra grande tapará a la letra chica. Y el Presidente podrá tener otros sueños eternos”.
.
[+/-]
0 comentarios:
Publicar un comentario