27.9.10

Espectáculos

A 30 AÑOS DEL FALLECIMIENTO DE ADOLFO STRAY
El 28 de septiembre de 1980 falleció Adolfo Stray, actor argentino y una de los más famosos capocómicos del teatro de revista porteño. Comenzó su carrera actuando en radio, y en 1944 debutó en teatro. En su larga trayectoria actuó en las revistas La moda viene con botas, Nerón cumple, El gran desacuerdo nacional, entre otras. Además trabajó en televisión y participó en casi una veintena de películas. Su recuerdo en extractos de Biografía no autorizada, nota de Ahora, suplemento del diario Crónica, de enero de 1995.




   "Recordamos aquí a quien se denominó 'El rey de la Revista', Adolfo Stray, representante especialísimo de un género en que se desenvolvió como pez en el agua. Nacido en Buenos Aires, estuvo a punto de abrazar la carrera universitaria para convertirse en médico. Pero su corazón pudo más y demostró como diría con el tiempo: 'Mi función es hacer reír', y vaya si lo consiguió. Hasta 1980, el año de su desaparición física, su vida fue subir a un escenario, desde donde podía arrancar carcajadas como pocos.
   1913. En una casa situada en Ecuador y Córdoba, en el seno de una humilde familia judía dedicada al bordado, nace el 12 de diciembre en Buenos Aires, Adolfo Straijer. Fue el primero de los seis hijos del matrimonio integrado por Mauricio Straijer, nacido en Odesa, y Rosa Mintz, ucraniana.(...)
   1928. En la época del bachillerato, en el Colegio Nacional Sarmiento, se suma a la Troupe Estudiantil con la que ejercita sus primeras armas sobre los escenarios. Conoce a Juan Villoldo, su profesor y el primero que le da una oportunidad de ser actor profesional. 'Me había retado porque se me escapó una palabrota y él la escuchó. Yo le dije: «Doctor, si usted está clavando un clavo y se encaja un martillazo en un dedo no va a decir: Ay, qué accidente tan desgraciado, sino que va a gritar: La re... que lo recontra mil...y la...» El profesor estalló con su risa y mis compañeros también. Fue cuando descubrí el poder cómico de las palabrotas. Y el doctor Villoldo me dio una carta de recomendación para don Pascual Carcavallo. Fue a verlo. Me preguntó si hacía chistes. Le dije que sí. Si cantaba. Le dije que sí. Si bailaba. Le dije que sí. A todo le dije que sí. Fue a parar al coro del teatro Nacional'.
   1935. Radio Fénix le brinda su primera oportunidad de demostrar sus cualidades de cómico. Debuta con la pieza 'Las óperas en broma', a la que sigue 'Don Quijote de la pantalla'. En Radio Belgrano actúa junto a Salvador Striano (integrante del dúo Buono-Striano). En Radio Splendid personifica a 'Abraham', y de regreso a Radio Belgrano tiene gran suceso con 'El flaco Serenata'. (...)
   1944. El 19 de diciembre por primera vez pisa el escenario del teatro Maipo. Y cuenta: 'Tenía un jabón de todos los diablos, y aunque eso me parezca mentira, eso fue lo que me salvó: con Jovita Luna hacíamos una pareja de 'palmados', me temblaban las piernas, hice un agregado para sacarme el julepe de encima y la gente se rió'.
   1947. Pensando en sus actuaciones radiales en las 'Operas en broma', el doctor Susini lo convoca para la opereta 'La viuda alegre', que debuta en el teatro Smart.
'Empecé a contar unos cuentos sobre burreros que habían ido al hipódromo de La Plata. Los demás actores que compartían conmigo la escena me miraban como si yo fuera un loco furioso. El público que conocía la obra, empezó por no comprender, después tímidamente se reían de que había un tipo haciendo añicos el libro tradicional. Luego la sala soltó la carcajada y me sentí feliz. Creía que sería mi última noche y no dudaba de que Susini la patada más baja iba a querer dármela en el esternón. Cuando salí de escena, Susini me esperaba enfurecido: «¿Sabe lo que ha hecho?». Y yo le dije: «¿No se da cuenta, doctor?» Reconoció que el público se rió. «¿Cómo no se van a reír, doctor, si vinieron a ver un desfile fúnebre y le damos una cosa alegre?».
   1948. Confirmado como integrante del elenco oficial del teatro Maipo. Luis César Amadori, a instancias de Antonio Blotta y Marcos Bronenberg, lo incluye en la programación de invierno. Debuta en 'La historia cómica de Buenos Aires' junto a Marcos Caplán, Sofía Bozán, Mario Fortuna, Dringue Farías, Beba Bidart, Tato Bores, Vicente Rubino, Thelma Carló, Paloma Cortez y Carlos Castro (Castrito).
   Improvisa, agrega... pero le llaman la atención. Amenaza con irse.
   -¿Cómo que te vas? ¿Estás loco?
   -Claro que me voy. Aquí todo el mundo dice lo que quiere y a la primera frase que yo meto se me arma la bronca.
   1950. Con Sofía Bozán concreta un memorable sketch: 'Era una compañera maravillosa y para mí resultaba ideal. La 'Negra' no era muy estudiosa del libreto. Aprendía por encima y luego iba forjando su trabajo en el escenario. Quiero decir que improvisaba mucho y obligaba a hacer lo mismo al actor que la acompañara en escena. Yo me sentía nadando en mi salsa con esa manera de interpretar'. (...)
   1962. Estrena en televisión 'Don Jacobo', un padre de familia judío, protestón y bondadoso. Para algunos miembros de esa colectividad significó una ofensa para todos ellos. Stray, sin pelos en la lengua, señaló al respecto: 'Me mofo de mí mismo y de algunas costumbres, pero con buen humor, un humor que es sano para la gente. Cuando subo al escenario en el teatro también digo que soy «moishe», un término gracioso para significar que soy judío, lo hago para que si hay algún antisemita en la platea del teatro, o en su casa viendo el programa, sepa que quien lo hace reír es un judío. Me siento orgulloso de ser judío, orgulloso de mi raza'. (...)
   1974. En agosto el propio Adolfo Stray en diálogo con Crónica desmiente un triste chiste: 'Recién me entero de mi muerte,y le tengo que agradecer al chistoso que echó a correr mi fallecimiento'.
   Tocando temas más edificantes responde:
   -¿Qué tiene que tener una mujer para resultarle atractiva?
   -Leí una vez que el peor delito de una mujer es nacer fea y yo lo adopto. Por eso exijo que la mujer sea físicamente bella, porque fulero ya soy yo.
   -¿Y qué significa el dinero en su vida?
   -Comodidad, tranquilidad.
   -¿Usted acepta el calificativo de 'zafado'?
   -Yo no soy apto para estúpidos. Puedo ser apto hasta para menores, pero no para estúpidos.
   -¿Cuál fue la época de mayor auge de la revista?
   -En 1928. Yo era 'claque' y había cinco compañías importantes y con éxito al mismo tiempo.
   -¿Piensa en Dios?
   -No sólo pienso en él, creo en Él y a veces hablo con Él. No me gusta molestarlo porque sé que debe estar ocupado.
   -¿Cómo se define?
   -Un poco vanidoso, déspota, vago, muy seguro, preparado para la vida, sentimental pero no triste, extrovertido pero no estridente y con una gran pena a cuestas: que mi viejo, que murió a los 47 años, no haya visto todo lo bueno de nosotros. Ni siquiera un nieto. Don Mauricio me tenía una fe bárbara. Creía que lo menos que podría llegar a ser era presidente de la república. (...)
   1978. Adolfo Stray sigue siendo 'El rey de la revista...', y de las respuestas.
   -¿Qué hacés cuando no trabajás?
   -Lo que más me gusta: la noche. Ella siempre ha sido mi gran amiga. Pero entendéme bien, la noche a través de los balcones de mi casa, con amigos, whisky y buena música. Ya pasó el tiempo de las farras, las comilonas y el café. Ahora es trasnochar tranquilo, sereno.
   -Dos veces viviste en pareja...
   -Sí, lo intenté dos veces y fracasé en ambas. Mejor dicho, no fracasé. Me di cuenta de que no nací para ser marido. Y no porque la otra parte me haya dado motivos de disconformidad. Es algo más fuerte que yo: no soportaba la vida en común. Soy algo así como el novio o el amante perfecto, pero como marido soy un desastre.
   1980. Se estrena en el teatro La Campana la revista 'Con Stray, Moria, Gogó y Tristán, la campana hace tan...tan'.
   Fiel a su costumbre, vive enclaustrado en la habitación del hotel donde se aloja durante la temporada marplatense.
   'Yo me paso todo el día solo, meditando. Tengo muchas cosas que meditar en mi vida. A veces leo, recuerdo... pero esencialmente medito. La única forma en que podrán sacarme del escenario es muerto. Sé que tengo detractores, que hay periodistas que no me perdonan una, pero el público argentino es 'revistero' por naturaleza, por eso creo que es un género que no morirá nunca'".






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