A 60 AÑOS DE LA MUERTE DE JAIME YANKELEVICH, PIONERO DE LA RADIO Y LA TELEVISIÓN ARGENTINA
El 25 de febrero de 1952 falleció en Buenos Aires el empresario Jaime Yankelevich. Propietario de una de las primeras radios porteñas, fue el introductor de la televisión en la Argentina y el iniciador de una dinastía en la pantalla chica nacional. Su vida, en Don Jaime, un fundador, nota de su hijo Samuel publicada en el diario La Opinión el 17 de octubre de 1976.
“Jaime Yankelevich fue un privilegiado. Tenía un boliche de electricidad, en un zaguán de Entre Ríos 940; armaba radios a galena; hacía toda clase de arreglos, y algunas noches trabajaba como operador en el cine 25 de Mayo, a dos cuadras del negocio.
Un día lo llamaron desde Flores. Con sus 140 quilos montó su bicicleta y cargó una escalera al hombro. Cuando llegó, un tal Penella, propietario de LOI Radio Nacional, le pidió que arreglara unos artefactos.
Papá, por lo que sé, quedó fascinado con la emisora y no pasó ningún presupuesto. Sólo lo comprometió a Penella para que pasara esa noche unos avisos de la Casa Yankelevich.
Al mostrarse tan interesado, Penella le ofreció en venta la radio.
Esa noche, cuando llegó a casa, le dijo a mi madre: 'Carolina, vamos a escuchar los avisos'.
Ambos se pusieron a romper piedritas y los escucharon.
Al otro día fue y compró la radio, con todos sus ahorros y documentos.
Pasó el tiempo sin que hubiera mayores novedades hasta que lo citó un juez de paz para intimarlo a que levantara un documento. Pensó que la radio se le iría de las manos, pero mamá lo alentó. Fueron juntos y fue tanto lo que papá habló de la radio y sus posibilidades, que el juez le prestó plata para que levantara la deuda y siguiera adelante.
Cuando Juan E. Cossio dejó de ser juez, pasó a administrar la radio. Ya mamá atendía el negocio y Don Jaime se dedicaba a la radio.
Fue en la década del '30 cuando se produjo el despegue. Primero con la mudanza a Estados Unidos 1816 y después a Belgrano, casi Entre Ríos (donde ahora está el Centro Lucense).
En 1935, por disposición del Ministerio del Interior, la radio cambia de nombre. En un concurso se elige Belgrano.
Ya era una emisora fuerte. Y más lo fue un par de años después, cuando Don Jaime crea la primera cadena argentina de broadcastings, (creándolas, comprándolas o asociándose).
La cadena se tomaba de 13 a 14, con los boletines largos, y a partir de las 19.30 ó 20, por las ondas cortas CX25 y CX34. Lo malo era cuando llovía. ¡Había cada descarga en las radios del interior! En oportunidades no había otro remedio que tomar por línea telefónica, aunque elevaba mucho los costos.
Hacia 1940, Jaime Yankelevich administraba, además, radio Argentina y emisora Mitre. Por entonces puede decirse que no había un número artístico que se pudiese colocar en Buenos Aires sin que él lo supiese. Trajo a José Mojica, Harry Roy, Claudia Muzio, Jorge Negrete, Ramón Novarro y tantos otros a quienes presentaba también en algún teatro, por lo general el Broadway y el Monumental.
Los noticieros tenían especial importancia. Usábamos los servicios de la recordada agencia ANDI y teníamos corresponsales oyentes en todo el país, quienes nos enviaban noticias, la mejor de las cuales era premiada mensualmente con una medalla.
Papá o Don Jaime, como acostumbré a llamarlo cuando trabajé con él, siempre decía que era preferible escuchar un mal cantor que un buen disco. Radio Belgrano abría su transmisión a las 7 y la cerraba a la 1, difundiendo contadísimos discos. Y para demostrar que los números estaban en los estudios, los obligaba a afinar los instrumentos o a decir cualquier cosa, con tal que se pudiera advertir que no era nada grabado.
Durante años Don Jaime llegaba a la radio a las 6, incluso en un tranvía 2, que pasaba por la puerta de casa. Por las noches, después de la 1, acostumbraba a llamar por teléfono a la planta transmisora en Morón para ecualizar las líneas, algo que vaya a saberse cuántos años hace que nadie lo intenta en el país.
Cuando Eva Perón viajó a Europa, en 1947, se hizo una emisión especial que Radio Belgrano difundió, como las demás. Mientras Perón hablaba, se filtró una voz que dijo: 'Son mentiras. No le crean. Es un mentiroso'.
Alguien tomó la línea: -años más tarde supimos quién había sido-, pero en el gobierno creyeron que era una cosa de Don Jaime. Cerraron la radio y recién la abrieron cuando el gobierno se incautó de todas las emisoras privadas.
Desde el gobierno lo llamaron para que se ocupara de manejar todas las radios estatales. Le hicieron firmar un contrato de cinco años, que no llegó a cumplirse porqué murió antes. Puedo afirmar que lo hizo en contra de su voluntad, muy preocupado por el futuro de la familia.
Después trató y logró instalar la televisión. Desgraciadamente la vio poco. En diciembre de 1951 cayó en cama para no levantarse más. Pero igual siguió manejando numerosos asuntos desde su habitación en el Sanatorio Podestá, donde, por supuesto, hizo colocar un televisor.
Don Jaime, mi padre, era búlgaro. Falleció el 25 de febrero de 1952, a los 55 años.”
Homenaje a Jaime Yankelevich en la entrega de los premios Martín Fierro 2011
Notas relacionadas:
17-10-1951: Los 60 años de la televisión argentina
18-11-1951: A 60 años del primer partido televisado
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