10.9.12

Política nacional

LOS 90 AÑOS DE ANTONIO CAFIERO
El próximo miércoles 12 de septiembre cumplirá 90 años Antonio Cafiero. Militante desde su juventud, participó en 1945 de la creación del movimiento liderado por el general Juan Perón. Pero más allá de su extensísima trayectoria política -siempre en el peronismo-, elegimos que nos cuente de deportes. Fragmentos de Doctor Cafiero, hablemos de fútbol, entrevista de Cristina Castello en la revista El Gráfico, nº3513 del 3 de febrero de 1987.



“Ropa sport y tostado por el sol de Pinamar. La candidatura y sus obligaciones. Pero el fútbol lo atrapa. Fanático de Boca desde siempre, dice -sin embargo- que en algunas cosas tiene una actitud escéptica que le dieron los años. La verdad, cuesta creerle. Porque cuando habla de su club, de sus recuerdos y de sus ganas de que vuelva a ser lo que fue en tiempos de gloria, se apasiona como el que más. Casi tanto como cuando, desde alguna tribuna, hace alguna de sus encendidas arengas.
-¿Qué número elegiría si fuera jugador de fútbol?
-Yo jugué de ocho, de mediocampista, pero tengo llegada al arco.
-Bueno, eso define un estilo..., supongo que también en la política.
-(Se ríe) No me refería a eso. Faltaría que me preguntara ahora, como hizo una vez un periodista, con qué pierna pateo, a partir de lo cual hizo una interpretación política.
-¿Por qué?
-Yo dije que pateaba con la derecha y me apoyaba en la izquierda. Imagínese las conclusiones que sacó (se ríe).
-¿Juega siempre al fútbol?
-Sí, desde hace treinta y dos años todos los sábados, salvo cuando las cuestiones de trabajo me lo impiden. Hacemos picados, pero lo mío es una suerte de seudodeporte... imagínese, con mis años y mi estado físico.
(…)
-¿Usted es de Boca?
-Desde que nací, porque uno no se hace de Boca: nace.
-¿Perón era de Boca, o como dicen algunos, de Racing?
-Era de Boca -puedo atestiguarlo-, igual que Evita, sólo que no lo decía para
no tomar partido en ese tema.
-¿Quiénes son los jugadores de su equipo que más le gustaron?
-Mi memoria boquense arranca de mis cinco o seis años, con el profesionalismo, de manera que tengo registrados muchísimos, que están en el sitial de mis cosas más queridas, legendarias.
-¿Cómo quiénes?
-Bueno, hay algunos que hicieron historia: ídolos, héroes, como dice ahora la película de Maradona. Domingos Da Guía, Ernesto Lazzatti, Arico Suárez, Benítez Cáceres, Varallo y Cherro, por ejemplo. Después vino la generación del '40 y un cambio en el estilo, porque con la incorporación de Sarlanga, Gandulla y Emeal, por ejemplo, se hizo un juego más lúcido: la vieja garra boquense apareció mechada con la calidad técnica. Aquella etapa concluyó con una página gloriosa para el club: la incorporación de Severino Varela, de Boyé, de Carlos Sosa, de Vaca y de Marante, entre otros.
-Después, diez años sin ganar un campeonato...
-Sí, entre el '44 y el '54, pero reconquistó su condición de campeón con un equipo que -si bien fue un rejuntado- tuvo una maravillosa cohesión anímica y deportiva; con jugadores desteñidos, quizás, pero con garra y sentido de sacrificio: Colman -muy amigo mío- Mouriño, pobre, que falleció en un accidente, Lombardo y Musimessi. Después llegó el Boca de los '60.
-¿Cómo siguió usted todo aquello?
-Con la pasión de un hincha. Era la época de Angel Rojas, de Roma, de Marzolini, de Silvero, de Rattín, de Pianetti, de Silveyra, de González; y de brasileños como Orlando y como Valentim. Pero cuando llegamos a la década del 70, se acabaron los jugadores de antes. Ya no hubo arquetipos de Boca, aunque se ganó algún campeonato, pero sin gente como aquella, aunque rescato a Suñé, Mastrángelo, a Gatti -¡Gatti!, un monstruo, una figura cumbre- y a Tarantini. Sin embargo, ninguno tiene el carácter legendario de los del '30.
-Será que los del '30 están asociados a sus recuerdos y a su infancia.
-Sí, porque después uno mira las cosas de otra manera, se hace más reflexivo. Pero hay que reconocer que Boca se terminó como expectativa ganadora: perdió nivel futbolístico y muchas de sus viejas tradiciones..., imagínese que no gana un campeonato desde 1981 y que no conserva las características que tuvo durante cincuenta y pico de años.
(…)
-¿Cuando va a la cancha se mantiene quietito y callado o se suma al entusiasmo general?
-Me apasionaba y, cuando era más joven, participaba de los cánticos de la hinchada desde la tribuna. Ahora, desde el palco y con el paso del tiempo, estoy menos demostrativo; aplaudo las jugadas y los goles y salto como un fanático cuando metemos uno, pero no me voy a dormir entristecido cuando nos va mal. Tampoco canto aquello que antes me enloquecía, porque era una declaración de amor hacia el club: 'cuántas veces fui preso y cuántas lloré por vos, yo a Boca lo quiero, lo llevo en el corazón'.
-Y cuando la hinchada canta por ejemplo...
-(Se ríe, a carcajadas). No... no lo diga, no diga eso de 'compadre' ni nada parecido, porque a esa historia no me sumo.
-No me referia a eso, sino a los estribillos contrarios al Gobierno que suelen cantarse: 'siga, siga el baile, por ejemplo...'
-Esa sí me gusta y la canto completa: '... que el pueblo se muere de hambre, de la mano de Alfonsín'. O esa otra que dice: 'Traigan el gorila de ... (omite el nombre), para que vea, que este pueblo no cambia de ideas, sigue las banderas de Evita y Perón'. Pero en estos últimos casos no solo los canto en la cancha, sino, en todos lados.
(…)
-¿Además del fútbol no practica otro deporte?
-No, salvo natación, en mi juventud. Intenté jugar golf, por ejemplo, pero no puedo: soy demasiado calentón como para calcular milimétricamente cómo hay que pegar a una pelotita.
-Qué raro. El golf, como el polo, por ejemplo, son deportes considerados 'paquetes' y algunos dicen que usted lo es.
-Bueno, qué bien, qué suerte tengo. Pero, hablando en serio, tampoco me conmueve el automovilismo y al hipódromo fui una sola vez, para conocer, aunque sé todo el tango de Gardel que dice: 'preparate p'al domingo si querés cambiar de yeta'. Lo que sí me gusta es el boxeo.
-¿A qué estilo de pelea se parece el suyo en la política?
-Al de Monzón, porque une la técnica y el golpe. Es el boxeador más completo de los que vi pelear.
-¿Y de los relatores, quién le gusta más: José María Muñoz o Víctor Hugo Morales?
-Son dos estilos, no tengo preferencias. Conozco más a Muñoz, pero creo que él va más al bulto, mientras lo de Víctor Hugo es más atrayente, por su agudeza.
-Lo último, ¿qué cantito incluiría, para siempre, en la hinchada de Boca?
-Hay uno que me gusta: 'Boca y Perón un sólo corazón' (Risas).”

Entrevista a Antonio Cafiero




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