22.3.13

Espectáculos


A 25 AÑOS DE LA MUERTE DE MIGUEL ABUELO
El 26 de marzo de 1988 falleció Miguel Abuelo, cantante y líder de Los Abuelos de la Nada. Nacido como Miguel Ángel Peralta, fue uno de los pioneros del rock argentino en la década del 60. Radicado en Europa, a su regreso al país influyó en la modernización de la música nacional. Su vida, en “...no lloren por mí, argentinos”, nota de Víctor Pintos en la revista El Periodista de Buenos Aires, nº186 del 1 de abril de 1988.


“Miguel Abuelo había aprendido tan bien a ser equilibrista, que nunca pidió red. Pero una tarde lluviosa de otoño, se cayó.

Hoy, hay máquinas que teclean para aprehender al personaje que fue.

Fue un payaso sin disfraz, se dirá. Es verdad.

Fue un talento intuitivo, un seductor, un poeta.

"Soy la burla de mi tiempo; nada me resulta incierto, porque me gané un cubierto para una reunión de leones", había escrito alguna vez.
Ahora los grabadores reviven su voz, archivada en reportajes que siempre terminaban siendo monólogos.
Se lo oye contar de dónde vino. "Era un emigrado de mi casa, vivía en la calle, me habían echado de todos los colegios. Y no soportaba a nadie. No me soportaba yo mismo. Mi vida no era artística, era natural".
Después, quién era y dónde estaba a mitad de los '60. "Vivía en un hotel de mala muerte, con un montón de bohemios. Me lo pasaba encerrado en una pieza y me había dedicado al alcohol. No se qué pensaba, que era la última etapa de mi vida, no sé. Quería escribir un libro que se llamase Historia Universal de la Realidad, y empujaba las letras con botellas de vino. Vivía con un 'jonca' al lado, y siempre me sacaban hecho una basura; me llevaban al hospital. Era un drama, pero a mí me encantaba. Siempre gocé de una salud enorme, toda la vida, y yo jugaba con eso. Supongo que buscaba afecto".
Hoy sus discos lo devuelven provocador. "Cantautores, cantautistas, Dios no les quite la pista. Para mí, los reflectores".
Miguel Angel Peralta, hijo de nadie y abuelo de la nada, inventó el rock en Buenos Aires con Moris, con Litto Nebbia, con su gran amigo Tanguito que se fue primero, en una balsa.
Después emigró a Europa y vagabundeó durante diez años. "Me perdí, qué querés que te diga. Estuve en cualquiera, no quería más música; había descubierto la vida, no debía nada, nadie me debía, nadie me pedía que cantara. Hice de todo. Artesanía, producciones para televisión, trabajé mucho, no trabajé también... En fin, hice lo de siempre: saltimbaqui, saltinmundo, salticalzón ".
Pero sabía que iba a volver. "Cuando me fui había dicho 'chau, un beso, no lloren por mí, argentinos. Y me borré. Después me llegaron noticias siniestras de la Argentina y no dudé en quedarme. Yo me decía: 'Si vuelvo, totalmente iluminado como estoy, con la cabeza hecha una lamparita, y caigo allá, lo primero que hacen es cortármela'. Pero un día supe que ya era hora, y me volví".
Regresó con su amigo Cachorro López, reclutó a varios músicos, volvió a formar Los Abuelos de la Nada y la pegó. Vendió miles de discos, convocó multitudes, tuvo plata y muchas mujeres. Nunca dejó de pedir amor. "Chilla todo lo que quieras, pero no, no rompas no. No maltrates las reliquias de este pueblo que amo yo. Pueblo de ámbar coral oro, cielo de esta gran prisión. Donde manda el corazón, todo el mundo sin calzón. Hay amor", cantaba.
Seguía jugueteándole al abismo, pero quería vivir. "Cómo. Quién. Dónde. Me está pasando ahora, dormir no quiero", escribió en una de sus últimas canciones.
Quería libertad. Y la ejercía. "A mi lado, nunca la tendrás mal. A la injusticia, quizá nunca verás. Soy vasto como el mar, ése es mi juego". Era arrogante. Un tremendo egocéntrico. "Dios desafina la orquesta y yo intento sonar". Pero no le quedaba mal: tenía carisma.
Era contradictorio. Sabía mentir y amaba la verdad. Parecía gustarle el ridículo, pero nunca dudó en recurrir a la pose. Murió en una clínica de Munro. Dijeron que tenía SIDA. Luego se desmintió.
Lo cierto es que una tarde, el negrito dobló la esquina y no se lo vio más.
Levemente triste, su imagen, como un niño, como el viento, se escapó”.


El Dr. Héctor Perez explica las razones del fallecimiento Miguel Abuelo - Buen día día ( vivo )
 

Lunes por la madrugada (Los abuelos de la nada)

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