14.10.09

Fútbol mundial

CUANDO YAZALDE RECIBIÓ EL BOTÍN DE ORO
El 16 de octubre de 1974, Héctor Yazalde recibió el "Botín de Oro" por haber sido el goleador de la temporada portuguesa 73/74, al marcar 46 goles en 30 partidos. El futbolista argentino del Sporting de Lisboa dialogó aquella noche con El Gráfico -edición nº 2873- en una entrevista que reproducimos a continuación.

"Las manos de Chirola parecían temblar de emoción el miércoles 16 de octubre. Acababa de recibir el Botín de Oro de la temporada 1973/74 y necesitó varios minutos para recomponer su voz: ' Este es el trofeo más importante que gané en mi vida, junto al Olimpia y al del mejor Futbolista del año 1970, que me entregó El Gráfico'.
La emoción de Héctor Yazalde parecía justificada: la mayoría de los cronistas especializados de toda Europa sostienen que ese trofeo de un kilo y medio de oro macizo es el premio más importante que otorga el fútbol mundial. Como el Oscar en cine, como el Nobel en medicina, química o literatura.
La fiesta de entrega, organizada en un restaurante enclavado en los Bosques de Boulogne, evocaba las grandes noches de Hollywood cuando se distribuyen los célebres Oscar. Sólo que en lugar de las grandes vedettes del cine, el periódico 'France Football' y Adidas había convocado esta vez a las máximas estrellas del fútbol internacional.
Después de la ceremonia, mientras los 1.500 invitados se agrupaban alrededor de las 150 mesas servidas por 75 mozos de guantes blancos, Chirola abandonó por un momento la cabecera de la fiesta y dialogó con 'El Gráfico'.
-¿Esperás ganarlo otra vez este año?
-Va a ser muy difícil. En Portugal, por ahora, voy segundo, detrás de Jeremías, del Guimarães.
Llevo seis goles en cinco partidos y él ya hizo nueve. Lo triste es que se lo pierda Carlitos Bianchi...
-¿Cuántos llevás hechos en total desde que estás en Europa?
-No lo sé, la verdad que no lo sé. (Un periodista portugués de "A Bola", de Lisboa, acerca igualmente el dato; "29 goles en la temporada 71-72, 20 en la del 72-73 y 46 en la pasada...")
-¿Fue realmente difícil llegar a esos 46?
-Tanto como si hubiese marcado 100 en la Argentina. Acá te marcan hasta cuando vas a tomar agua. Y además te siguen por toda la cancha como si anduviesen a moto...
-¿Esa diferencia de ritmo puede explicar el rendimiento de nuestra selección en el último Mundial?
-Sí, pero en parte. No todo fue diferencia física en Alemania. También hubo problemas de concepción futbolística.
-¿Cuánto te costó adaptarse al fútbol de acá?
-Un año y medio.
-¿Volverías?
-Una cosa son las ganas de volver a lo que más se siente. Pero pienso que sería muy difícil. Primero por razones económicas, después -fundamentalmente- porque no sé si sería capaz de readaptarme nuevamente al ritmo de allá...
-¿Hasta cuándo tenés contrato?
-Hasta 1976. De todas formas ya estamos hablando para renovarlo nuevamente".



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