31.7.11

Política Nacional

A UNA DÉCADA DE LA MUERTE DE CIPRIANO REYES
El 1 de agosto de 2001 falleció el sindicalista de la carne y político Cipriano Reyes. Fundador del Partido Laborista, fue aliado y posteriormente opositor a Juan Domingo Perón. Fragmentos de la entrevista "Yo hice el 17 de octubre y después Perón me mandó en cana", publicada en la revista SuperHumor de mayo de 1983.



   “-Hace ya unos años, usted publicó un libro con el título ´Yo hice el 17 de octubre´. Suena un poco vanidoso.
   -Yo he tenido un papel protagónico, no se vaya a creer.
   Podría contarle un poco esa historia, pero usted es joven, no sé si no la va va a aburrir... Estoy empleado en el frigorífico Anglo, es la época de la guerra y se manda mucha carne a Europa. Vienen a cargar convoyes de 30 ó 40 barcos; un buen día decidimos: ¿Y qué pasa si hacemos huelga y paramos todo esto? La hacemos, y así empezamos a hacernos respetar. El monopolio de los frigoríficos es uno de los más terribles del país, ha llegado hasta a tener calabozos en la misma planta industrial para castigar a los obreros rebeldes. Así entonces, peleando todos los días, entramos en el año ‘44 con las fábricas de Berisso, Rosario, Zárate y Avellaneda organizadas, con 85.000 personas activas. En noviembre de 1944, vamos a la huelga reclamando 10 centavos de aumento por hora de trabajo: ahí me meten preso. Y es en Villa Devoto donde escucho hablar por primera vez del Coronel que todavía no era tan famoso. A todo esto, una comisión de enlace se va a hablar con Velasco, el jefe de Policía, para pedir por mi libertad y la de otros 170 detenidos. Al otro día, cuando me sacan del calabozo, quedo sorprendido: me liberan para ir a verlo a Perón. Bueno, muy bien, allá vamos. Cuando estaba por entrar a su despacho, veo que sale el Ñato Tessorieri, un sindicalista amigo; se me acerca y me dice: ´Che, es macanudo el coso éste´. Después de la entrevista, yo también salgo pensando como Tessorieri: Perón me promete darnos garantías y libertad de actuación. Al despedirnos me palmea la espalda y me dice: ´Cuente con todo mi respaldo, para mi los gremialistas no son delincuentes, son gente que lucha por sus derechos´. Después de más de 30 años de persecuciones... ¿Qué podiamos hacer nosotros? Lo apoyamos. Por primera vez trabajamos sin la contra del Estado y muchas veces con su respaldo. Pero estando en eso llega Braden a principios de octubre del ‘45.
(...)
   -Esa semana de octubre anuncian por la radio que Perón está preso. Pero a nosotros el cuartelazo no nos agarra dormidos, no se vaya a creer. Para esa fecha ya están aceitados los mecanismos. Tenemos 5.000 activistas en pie de guerra, y cada uno de ellos otros 5 listos para movilizarse. Así que en total hay 25 mil activistas que pueden mover más de 1000 mil personas. ¿Qué me cuenta? Nuestro sindicato, el de la madera, el del vidrio y los metalúrgicos han llegado a un entendimiento. La CGT, después de algunos cabildeos, decide no plegarse a la movilización. Bramuglia y otros nos dicen que el movimiento obrero no hace cuestión por un hombre. Pero ya a esa altura muchos entendemos que si no nos jugamos contando al hombre en el paquete, nosotros también vamos a caer en la volteada. Porque la Unión Democrática no nos va a perdonar: si perdemos nos espera el paredón. Estos negros, estos grasas no la van a sacar gratis. Los estoy viendo. De tanto andar peleando al adversario uno le conoce hasta el pensamiento.
(...)
   -Bueno, pero no llegamos todavía al 17...
   -Es que usted no me deja hablar. Ahora estábamos en el 16 de octubre sincronizando todo. Se imagina las emociones, las tensiones. En el entusiasmo, un tipo se va a buscar a su gente a Lanús, y nosotros nos olvidamos de darle la fecha y la hora exacta. Así que el hombre se larga solo un día antes. Menos mal que justo a tiempo alcanzamos a detenerlo: era una columna numerosa y ya llegaban al puente Uriburu. Finalmente nos ponemos de acuerdo: la cita es para el 17 a las cuatro de la tarde en la Plaza de Mayo. El día D el pueblo nos desborda con su alegría y decisión. En Avellaneda la policía levanta el puente, los dirigentes dudamos un minuto y ahí nomás la gente se tira al agua, pasa con maderas, botes viejos, cualquier cosa. Al llegar a la plaza, todo el ´aluvión zoológico´ se lava las patas en la fuente. Y lo que sigue está en los diarios. Una vez libre, Perón comienza a buscar un partido que lo lleve al poder. Entonces los mismos que hacemos el 17 de octubre armamos el Partido Laborista y lo sacamos presidente de la República.”



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