1.12.10

Deportes

A 25 AÑOS DE LA MUERTE DE LEGUISAMO
El 2 de diciembre de 1985 falleció Irineo Leguisamo, el jockey más famoso de la historia del turf argentino. Uruguayo de nacimiento, en su larga trayectoria en nuestro país se convirtió en una figura de gran popularidad con varios tangos dedicados. Semblanza de Legui en tramos de Le puso nombre a una época, nota de Adrián Casaccio en el diario La Razón del 3 de diciembre de 1985.




“Nacido el 20 de octubre de 1903, en Arerunguá, un pueblito de Salto, en la República Oriental del Uruguay, Irineo Leguisamo no pudo eludir el destino que tenían la mayoría de los niños pobres del lugar: ir a trabajar de peoncito a una estancia. A los 9 años se desempeñaba en un establecimiento rural perteneciente a Rafael Martínez. Cuatro años antes, había experimentado por primera vez la sensación de montar un caballo. Sabía ensillar un animal a las seis de la mañana, en pleno invierto, cuando tenía encima más frío que ropa. A su padre no llegó a conocerlo y a su madre la tuvo muy poco tiempo. Se crió solo y era tan pobre que se sentaba en el piso de tierra y con unos huesitos de cordero y conejo armaba ejércitos de soldaditos invencibles.
Un día llegó a la estancia de Martínez el cuidador Pedro Guillén, quien con la intención de preparar a una potranca de carrera vino desde Maroñas.
Leguisamo pesaba entonces 35 kilos y eso le posibilitó que el entrenador le brindara la oportunidad de trabajar algunos ejemplares. Su forma de conducir, su empecinamiento por estribar corto y su manera de apilarse, convencieron al cuidador y al poco tiempo Irineo -tal como lo llamaban en ese momento- se hizo famoso en las cuadreras.
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Llegó a la Argentina en 1922 y fue directamente a la pista del hipódromo más popular. Allí vio de cerca y estudió pacientemente los declives de terreno.
El 15 de agosto de 1922, el Día de la Virgen, debutó con la yegua Mina de Plata. Llegó bastante cerca, aunque no le alcanzó para ganar. A la semana cruzaba primero el disco con un caballo que se llamaba Tamarisco, un hijo de Amsterdam que atendía Daniel Cardoso.
'Quebré así un hilo invisible que sólo conocen los que se inician en una profesión. El hilo que hace cae la pesa del éxito sobre el platillo de esa balanza que es la vida'. (Irineo Leguisamo, 4 de noviembre de 1967)
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Conoció a Carlos Gardel en 1924. 'El Zorzal' le ofreció varios caballos de su propiedad para que Legui los corra. Allí nació una de las amistades más famosas de todos los tiempos. Dos ídolos y una misma pasión: el caballo de carrera. Gardel testimonió el carácter de esa amistad con el tango 'Leguisamo Solo'. Juntos viajaron a Francia en 1929 y en el país galo, Legui fue tentado por varias ofertas para continuar su profesión en Europa. 'El Pulpo', apodo con que lo bautizó un periodista uruguayo, no aceptó, volvió a la Argentina y el 13 de diciembre de 1931 de las ocho pruebas celebradas en Palermo, ganó nada menos que siete.
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A través de 52 años de actuación en Argentina, los amantes del turf lo vieron realizar grandes hazañas con ejemplares del predicamento de Caid, Stayer II, Lombardo, Pedantín, Zarpazo Ii, Copetón, Monserga, Cocles, Payaso, La Mission, Cote D'Or, Médicis, Rolando, Embrujo, Filón, Yatasto, Jungle King y el legendario Arturo A.
Leguisamo ganó once veces la Copa de Oro, 9 veces el Gran Premio Carlos Pellegrini, en siete oportunidades el Gran Premio Jockey Club; ocho la olla de Potrillos y cinco veces el Nacional.
Fue el jockey que más internacionales ganó en Sudamérica. Completó una quincena de victorias, siete de ellas con Arturo A.
La última carrera que Leguisamo disputó oficialmente fue con el caballo Mac Honor, el 13 de octubre de 1974, en Palermo. Ocupó la última colocación de Dau a más de 16 cuerpos, en 1.100 metros, cotizado enemigo en los boletos. Aneriormente, en febrero, con el mismo ejemplar, fue 6º de Arcoli y luego penúltimo de Khalifa, siendo favorito en la dos oportunidades. El último triunfo de Leguisamo se remonta al año anterior, precisamente el 16 de diciembre de 1973, cuando ganó con Mac Honor por 7 cuerpos en San Isidro. El día anterior, con Balbino, había ganado por media cabeza en Palermo, y en 1972 supo triunfar con Viejo Jerry. El propietario de estos caballos era Palito Ortega, defendiendo los colores de la caballeriza Marti-Juliet y los entregó Manuel Alvarez.
Su amistad con Palito Ortega fue grande, y prueba de ello resultó su padrinazgo en el casamiento del cantante con Evangelina Salazar.
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'Alguna vez dijeron de mí que le hablaba a los animales y que los convecía de que ganaran. No, eso no es cierto del todo: ellos me convencían a mí. Cómo explicar aquellas charlas que manteníamos en silencio, casi siempre (también hablábamos en voz baja, pero me da vergüenza confesarlo); esos diálogos me unían a los caballos que más quise: Payaso, Lombardo, Arturo A y el gran amor de mi vida, La Mission...' (Irineo Leguisamo, 7 de mayo de 1978).”


Leguisamo solo por Carlos Gardel


Leguisamo hablando de Gardel


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