21.12.12

Rock Nacional

A 25 AÑOS DE LA MUERTE DE LUCA PRODAN

El 22 de diciembre de 1987 murió Luca Prodan, la más importante figura extranjera del rock nacional. Nacido en Italia, formado en Gran Bretaña y emigrado a la Argentina huyendo de las drogas duras, fue la voz de Sumo, uno de los grupos que renovó el rock argentino en los ‘80. Tramos de “Yo no me cojo a las nenas”, entrevista de Enrique Symns en la revista El Porteño, nº50 de febrero de 1986.


“-Luca, ¿cómo vas sufriendo las 'alteraciones' de la fama?
-Yo no llegué a eso de no salir de mi casa, ni siquiera tengo una casa. Viajo en subte y en colectivo porque nunca voy a tener un coche, voy a morir sin tener coche, siento mucho miedo a los automóviles... Claro, ahora tengo fans que se pelean por un pedacito de cualquier cosa que les tire desde el escenario. Yo ya fui un gran fan de Led Zeppelin o Pink Floyd. Pero era un fan sereno, curtía por dentro mi admiración. Claro, tenía una excelente educación, en los mejores colegios de Europa; yo iba a los recitales y miraba de otro modo.
-¿Los fans de tus recitales son más idiotas?
-El otro día tiré en un recital un texto que había leído. Se mataron por agarrarlo y lo rompieron en pedacitos. Hay mucha histeria. Es una cosa terrible ver toda esa locura desde el escenario, parece cosa de magia, de hechicería. El hechicero pone loca a la gente a través de su carisma, de su poder personal.
-¿Querés decir que el rockero, sobre escena, posee un poder especial?
-Sí, el carisma existe. Pero además está toda la superestructura que lo sostiene: las luces, los equipos de sonido, la propaganda. Ves las caras de las niñitas de 16 años. Me miran como si fuera un dios. Una de esas nenas, me miró fijamente durante todo el recital. Cuando terminé, la mandé a buscar. Tenía 16 años y le pregunté por qué estaba tan fascinada conmigo y me dijo; 'Porque eres un bebé-macho'...
-¿Te acostás con todas esas adolescentes?
- No, yo no me las cojo para nada. Hay una fama sobre los músicos, muchos shows, mucha guita, muchas minas y encima lloran. Cuando terminás un show no te queda energía para nada, lo único que deseás es estar solo o con tus amigos o con tu mina. Los que hicimos Sumo no lo hicimos para coger más minas ni para hacernos un viaje a Brasil. Nos rompimos el culo durante cuatro años.
-¿Qué te parece el nivel musical del público, es un público que 'escucha' rock...?
-No, para nada. Me piden todo el día 'La rubia tarada' que es un tema tarado, que nosotros ni lo haríamos. Acá, si hubiera un Peter Hammill, nadie lo escucharía y si le regalás a un pibe de 15 años un disco de David Bowie te mira con asco... No, aquí no hay nivel para nada.
-Luca, sos un superalcohólico, un ginebrero auténtico...
-Yo le hago la apología a la ginebra, pero ahora ya no quiero más. Nunca pensé que fuera el elixir de la vida, más bien es el elixir de la muerte, y te vas dando cuenta dentro de tu cuerpo, te vas dando cuenta que algo se está muriendo, se está extinguiendo. Pero había una época en que nada me importaba un carajo; ni grabar, ni los recitales, ni el público. Me tomaba todo y a tomar por culo. Ahora no. Quizá el éxito me ayudó a salir de eso.
-¿Cuál es la razón de que tomaras tanto?
-No hay ninguna razón. Yo estuve yendo hace poco a Alcohólicos Anónimos, a uno de habla inglesa, y me encontré con mucha gente que tomaba por muchísimas razones. Creo que la gente más sensible de un lugar, de un pueblo, toma porque no se banca. Y es mentira que los borrachos son violentos, esos son psicópatas, los borrachos son tipos sensibles.
-Una vez me dijiste que rajando de la heroína llegaste al alcohol...
-Rajando de la heroína llegué a Sudamérica, aquí no hay, aquí no hay riesgo...
(...)
-¿En tus canciones hay alguna filosofía, algún cuerpo de ideas que provengan de todo eso que pasó en tu vida?
-No, mis canciones, las letras, son siempre producto de zapadas, de improvisaciones. Lo que importa es el ritmo. Cuando al final escucho la letra que quedó armada digo: 'La puta madre, sin darme cuenta conté toda una historia. La única excepción es La rubia tarada, que la pensé. Es la historia de las rubias y los negros que se las quieren coger y no pueden. La venganza es ésa, decirles taradas, porque hay más fantasías sexuales que sexualidad, porque se hacen Ia película, se masturban con esa rubia, se la violan en la cabeza, pero saben que nunca, nunca, la van a coger. Esa agresión está reflejada en el tema.
-Hay un cierto aire de frivolidad flotando entre el público y los artistas del rock.¿No creés que puede pasarle a Sumo lo de desaparecer agotado en esa frivolidad?
-No. No nos puede pasar lo de Los Twist o Viudas e hijas de Roque Enrol, porque nosotros no vamos detrás del éxito sino detrás de la música. Sumo está para más, para crear, para, seguir explorando musicalmente.
(...)
-Hablamos de la fama, hablemos ahora del poder...
-¿Poder? Dicen que el poder corrompe, pero hay que ver siempre quién es el que llega al poder, a tener poder. Quizá no es que lo corrompió el poder sino que siempre estuvo corrompido. A mí me gusta tener poder para poder dedicarme a mí mismo, me gustan los 120 australes que gano por fin de semana porque puedo comprarme las revistas que quiero o comer las cosas que me gustan. Claro, dicen que soy el líder de Sumo y pareciera que tengo mi dosis de poder con todas esas nenas gritándome, pero no es cierto, mi vida no ha cambiado ni va a cambiar porque gane más plata o porque un montón de idiotas me griten 'Luca, Luca' cuando me ven.
-Dejaste la heroína, ya casi no sos alcohólico, tenés éxito, ¿la vida tiene absoluto sentido para vos?
-El sentido no tiene que ver con eso, el sentido es el amor; el sexo, la amistad. Lo demás es una pura historieta, una anécdota. Soy un tipo fuerte, me considero sólido y ése es mi sentido, este saberme así. Ahora las cosas cambiaron. Antes yo iba con el pelo largo y creía que iba a ver un mundo mejor y creía en el rock y en la poesía y en todo. Ahora todo eso terminó. Ahora simplemente hay que bancársela.”

Teléfonos - White Trash


Sumo toca Estallando desde el océano en “Feliz domingo para la juventud”

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