HACE 20 AÑOS FUJIMORI ERA ELEGIDO PRESIDENTE DEL PERÚ
El 10 de junio de 1990 Alberto Fujimori (Cambio 90) derrotaba al conservador Mario Vargas Llosa en la segunda vuelta electoral y se convertía en el nuevo presidente peruano. Análisis de su victoria y propuestas de gobierno, en Entre el ajuste y la modernización, reportaje a Fujimori de Claudia Pastrello y Darío Pignotti publicado en la revista Acción, nº 572 de junio de 1990.
"-¿A qué factor atribuye su triunfo?
-Pienso que se requiere una cierta identificación entre candidato y elector. Y esa identificación, desde el lema de nuestra campaña -'Un presidente como tú'-, yo la he llevado a la práctica. Fíjese que las circunstancias me han favorecido. Algún crítico reparaba en que yo me ponía el chiyo y el poncho; pero estas vestimentas, típicas del Perú me caían en forma natural, y eso también es identificación, ¿verdad?
-¿Qué opinión le merece el comportamiento de algunos sectores de la Iglesia, durante la campaña electoral, respecto de su candidatura?
-Eso ya es cosa del pasado. No sé por qué se esgrimieron argumentos que a la postre sólo me favorecieron, ya que todos saben que soy católico practicante y mi familia también lo es.
-¿Cómo será su relación con esos sectores, de ahora en más?
-ExceIente, con seguridad.
-También se ha dicho que su triunfo es una bofetada en pleno rostro de la burguesía peruana, que es muy orgullosa. Y se habló de golpes militares. ¿Qué va a hacer usted para que ese sector lo acepte?
-Creo que la imagen que ese sector se vaya haciendo de mí no será la que intentaron satanizar ciertos medios de comunicación. El respeto a las leyes, a las normas constitucionales y, sobre todo, a los principios económicos, hará que de forma natural las aguas alcancen su nivel. En
cuanto a esos rumores o intento de golpe, estuvieron madurando no como intención real sino como arma psicológica utilizada en la contienda electoral. Esa versión esta totalmente descartada porque las fuerzas armadas peruanas han adquirido suficiente madurez y son las mejores defensoras de la Constitución.
(...)
-Ya desde la óptica presidencial. ¿Cuál es a su juicio el problema más grave que tiene el Perú?
-Son dos los problemas graves. Uno, el terrorismo; otro, la crisis económica. Y ambos profundamente ligados: el terrorismo ahonda la crisis y viceversa.
-¿Usted tiene la fórmula para solucionarlos?
-No tengo la varita mágica; sí, tengo los instrumentos, los principios y las normas de la economía.
-Con respecto al terrorismo, ¿habrá algún plan de paz específico para los alzados en armas?
-No habrá diálogo con ellos. Lo que sí he planteado es que nuestras fuerzas armadas van a actuar con dos orientaciones. Una, la propiamente militar, para la que profesionalmente son muy competentes. Pero a la otra es a la que queremos dar especial énfasis: el desarrollo. Significa que en las zonas en que hay emergencia estarán encargadas de realizar obras importantes, como canalizadores, irrigaciones, caminos, administración de centros de salud...
-En cuanto a la crisis económica, ¿cuál es su opinión del plan de ajuste del presidente Menem? ¿Existirá algún parecido con el suyo?
-Quiero eximirme de toda comparación. Son planes propios.
(...)
-Otro temor a nivel empresarial es que su gobierno sea una continuidad del del APRA...
-Por lo pronto, quienes conducirán la política económica serán totalmente independientes del partido que gobierna. Eso ya es una garantía. Ojalá pueda encontrar empresarios que coincidan con nuestro planteo... Seguro que los va a haber, porque lo que nosotros defendemos son los principios económicos. Estamos totalmente desligados del APRA, esa acusación también fue parte de la campaña electoral en nuestra contra. No tengo vinculación alguna con el actual presidente, ni con integrantes del APRA.
(...)
-¿Qué hará sobre la deuda externa?
-Lo que está haciendo México es un buen ejemplo, aunque las condiciones son un poco diferentes; salvando esas diferencias, el modelo mexicano sería bueno para aplicarlo en el Perú. Con mi viaje a Washington y otros países, espero tomar contacto directo particularmente con el Fondo Monetario Internacional, para agilizar la reinserción del Perú en la comunidad financiera mundial. Nuestro propósito es dialogar con el FMI sin precondicionamientos de ninguna naturaleza, con voluntad negociadora, pero adoptando una política diferenciada de la que ha seguido Alan García, descartando tajantemente el planteo de no pagar más allá del 10 por ciento de los ingresos de exportaciones.
(...)
-Se dice que más de la mitad del Perú no habla español y que por eso el país no ha llegado a integrarse. ¿Va a incluir el quechua como idioma oficial? ¿Cómo va a enfrentar el problema de la integración peruana?
-Cada zona tiene sus peculiaridades. Se va a respetar esa 'policulturidad'. De todas formas, aun en esas condiciones se pueden crear los mercados, porque la fuerza de la economía prácticamente no tiene barreras, a no ser que las imponga el Estado, que limiten su desarrollo. Nosotros, en lugar de generar limitaciones, vamos a estimularlo. Ni el lenguaje, ni las diferentes características culturales serán limitaciones para generar mercados, y éstos a la vez integrarán el país. En mi debate con Vargas Llosa, yo hablé de cuatro modernizaciones, y una de ellas es la consolidación y creación de mercados.
-También es problema peruano el del narcotráfico. Se dice que una de las formas de combatirlo sería aportar un estructura adecuada para el transporte de otro tipo de cultivo. Para lograrlo, ¿se requerirá un financiamiento externo importante?
-Sobre eso he conversado brevemente con el embajador norteamericano. Se requiere un financiamiento importante, pero relativamente pequeño frente a la significativo del narcotráfico, cuando los Estados Unidos están adquiriendo droga por un monto de 120.000 millones de dolares.
-¿Qué piensa usted de la posibilidad de radicar tropas norteamericanas en el Perú como forma de solución al problema del narcotráfico?
-En realidad, no tenemos esas tropas. Hay asesores, en un número limitado, que espero no aumente. Hay en proyecto un acuerdo de donación por un monto aproximado de 34 millones de dólares, pero supongo que se trata sobre todo de un asesoramiento para el uso y manejo
del equipamiento militar...
-En ese sentido, ¿qué parecido tendrá su política en la materia con la adoptada por el presidente de Bolivia?
-No conozco los detalles de la poIítica boliviana en la materia. Pero, insisto, no solo deben tomarse medidas de tipo represivo-militar, sino medidas que tiendan a la normalización de los principios económicos. Hay que buscarles rentabilidad a los productos agrícolas legales, lo que
se puede lograr si el arroz, el maíz, etc., tienen su comercialización. La forma natural de comercialización son los caminos, no el Estado intervencionista. Entonces se puede contener en
forma natural que muchísimos agricultores se pasen al narcotráfico cuando no encuentran rentabilidad en sus chacras. Debemos rescatar la noción de mercado en todo el Perú. En la zona del narcotráfico se está tergiversando el concepto de mercado.
-Para los campesinos no hay producción más rentable que la coca, que se produce cuatro veces al año y es de fácil cultivo y cosecha. ¿No hay producto que pueda sustituir los ingresos que deja la coca?
-Con el programa de erradicación del cultivo de la coca, los precios en la zona descienden, se hace más difícil su cultivo y es menos ventajoso entrar en esa actividad ilegal. No es tan cierto que la coca tenga en estos momentos tan alta rentabilidad. Nosotros no hablamos de un programa de sustitución clásico. Hay lugares en los que es imposible pensar en el cultivo de otros productos que no sean la coca; hay que desarrollar todo un programa de apoyo a la agricultura.
-¿En qué medida va a garantizar el respeto a los derechos humanos en la solución militar a las cuestiones del narcotráfico y la guerrilla en las zonas de emergencia?
-No vamos a entrar en detalles, pero total respeto a los derechos humanos.
-Su planteo respecto del narcotráfico es muy interesante, pero, ¿qué pasa cuando uno visita el Alto Huallaga y ve a militares norteamericanos piloteando helicópteros peruanos, e incluso violaciones de los derechos humanos por parte de esos agentes con cultivadores de hojas de coca? ¿Cómo afrontará eso con su propuesta diferente?
-Mediante medidas y opciones que signifiquen el respeto a la Declaración Universal de los Derechos Humanos, y si hay casos específicos de delitos, tomando las medidas correspondientes. Nuestra política va a ser muy pragmática y clara en ese sentido. No vamos a permitir ese tipo de medidas que afecten la paz de la región. Hoy he tomado contacto con un campesino de la región del Alto Huallaga, quien representa a un grupo importante de cultivadores de hojas de coca que están dispuestos a sustituir el cultivo. Incluso ya hay una significativa extensión de otros cultivos, como la palmera de aceite. Ellos esperan el apoyo de algún organismo internacional o dentro del Grupo de Cartagena. Un concepto es el narcotráfico, y otra cosa son los agricultores. Yo pretendo la recuperación de los agricultores para la actividad rural. El narcotráfico tiene otro contexto internacional y eso no es problema peruano, sino internacional."
Fujimori gana las elecciones
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