26.3.11

Dictadura 1976/1983

HACE 30 AÑOS ASUMÍA LA PRESIDENCIA EL GENERAL VIOLA
Como lo hiciera el general Videla cinco años antes, el también general Roberto Eduardo Viola asumió la presidencia de la Nación un 29 de marzo. Segundo mandatario de la dictadura del autodenominado Proceso de Reorganización Nacional, su gobierno debía durar cuatro años pero tuvo un final imprevisto. Fragmentos de Viola presidente, nota de Tabaré Areas en la revista Somos, nº 237 del 3 de abril de 1981.





“A las 11.35 se abrieron las puertas del Salón Blanco para que entraran los invitados y diez minutos después lo hicieron los nuevos ministros, en una fila que encabezaban Horacio Tomás Liendo y Carlos Lacoste.
Frente a la tarima había 36 sillas (doradas, con tapizado rojo) reservadas para los ministros, secretarios y subsecretarios salientes.
La toma de juramento a los nuevos trece ministros fue una combinación del más estricto protocolo con la informalidad más chispeante. Los ministros, de acuerdo con el orden de juramento, formaron dos filas al costado del estrado. Vistos de frente, a la derecha estaban (Horacio Tomás) Liendo, (Oscar) Camilión, (Amadeo) Frúgoli, (Norberto) Couto, (Lorenzo) Sigaut, (Jorge) Aguado, (Eduardo) Oxenford. A la izquierda, (Carlos) García Martínez, (Diego) Urricarriet, (Carlos) Burundarena, (Julio) Porcile, (Amílcar) Arguelles y (Carlos) Lacoste. Tres de ellos tenían trajes cruzados (Frúgoli, Aguado y Arguelles). El titular de Salud Pública, pese a ser militar (brigadier), juró en ropa civil. Lorenzo Sigaut también tuvo su cuota de exclusividad: durante la ceremonia fue el único ministro que tuvo en todo momento sus manos cruzadas atrás, y también fue el que más se rió. Los Sí, juro que más fuerte se escucharon fueron los de Oscar Camilión y Lorenzo Sigaut, mientras que los más aplaudidos fueron el mismo ministro de Relaciones Exteriores y Jorge Aguado ('...y eso que acá no se ve mucha gente del campo', acotó alguien).
Para los presentes, el momento más emotivo fue el que se vivió casi 25 minutos después, cuando Videla y Viola reaparecieron sobre la tarima del Salón Blanco. Viola le entregó una gruesa medalla de oro como recordatorio y reconocimiento por su trabajo al frente del Poder Ejecutivo. Videla, con lágrimas y voz algo temblorosa, escapó de la formalidad e improvisó una respuesta recurriendo al tuteo. 'Te doy la seguridad -dijo- de que este presente lo he de guardar entre mis mejores y más gratas pertenencias, puesto que este recuerdo es mucho más grato por haberlo recibido de tus manos, en la seguridad que cada vez que lo mire, cada vez que lo toque, será una forma más de escudriñar el recuerdo y la memoria una vida de amistad, una vida en la que compartimos momentos de alegría, de amargura, de riesgos y responsabilidades'. Estalló un largo aplauso.
Pero muchos de los detalles más jugosos de ese domingo tuvieron un escenario: el Salón Sur, donde se sirvió el vino de honor, matizado -entre ruido de copas y bandejas- por el deambular de gran cantidad de chicos, hijos de funcionarios o invitados, y donde ministros entrantes y salientes confraternizaron por casi media hora. El ingeniero Eduardo Valentín Oxenford se abrazó sonriente con el ex secretario de Agricultura y Ganadería, Jorge Zorreguieta. Alejandro Estrada, ex secretario de Comercio, mantuvo una larga charla con Hugo Lamónica, ahora subsecretario de Finanzas e Inversiones Extranjeras.
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Hubo también un invitado especial: Joao Havelange, presidente de la Federación Internacional del Fútbol Asociado (FIFA). Lo invitó el vicealmirante Carlos Alberto Lacoste. Después, el brasileño comentó: 'No se olviden que durante el Mundial tuve el honor de conocer a los generales Videla y Viola. Hoy tuve la suerte de estar aquí, cuando uno se va y el otro se queda'.
(…)
El último acto de Videla en la Casa Rosada (cuando llegó, por la mañana, le había pedido al jefe de la Casa Militar que la puerta de la capilla estuviera abierta porque quería rezar allí por última vez) fue retirar el único objeto privado que lo acompañó durante los últimos cinco años en su despacho: la foto de su padre, capitán del Ejército, montado a caballo y desfilando frente a la Plaza de Mayo.”



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