Dictadura 1966-1973

MARTINS: EL PRIMER ABOGADO DESAPARECIDO

El 16 de diciembre de 1970 fue secuestrado en Buenos Aires Néstor Martins, quien se convirtió en el primer abogado desaparecido de la Argentina. Ese día fue raptado junto a su cliente, el trabajador Nildo Zenteno, en momentos en que gobernaba la Argentina el general Roberto Levingston. Hechos similares se produjeron en los siguientes meses, como daba cuenta la nota Los desaparecidos de la política, publicada en la revista Panorama, nº 213 del 25 de mayo de 1971.

   “Una quincena atrás la justicia bonaerense -a través del juez Rómulo Dalmaroni- produjo sentencia, con nueve años de atraso, en el resonante caso de la desaparición y muerte del obrero metalúrgico Felipe Vallese. En agosto de 1962, en la esquina de Trelles y Canalejas, Vallese -militante sindical en la oposición a Augusto Vandor- fue raptado por una banda que la resolución judicial en primera instancia ha venido a señalar como integrantes de la policía de la provincia de Buenos Aires. El caso Vallese, una bandera de combate para los tribunos de las libertades civiles, amenaza convertirse en un episodio más en la trágica cadena de desaparecidos políticos. En mayo de 1970 Pedro Eugenio Aramburu era retirado violentamente de su domicilio. Luego, en diciembre de ese año, el abogado Néstor Martins y su cliente Nildo Zenteno se esfumaban -también contra su voluntad- de una esquina del centro de Buenos Aires y a plena luz del día. Ambos episodios representan los extremos de un espectro de violencia creciente alimentado a izquierda y a derecha. Característica notoria en la mayoría de los casos: la impunidad. Aun cuando -como en el caso Vallese- se pronuncie la justicia. 'Juan Fiorillo, jefe del servicio de inteligencia de la policía de Buenos Aires, fue excluido del proceso y es él quien retira a Vallese de la comisaría de San Martín y dirige el proceso de tortura; también fue excluido el inspector Carlos Jaramillo; acusan Rodolfo Ortega Peña y (Eduardo) Luis Duhalde, abogados peronistas que investigan el caso. 'Otra barbaridad -añaden- es que el oficial René Araujo, responsable de la matanza de los chicos de Florida, siguiera su carrera policial mientras estaba procesado.'
   En cambio, ningún nombre aparece relacionado con la suerte de Martins y Zenteno, luego de más de cinco meses de impenetrable misterio. 'El gobierno es el culpable -acusa la mujer de Zenteno-. Y también la policía. Si fuera hombre sabría qué hacer con ella'. Parecida desesperación atormenta a Nora de Martins, esposa del abogado: 'Yo pensé que con el gobierno de Lanusse iba a existir algún cambio, pero no es así. Lo mismo pasa con la investigación del juez Víctor Irurzun, atemorizado por la bomba que le pusieron', se indigna. Hace tres meses que ella no recibe anónimos ni llamadas amenazadoras: 'Todo parece disolverse', se desespera. Nuevos métodos de represión, que incluyen la desaparición momentánea de activistas, se han puesto en marcha desde la semana pasada. El viernes 14 seis estudiantes fueron atrapados por presuntos policías -luego de ser golpeados con cadenas y porras- en una manifestación que la FUA realizaba en el centro de Buenos Aires. 'Durante 48 horas -señala el dirigente fuista Carlos Cedrón- no supimos dónde estuvieron. El domingo 16 aparecieron. Parece que el objetivo, ahora, es intimidar.'”

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