Tenis

A 25 AÑOS DEL PRIMER TÍTULO DE SABATINI

El 19 de octubre de 1985, la adolescente tenista argentina se adjudicó en Japón el Abierto Asiático tras vencer por 6-3 y 6-4 a la estadounidense Linda Gates. Con 15 años, ganó cinco partidos y sumó su primer campeonato en el primer nivel mundial. Fragmentos de Gaby empezó a escribir su historia grande, nota de Luis A. Hernández en la revista El Gráfico nº 3446, del 22 de octubre de 1985.

“El día llegó. Fue el sábado 19 de octubre de 1985 a las 23.34, sobre el cemento del Araki Tennis Center de Tokio. En ese preciso instante Gabriela Sabatini, a los 15 años, lograba su primer triunfo en un campeonato oficial con puntaje para el circuito Virginia Slims. Entraba en el estrecho círculo de los ganadores y cerraba brillantemente un año que la llevó a encaramarse entre las mejores 15 jugadoras del mundo. Sólo le faltaba esta victoria para quedarse con todo el futuro. Para comenzar con una larga lista de éxitos. Como aquel Gstaad de Guillermo Vilas en 1974 o el Florencia de José Luis Clerc en 1978. Son iguales, paralelos, de este Abierto Asiático, que Gaby anotó como su primer triunfo absoluto.
El primer escalón, un certamen de los chicos, de los que no tienen tremenda resonancia, pero que van marcando y diferenciando a los jugadores. A los ganadores, de los que nunca llegan a serlo. A la Piba de Oro le falta esto, solamente esto, para terminar una temporada de excepcional crecimiento, para solidificar su imagen de futura Nº 1. Debía ganar un torneo este año para demostrar que sus aspiraciones son más que válidas y lo ganó. Como hacen los grandes, que en cada paso hacia la cima dejan su marca y van haciendo historia. Gaby ya dejó el prólogo y escribió el primer capitulo de su propia obra.
(...)
La suiza Lilian Drescher fue la única que la pudo complicar en la semifinal, por 1-6, 6-3 y 6-3. ‘Entré sin ritmo y me costó concentrarme. Realmente me pesó el ser la clasificada primera y la que tenía que ganar. Parece como si todo el mundo tuviera puesta la vista en una y no se pudieran cometer errores. Ese fue el mayor problema, porque estaba muy bien físicamente y muy adaptada al cemento...’ (...) Pero Gabriela no dejó en ningún momento que alguien pudiera dejar de pensar que ella era la ganadora. Sabía que Gates, una experta en canchas rápidas, la atacaría permanentemente y que debía mantenerla en el fondo de la cancha para que no la complicara. Y así lo hizo, con una tranquilidad y solidez que no dejaron fisura, para que la norteamericana pudiera hacer prevalecer su juego corto. El primer set lo resolvió en solo 36 minutos con un contundente 6-3. Y en el primer game del segundo set quebró el servicio de su adversaria y luego mantuvo permanentemente el suyo sin mayores complicaciones para imponerse por 6-4, con una duración total de una hora y cuarenta y cuatro minutos. El cheque de 8.000 dólares a la ganadora (el total en premios era de 50.000 dólares) ya era suyo y lo recibió con la emoción del primer triunfo, de ese que no se olvida: ‘Espero poder ganar muchos más torneos, pero seguramente jamás me olvidaré de Tokio, por lo que representa haber ganado mi primer campeonato. Estaba segura de que lo lograría y la única presión que era sentirme obligada a hacerlo. Ahora ya pasó y estoy muy contenta, porque me demostré que puedo ganar. Sé que todavía me falta bastante y que tengo que mejorar el saque y el juego de red si quiero estar entre las primeras. Pero eso sólo lo voy a conseguir trabajando y con el tiempo . No debo apurarme y pensar que tengo mucho tiempo por delante’.
Lejos, en otra cultura, con otras costumbres, Gabriela Sabatini escribió el primer capítulo de su historia grande. Seguramente llegará a tener varios tomos.”

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