
En una soleada tarde en Paris, exactamente a las 18:47, Gastón Gaudio hizo realidad su ambición máxima en este deporte. En una de las finales más apasionantes de los últimos tiempos (dicho por periodistas que siguen el circuito hace rato), cuando ya había que creer en el destino –él había nacido para sufrir, el otro para ganar-, el Gato levantó dos match point y derrotó a Guillermo Coria por 0-6, 3-6, 6-4, 6-1 y 8-6. En la primera final grande entre argentinos, imitó, nada menos, que a Guillermo Vilas. “Juego al tenis por vos”, le confesó el Gato en la ceremonia de premiación.
Más importante que los números, y en cierta medida que los 860.000 euros que se llevó de premio, es la enseñanza de la que se hacía mención anteriormente. Estigmatizado por los partidos que no podía cerrar y por dos duras derrotas en semi de la Davis, esta vez superó el desafío en el encuentro más importante de su carrera. Desde ahora en más no será un ganador nato, pero un partido así puede ser un giro de 180º, como pegar un volantazo y agarrar la dirección contraria. “ Puede ser que ahora confíe más en mí”, admite, no totalmente convencido, el campeón.
Texto extraído del diario Olé del 7 de junio de 2004.
[+/-]
0 comentarios:
Publicar un comentario