22.2.11

Política internacional

A 20 AÑOS DE TORMENTA DEL DESIERTO
El 23 de febrero de 1991 comenzó la ofensiva Tormenta del desierto, la liberación de Kuwait, que había sido invadido por Irak. Una coalición internacional liderada por los Estados Unidos atacó a las tropas de Saddam Hussein que ocupaban ese rico emirato petrolero desde agosto de 1990. El comienzo de la Madre de todas las batallas, en tramos de Kuwait a sangre y fuego, nota de Página/12 del 24 de febrero de 1991.




   “Vencido el ultimátum para que Irak comenzara el retiro de Kuwait, y ante el rechazo de Saddam Hussein a aceptar las condiciones norteamericanas, las tropas aliadas iniciaron anoche la fase más sangrienta y decisiva de la guerra al invadir por tierra el país más disputado del planeta. Las fuerzas de la coalición penetraron por dos frentes: las costas kuwaitíes en el norte y la frontera entre Arabia Saudita e Irak, avanzando hacia la ciudad de Basora en la península de Fao. Bagdad respondió lanzando un ataque de misiles a Riad, que fue destruido por baterías Patriot.
   El comandante de las fuerzas aliadas en Arabia Saudita, Norman Schwarzkopf, fue el encargado de dar la orden para que se iniciara la ofensiva terrestre. Había recibido para ello luz verde del presidente George Bush en la tarde de ayer, luego que se comprobara que Irak rechazaba el ultimátum que lo obligaba a comenzar la retirada de Kuwait a las 17 GMT (15 hora argentina)
   Tal como se esperaba, el ataque se produjo en horas de la noche, a fin de aprovechar la ventaja tecnológica con que cuentan los aliados que les otorga un mayor poder visual en la oscuridad. También habían sido previstos los lugares de la invasión en los análisis previos: el desembarco en las costas de Kuwait desde la isla de Failaka y el cruce de la frontera entre Arabia Saudita e Irak, a fin de avanzar hacia Basora y cortar el punto neurálgico que conecta a Bagdad con las tropas acantonadas en el emirato.
   'Es el último acto', dijo un responsable del Pentágono.
   El presidente Bush expresó su 'completa confianza' en que las fuerzas aliadas cumplan 'rápida y decisivamente' su misión y pidió a los norteamericanos que rezaran por el éxito de la coalición.
   La guerra terrestre abre la fase de mayor fricción, violencia y muerte del conflicto del Golfo. Washington necesita terminar esta operación antes de las fiestas árabes del Ramadán el 17 de marzo -que podrían dividir el frente árabe contra Saddam Hussein- del inicio del verano en la región -que entorpecería el movimiento de hombres y tanques en el desierto, con grandes tormentas de arena y que coincide con el Ramadán -y de que la coalición que encabeza sufra nuevos signos de desgaste, como los que se evidenciaron a principios de mes con la predisposición de la URSS, Francia y Turquía al armisticio propuesto por Irán. El objetivo de Saddam Hussein es es exactamente el opuesto: dilatar la guerra hasta que se vuelta política, económica y militarmente insostenible. (…) El objetivo iraquí es resistirse, permanecer y trabar al adversario en una larga guerra de desgaste, para lo cual la batalla de 36 horas librada a fines de enero por la ciudad fantasma saudita de Jafji puede haber sido el ensayo general. Inicialmente, los iraquíes intentarán provocar al enemigo el mayor número de bajas posible con el armamento convencional de que disponen: el objetivo es deteriorar el consenso doméstico de guerra de George Bush pero hacerlo sin una escalada química que justifique una respuesta nuclear. Las armas químicas permanecen como el último escalón de la disuasión iraquí, y en dos grados marcadamente diferentes de posibilidad de empleo: usarlas contra las fuerzas multinacionales es predeciblemente menos riesgoso que usarlas contra Israel, donde existe la seguridad de un contraataque nuclear; la coalición, en cambio, tendrá más dificultades para decidirse, y esto tanto por el precedente que sienta como por las consecuencias políticas y el tabú que quebraría desde la caída de bombas atómicas en Hiroshima y Nagasaki.
(…)
   Hussein está convencido de que necesita resistir sangrientamente dos meses para prevalecer, y el alto mando norteamericano sabe que cualquier solución militar que deje a Saddam en posesión de su formidable máquina de guerra invita a la repetición del problema. La tentación nuclear va a ser fuerte, porque es difícil imaginar que los aliados puedan ganar sólo con armas convencionales en un plazo de menos de un mes.”


Imágenes de la guerra







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