13.9.12

Periodismo

NUEVA CENSURA A PRIMERA PLANA
Hace cuarenta años, el 15 de septiembre de 1972, la dictadura del general Alejandro Lanusse ordenaba el cierre de Primera Plana. Esa noche, efectivos de Seguridad Federal retiraron el decreto de clausura de la Casa Rosada y concurrieron a las oficinas de la revista dirigida por Manuel Urriza -representante del financista Jorge Antonio-, en los pisos 10, 12 y 13 de la calle Perú 367. El caso, en Cierran “Primera Plana”, nota del diario Clarín del 17 de septiembre de 1972.




   “El gobierno prohibió ayer, 'preventivamente', la impresión, publicación y circulación de la revista semanal de noticias 'Primera Plana', y sostuvo que 'la medida no importa la aplicación de una pena que carece de sentido punitivo, por lo cual no atenta contra la libertad de prensa'.
   La medida registra el precedente de que el lunes 28 de agosto, por la noche, el mismo gobierno ordenó el secuestro del Nº 500 de dicha revista, en el cual se incluían referencias sobre los hechos de la base aeronaval de Trelew. La información fue suministrada por la oficina de prensa del Ministerio de Justicia, con fecha de ayer, mientras que el decreto del Poder Ejecutivo está fechado el 15 del actual.
   Dice dicho decreto -número 6254- que el semanario 'mantiene una actitud contumaz en su información, opiniones e imágenes, por las cuales incita abiertamente a la subversión y se deforman los hechos con el inocultable propósito de desprestigiar al Gobierno y a las instituciones nacionales, utilizando expresiones atentatorias contra la cultura argentina'.
Agrega que 'prueba evidente es el contenido general del número 501, y se, advierte la misma intención en el material del número 502'.
   La prohibición 'preventiva' fue dispuesta en virtud de las facultades que al Ejecutivo acuerda el estado de sitio. Se han iniciado acciones judiciales contra la editorial por 'incitación a la subversión, calumnias e injurias'.
   Para justificar la actitud, el decreto explica que 'en sí mismo el secuestro de ediciones de un diario, revista o periódico, la prohibición de su circulación y la clausura de sus oficinas, de modo alguno comporta la aplicación de una pena.'
   La Policía Federal ejecutó el decreto, clausurando las oficinas de la editorial -Perú 367- y secuestrando los ejemplares en venta, así como el material preparado para las próximas ediciones. El procedimiento se cumplió también en los talleres de impresión de la revista.”

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