9.4.12

Política internacional

EL 17 DE OCTUBRE DE HUGO CHÁVEZ
El 11 de abril de 2002 un golpe de estado derrocó al presidente Hugo Chávez. Pese al apoyo de los gobiernos de Estados Unidos y España, la sublevación fracasó y dos días más tarde el presidente de Venezuela volvió a su cargo. La crónica, en tramos de De golpe, Chávez, nota de Luis Sicilia en la revista Trespuntos, nº 251 del 18 de abril de 2002.






“El 12 de febrero pasado en su exposición ante la Comisión de Inteligencia del Senado de Estados Unidos, el señor George Tenet, jefe de la CIA, subrayó la gravedad de ciertos informes que ponían en un primer plano la creciente y alarmante 'volatilidad' de la región, sobre todo en Argentina, en Colombia y en Venezuela. En realidad la premonición de Tenet no era un juego de adivinanzas; su gente en Venezuela estaba ya seriamente comprometida con el golpe que se avecinaba en el país caribeño, tal como quedó demostrado con el correr de las horas. Para Tomás Eloy Martínez, por ejemplo, se trató 'de un golpe de derecha, estimulado por los servicios de Inteligencia de Estados Unidos'. Muchos creyeron que lo de la volatilidad tenía que ver hasta con la desaparición física de Hugo Chávez, pero al jefe de la CIA y a la 'propia tropa' venezolana y hemisférica, les salió el tiro por la culata. Y aunque todavía no está dicha la última palabra, la derrota puntual de los conspiradores ha sacudido saludablemente el tablero político de América Latina. Algunas conclusiones de los hechos que durante 40 horas mantuvieron en vilo a la opinión pública señalan:
1) La dictadura de forma y hecho constituida por el empresario Pedro Carmona, representante de los grupos concentrados del capital, con respaldo de un sector de las Fuerzas Armadas, en especial de los generales Efraín Vásquez, jefe del Ejército, y Ramírez Poveda, comandante de la Armada, ambos educados en la Escuela de las Américas, histórico semillero de golpistas latinoamericanos, derrapó a poco de despegar.
2) Los golpistas no contaron con el papel protagónico del pueblo venezolano, cuyo 80 por ciento vive en la pobreza, y con el respaldo de los mandos medios de las Fuerzas Armadas. También fue decisiva la actitud de los 34 países del hemisferio que se negaron a reconocer el régimen de facto.
3) El petróleo estuvo en el centro del drama. Venezuela es el cuarto país productor de petróleo del mundo y posee la reserva de crudo más importante fuera del Golfo Pérsico. Además, es el tercer exportador al mercado norteamericano.
4) El Chávez que regresó al Palacio de Miraflores pareciera no ser el mismo. Seguramente deberá admitir sus errores y llevar a! país al terreno de la conciliación nacional. En ese sentido, los chavistas dicen entender que, a la luz de lo ocurrido, no basta con ganar tres elecciones consecutivas y tampoco con desplazar al bipartidismo tradicional de los democristianos y los socialdemócratas. Para Luis Bilbao, periodista de Le Monde diplomatique y autor del ensayo Chávez y la Revolución Bolivariana, el saldo de lo ocurrido en Venezuela es 'el fortalecimiento de Chávez y una tremenda derrota de Estados Unidos, porque, entre otras cosas, perdió el apoyo de la burguesía latinoamericana. De hecho, dice, el Grupo Río, que se negó a reconocer a Carmona, se enfrentó con Washington. Sienten que las balas silban en sus tobillos y, en un acto de autodefensa, votaron contra Washington'. En su opinión:
El conflicto social, político y económico continúa, razón por la cual Chávez profundizará el rigor judicial respecto de los responsables directos del alzamiento. Ya hay 120 presos, entre ellos importantes jefes militares y algunos 'socios' del sector empresarial.
Al mismo tiempo; los chavistas darán un nuevo gran impulso a los llamados Círculos Bolivarianos, una organización de tipo barrial de carácter masivo/enraizada en los cordones más humildes de Caracas y de otras ciudades de Venezuela.
Lo ocurrido en Venezuela demuestra que Estados Unidos está perdiendo aceleradamente la iniciativa política en América Latina. Y este frustrado intento golpista apuntó a recuperarla. Es cierto que en su confrontación con Estados Unidos, Venezuela tiene un arma poderosa: el petróleo. Pero Washington descubrió que el gobierno de Chávez cuenta con otra arma, más letal, que es la movilización multitudinaria de su pueblo y de la mayoría de las Fuerzas Armadas en defensa de la Revolución Bolivariana.
En opinión de algunos analistas estadounidenses y de círculos diplomáticos, en la Casa Blanca se vivió con inquietud el revés político generado en Venezuela. Cuando creían que Chávez estaba por abordar un avión rumbo al exilio, en medio del silencio de los gobiernos de la región, se produjo el milagro impensado, inédito en el continente, que torció el rumbo conspirativo y sepultó al golpe. Era tan fuerte la confianza de Washington en la consolidación del gobierno de Carmona que en Wall Street salieron corriendo a comprar títulos de la deuda pública venezolana. El FMI se convirtió en la primera institución financiera en reconocer al régimen de facto y ofrecerle rápida colaboración 'para sus necesidades inmediatas'.
En cuanto al papel de los gobiernos europeos, la nota la dio el español José María Aznar, presidente del Consejo europeo, quien antes de que Carmona llegara al Palacio de Miraflores se apuró a reconocerlo y ofrecerle, al igual que el FMI, 'su disponibilidad y apoyo'. Otras voces, en otros ámbitos, suman interpretaciones diversas de lo ocurrido el 11 de abril en Caracas y de la personalidad política del coronel Chávez. En opinión de Juan Gabriel Tokatlian, director de Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales de la Universidad de San Andrés, Hugo Chávez había puesto en práctica una política fuertemente contestataria de la hegemonía norteamericana. En ese sentido, Chávez tuvo una suerte de política esquizofrénica, porque en términos diplomáticos apareció desafiando a Washington: su relación íntima con Cuba, sus viajes al mundo árabe hostil a Estados Unidos, una alianza estratégica con Rusia y China para compensar lo que llama la hegemonía unipolar de Estados Unidos. 'Mientras que por este lado había un desafío en términos domésticos, internos y económicos, nunca estuvo en un estado de confrontación con el capital internacional, nunca desconoció los términos de venta del petróleo, nunca amenazó las finanzas de los bancos norteamericanos establecidos en Venezuela, y en los últimos nueve meses puso en práctica diferentes planes económicos con un sello marcadamente neoliberal y ortodoxo', dijo Tokatlian a 3puntos.”

El golpe de abril de 2002


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4/2/1992: A 20 años del levantamiento de Hugo Chávez
6/12/1998: El triunfo que inició una década
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1 comentarios:

Anónimo dijo...

EL 17 DE OCTUBRE DE HUGO CHÁVEZ

El 11 de abril de 2002 un golpe de estado derrocó al presidente Hugo Chávez. Pese al apoyo de los gobiernos de Estados Unidos y España, la sublevación fracasó y dos días más tarde el presidente de Venezuela volvió a su cargo. La crónica, en tramos de De golpe, Chávez, nota de Luis Sicilia en la revista Trespuntos, nº 251 del 18 de abril de 2002.






“El 12 de febrero pasado en su exposición ante la Comisión de Inteligencia del Senado de Estados Unidos, el señor George Tenet, jefe de la CIA, subrayó la gravedad de ciertos informes que ponían en un primer plano la creciente y alarmante 'volatilidad' de la región, sobre todo en Argentina, en Colombia y en Venezuela. En realidad la premonición de Tenet no era un juego de adivinanzas; su gente en Venezuela estaba ya seriamente comprometida con el golpe que se avecinaba en el país caribeño, tal como quedó demostrado con el correr de las horas. Para Tomás Eloy Martínez, por ejemplo, se trató 'de un golpe de derecha, estimulado por los servicios de Inteligencia de Estados Unidos'. Muchos creyeron que lo de la volatilidad tenía que ver hasta con la desaparición física de Hugo Chávez, pero al jefe de la CIA y a la 'propia tropa' venezolana y hemisférica, les salió el tiro por la culata. Y aunque todavía no está dicha la última palabra, la derrota puntual de los conspiradores ha sacudido saludablemente el tablero político de América Latina. Algunas conclusiones de los hechos que durante 40 horas mantuvieron en vilo a la opinión pública señalan:
1) La dictadura de forma y hecho constituida por el empresario Pedro Carmona, representante de los grupos concentrados del capital, con respaldo de un sector de las Fuerzas Armadas, en especial de los generales Efraín Vásquez, jefe del Ejército, y Ramírez Poveda, comandante de la Armada, ambos educados en la Escuela de las Américas, histórico semillero de golpistas latinoamericanos, derrapó a poco de despegar.
2) Los golpistas no contaron con el papel protagónico del pueblo venezolano, cuyo 80 por ciento vive en la pobreza, y con el respaldo de los mandos medios de las Fuerzas Armadas. También fue decisiva la actitud de los 34 países del hemisferio que se negaron a reconocer el régimen de facto.
3) El petróleo estuvo en el centro del drama. Venezuela es el cuarto país productor de petróleo del mundo y posee la reserva de crudo más importante fuera del Golfo Pérsico. Además, es el tercer exportador al mercado norteamericano.
4) El Chávez que regresó al Palacio de Miraflores pareciera no ser el mismo. Seguramente deberá admitir sus errores y llevar a! país al terreno de la conciliación nacional. En ese sentido, los chavistas dicen entender que, a la luz de lo ocurrido, no basta con ganar tres elecciones consecutivas y tampoco con desplazar al bipartidismo tradicional de los democristianos y los socialdemócratas. Para Luis Bilbao, periodista de Le Monde diplomatique y autor del ensayo Chávez y la Revolución Bolivariana, el saldo de lo ocurrido en Venezuela es 'el fortalecimiento de Chávez y una tremenda derrota de Estados Unidos, porque, entre otras cosas, perdió el apoyo de la burguesía latinoamericana. De hecho, dice, el Grupo Río, que se negó a reconocer a Carmona, se enfrentó con Washington. Sienten que las balas silban en sus tobillos y, en un acto de autodefensa, votaron contra Washington'. En su opinión:
El conflicto social, político y económico continúa, razón por la cual Chávez profundizará el rigor judicial respecto de los responsables directos del alzamiento. Ya hay 120 presos, entre ellos importantes jefes militares y algunos 'socios' del sector empresarial.
Al mismo tiempo; los chavistas darán un nuevo gran impulso a los llamados Círculos Bolivarianos, una organización de tipo barrial de carácter masivo/enraizada en los cordones más humildes de Caracas y de otras ciudades de Venezuela.
Lo ocurrido en Venezuela demuestra que Estados Unidos está perdiendo aceleradamente la iniciativa política en América Latina. Y este frustrado intento golpista apuntó a recuperarla. Es cierto que en su confrontación con Estados Unidos, Venezuela tiene un arma poderosa: el petróleo. Pero Washington descubrió que el gobierno de Chávez cuenta con otra arma, más letal, que es la movilización multitudinaria de su pueblo y de la mayoría de las Fuerzas Armadas en defensa de la Revolución Bolivariana.
En opinión de algunos analistas estadounidenses y de círculos diplomáticos, en la Casa Blanca se vivió con inquietud el revés político generado en Venezuela. Cuando creían que Chávez estaba por abordar un avión rumbo al exilio, en medio del silencio de los gobiernos de la región, se produjo el milagro impensado, inédito en el continente, que torció el rumbo conspirativo y sepultó al golpe. Era tan fuerte la confianza de Washington en la consolidación del gobierno de Carmona que en Wall Street salieron corriendo a comprar títulos de la deuda pública venezolana. El FMI se convirtió en la primera institución financiera en reconocer al régimen de facto y ofrecerle rápida colaboración 'para sus necesidades inmediatas'.
En cuanto al papel de los gobiernos europeos, la nota la dio el español José María Aznar, presidente del Consejo europeo, quien antes de que Carmona llegara al Palacio de Miraflores se apuró a reconocerlo y ofrecerle, al igual que el FMI, 'su disponibilidad y apoyo'. Otras voces, en otros ámbitos, suman interpretaciones diversas de lo ocurrido el 11 de abril en Caracas y de la personalidad política del coronel Chávez. En opinión de Juan Gabriel Tokatlian, director de Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales de la Universidad de San Andrés, Hugo Chávez había puesto en práctica una política fuertemente contestataria de la hegemonía norteamericana. En ese sentido, Chávez tuvo una suerte de política esquizofrénica, porque en términos diplomáticos apareció desafiando a Washington: su relación íntima con Cuba, sus viajes al mundo árabe hostil a Estados Unidos, una alianza estratégica con Rusia y China para compensar lo que llama la hegemonía unipolar de Estados Unidos. 'Mientras que por este lado había un desafío en términos domésticos, internos y económicos, nunca estuvo en un estado de confrontación con el capital internacional, nunca desconoció los términos de venta del petróleo, nunca amenazó las finanzas de los bancos norteamericanos establecidos en Venezuela, y en los últimos nueve meses puso en práctica diferentes planes económicos con un sello marcadamente neoliberal y ortodoxo', dijo Tokatlian a 3puntos.”

El golpe de abril de 2002


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