El 5 de marzo de 2004 muere el periodista Juan Castro, luego de haber estado tres días internado y en coma profundo. Había caído desde el balcón de su departamento ubicado en el primer piso, el día 2 de marzo, al sufrir un “Delirium agitado fatal”, provocado por adicción a las drogas. Tenía 33 años y había nacido en Capital Federal el 31 de enero de 1971.
Después de casi tres días de agonía que transcurrió en estado de coma profundo, el periodista y conductor que impuso un nuevo estilo en los reportajes televisivos, Juan Castro de 33 años, murió ayer a las 2.30 como consecuencia de las lesiones sufridas al arrojarse del balcón de su departamento en un intento de suicidio. En tanto, por orden judicial se impidió la cremación de los restos de Castro. Esta medida de la Justicia se debe a que la causa tuvo un cambio de carátula. Fuentes judiciales confirmaron que la carátula del expediente fue
modificada y de “intento de suicidio” pasó a “averiguación por suicidio”.Fragmento extraído del diario Crónica del 06/03/04
Juan Castro murió como consecuencia de un trastorno derivado de su antiguo consumo de cocaína, llamado “Delirium agitado fatal”. Así lo explicó un informe realizado por peritos oficiales y de parte. Se habría descartado entonces la hipótesis que indicaba que el fallecimiento se había producido por los golpes que recibió al caer desde el balcón de su casa, en un primer piso, ya que, según se indicó, “tampoco se trató de un suicidio programado”.
(…) Según los médicos, el delirio agitado “aparece en adictos de larga data pocas horas después de la última toma, caracterizándose por un cuadro psicótico agudo con euforia, confusión , agitación, pensamiento delirante con ideas paranoides y alucinaciones, presentando una actitud física fuera de lo normal con exteriorización de fuerza inusual y desarrollando una conducta agresiva y bizarra que pone en peligro su vida y de terceros”.
(…) Según los médicos, el delirio agitado “aparece en adictos de larga data pocas horas después de la última toma, caracterizándose por un cuadro psicótico agudo con euforia, confusión , agitación, pensamiento delirante con ideas paranoides y alucinaciones, presentando una actitud física fuera de lo normal con exteriorización de fuerza inusual y desarrollando una conducta agresiva y bizarra que pone en peligro su vida y de terceros”.
Fragmento extraído del diario Crónica del 28/10/08
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