10.11.10

Fútbol

LOS 100 AÑOS DE ERNESTO DUCHINI
El miércoles 10 de noviembre Ernesto Duchini hubiera cumplido cien años. Fue half derecho y luego director técnico en las divisiones inferiores de Chacarita, River, Racing, San Lorenzo e Independiente. También tuvo a su cargo los seleccionados juveniles, y colaboró en la formación del plantel que ganó el mundial juvenil de 1979. Lo recordamos con tramos de una conferencia de dio en Deportea el 24 de agosto de 1992.




    “-¿Cuál debe ser la prioridad de un técnico de divisiones inferiores? ¿Las técnicas, el aprendizaje futbolístico o la persona, el ser humano?
   -Ser director técnico de divisiones inferiores es muy difícil. Hay que llevarlo en el alma, en el corazón porque sino se fracasa.
   Yo, por ejemplo, he sido más padre que técnico. Siempre me fijé mucho en no dañar al jugador. Es muy difícil cuando a un chico después de varias prácticas hay que decirle que no va, hay que decírselo en forma de no lastimarlo. Lo mismo ocurre con los suplentes. Recuerdo que un día en un reportaje alguien dijo que a mí me querían hasta los suplentes porque le di mucha más importancia al suplente durante la semana que al titular. Porque el que se sabía titular ya estaba tranquilo y el suplente sufría al no jugar. Por eso en la semana le daba una importancia tremenda y así no tenía derecho al pataleo.
    -¿Cómo ve el trabajo de las inferiores ahora? ¿Está bien encaminado?
    -Yo creo que los clubes se han dedicado más a las divisiones inferiores. Sobre todo con las pre-novenas que reemplazan en parte a la calle, al potrero.
   También reconozco que con las escuelas de fútbol hay un peligro tremendo. Hay que ver quién es el encargado de la escuela. Si es una persona capaz, porque si es alguien que no está capacitado para dirigir a los chicos, en lugar de hacer un bien hacen un mal. Hoy hay una cantidad enorme de jugadores o ex jugadores que ponen escuelas. Es importante porque a los chicos lo sacan de las calles. Si el tipo que dirige la escuela es capaz, es beneficioso. No sólo para el chico sino también para el fútbol argentino.
    -Usted dice que reemplaza al potrero pero para entrar a esas escuelas hay que pagar...
   -Sí, por eso es importante que los clubes tengan divisiones menores donde los chicos empiezan de los 10 años en adelante. Eso facilita mucho las cosas para el chico que no puede pagar una escuela.
   Indudablemente el fútbol es producto de la pobreza. Por eso dije que hay que ser más padre que director técnico. Cuando uno toma un chico él viene de hogares donde hay que ver si tiene la suerte de contar con una madre y un padre como Dios manda. Entonces a ese chico hay que dedicarle mucho tiempo para hacerlo en la vida.
    -¿Los chicos que llegaban del interior o del Gran Buenos Aires, tenían problemas de desnutrición, de malformación como ahora o antes era diferente?
    -No, en ese sentido siempre hubo problemas. Chacarita Juniors, por ejemplo, fue famoso en una época (tengan en cuenta que Chacarita fue un equipo grande, fue poderoso, tuvo grandes jugadores y tuvo grandes divisiones inferiores) por dedicarle mucho tiempo a las divisiones inferiores y consiguió a través de la vida que todos sus equipos fueron formados por jugadores salidos de la casa. Mario Rodríguez, Savoy, Pegnotti, (Osvaldo Juan) Montero, (Roberto Miguel) Moreno y una cantidad enorme de jugadores salidos de ahí.
(...)
   -¿Por qué se da que los equipos grandes no han producido buenos jugadores en los últimos años?
   -Ese es un error de los equipos grandes. A la larga van a tener que volver a buscar jugadores en las divisiones inferiores porque es un negocio. Sino fíjense la cantidad de dinero que tienen que gastar para la formación de sus equipos. Eso no puede durar mucho y los equipos grandes van a volver a dedicarse mucho más a las divisiones inferiores.
   De todas maneras este país es una cantera inagotable de grandes jugadores. Hay años que salen más y otros que salen menos. En la formación de equipos juveniles, había años que se formaban equipos estupendos y otros años no era tan así. No se da.
   Argentina pasa un momento difícil en el fútbol cuando aparecen de un momento a otro jugadores como Sivori, Angelillo, Maschio que ganaron el Sudamericano de Perú. Esos jugadores en pleno apogeo, en plena juventud fueron vendidos a Italia. Pero siempre hay momentos en que se dan grandes jugadores.
(...)
   -¿Cómo se puede evitar esa presión de los padres hacia los chicos que juegan en divisiones inferiores?
    -Es un problema muy serio y muy difícil. A los dirigentes y a los técnicos, la actitud de los pares les trae problemas. Los padres se meten y gritan. Hay veces que un grito puede hacer distraer a un chico, lo saca de lo que está haciendo. Hay gritos que son beneficiosos y otros que no sirven para nada.”






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