A 30 AÑOS DEL TRIUNFO DE LA REVOLUCIÓN SANDINISTA

El 19 de julio de 1979 huye de Managua el dictador Anastasio “Tachito” Somoza, último integrante de una familia que gobernó tiránicamente Nicaragua en las últimas décadas. El triunfo de la ofensiva de la guerrilla sandinista lleva al poder a la Junta de Reconstrucción Nacional -una jefatura de estado colegiada por cinco personas de distintos sectores políticos y coordinada por el sandinista Daniel Ortega- y un nuevo gobierno compuesto por comandantes y civiles simpatizantes.

“Era exactamente la una de la madrugada del martes. Frente a 55 de los 100 legisladores que componen el Parlamento nicaragüense, Anastasio Somoza Debayle anunció que renunciaba a la presidencia de la república y partía hacia Miami “para evitar represalias personales”. Cuatro horas más tarde, cuando comenzaban a iluminarse las crestas de los volcanes que rodean a Managua, un avión Lear con capacidad para ocho personas partió del aeropuerto de Las Mercedes, llevando a bordo al dictador depuesto y a su hijo Anastasio Somoza Portocarrero, hasta entonces jefe de la Guardia Nacional. Pocos minutos más tarde otro aparato –esta vez un Boeing 727 de la compañía comercial Lanica, propiedad de los Somoza- partía también hacia el aeropuerto militar de Hampstead, cercano a Miami, cargando muebles, cuadros, elementos personales y hasta cinco jaulas con aves tropicales. Era la mudanza definitiva de la familia que monopolizó el poder político y económico de Nicaragua durante 46 años. En Miami –donde Anastasio padre y Anastasio hijo fueron recibidos por sus respectivas esposas y varios familiares directos que estaban en La Florida desde hacía varias semanas- el dictador hereditario comienza una nueva vida, mucho más sedentaria y alejada de los timbres del poder. Su mayor problema va a ser cómo administrar una fortuna que oscila entre los 500 y los 2.000 millones de dólares. A menos de dos horas de vuelo en jet, cruzando el Caribe, queda Nicaragua dominada por el Frente Sandinista de Liberación Nacional, un grupo de indiscutible filiación marxista-leninista, armado, entrenado y políticamente orientado por Cuba. Y ahí comienza otra historia”.

Fragmento de la nota “Y ahora, ¿otra dictadura?”, publicada en la revista Somos, en su edición nº 148 del 20 de julio de 1976
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